SUBLIMACIÓN DE AZULEJOS

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 El 
proceso de personalización con más auge hoy en día es sin duda la sublimación, esta tecnología de impresión reproduce imágenes a todo color sobre todo tipo de artículos comunes de uso cotidiano, como prendas de vestir, tazas, termos, carcasas para celulares, metales revestidos y hasta bisutería. Anteriormente a la era de la impresión digital, reproducir imágenes en esos artículos (las playeras serían un ejemplo típico) requería de largos y laboriosos procesos análogos.

Pero la tecnología de impresión análoga no resulta rentable cuando se trata de pequeñas cantidades, debido al largo proceso de preparación del material gráfico y el equipo para el proceso de producción. Por lo tanto, si lo único que necesitamos es imprimir un artículo o incluso media docena, la impresión análoga requerirá de mucho tiempo y resultará cara.

Por otro lado, la impresión digital, en especial la impresión por sublimación, resulta rápida y barata en cuanto a la preparación y producción se refiere, lo cual la convierte en la opción ideal a la hora de crear artículos únicos y personalizados o bien realizar una producción a gran escala de artículos hechos a medida. Además, la impresión por sublimación realza los preciosos y permanentes colores que se impregnan en el sustrato o el tejido, más eficiente que la simple impresión en la superficie. Las imágenes en el tejido no se destiñen ni se agrietan aun después de varias lavados. Las imágenes sobre sustratos duros no se pelan, ni se rayan.

La ventaja de la sublimación como técnica para la personalización de objetos es que se puede aplicar casi sobre cualquier cosa, algunos plásticos están excluidos de esta posibilidad ya que al aplicárseles calor tienden a deformarse, sin embargo la sublimación puede aplicarse sobre gran cantidad de materiales, la más socorrida es en telas de poliéster, pero también sirve para decorar cerámica, platos y tazas, cristal, plásticos como llaveros, placas de identificación, y matrículas decorativas para vehículos, gomas de caucho con tela de poliéster como mousepad para el ratón o portavasos, y metales revestidos.

Es de gran importancia mencionar que las tintas de sublimación no se encuentran en estado líquido sino que son partículas sólidas. Se encuentran suspendidas en un líquido que las permite desplazarse por una impresora de inyección, por ejemplo. Las partículas del tinte están diseñadas para que se adhieran tan sólo con polímeros, por lo que, cuanto más contenido en poliéster tenga el material, más tinta se agregará, y así la imagen final será más brillante. Esa es la razón por la cual resulta imposible sublimar al 100% los tejidos de algodón. Igualmente, otros materiales utilizados en sublimación, como la cerámica, el cristal y el metal, se revisten con polímeros antes de ser utilizados para esta técnica.

Superficies blancas
Algo que poca gente sabe, es que las tintas para sublimación son transparentes, por eso casi todos los trabajos de sublimación se hacen sobre sustratos blancos, para que al sublimarse se pueda apreciar cada color con toda su intensidad. Una superficie de color provocaría variaciones indeseables en los tonos de los colores. Se puede sublimar sobre superficies de algún color siempre y cuando lo que estemos aplicando sean colores más fuertes que los que tiene nuestro sustrato, por ejemplo, letras negras sobre una superficie crema.

Sublimación sobre azulejos
Esta posibilidad que da la sublimación de imprimir sobre cerámica, nos permite incursionar también en el ámbito de la decoración de interiores mediante la impresión de losetas cerámicas a las cuales se les puede dotar de una imagen que resalte las características de un lugar o funcione como reclamo publicitario en cocinas, baños u oficinas.

Primero hay que aclarar que estos materiales deben ser fabricados específicamente para ser decorados por medio de la sublimación, habrá quien diga que cualquier loseta cerámica puede ser susceptible a decorarse por medio de ésta técnica siempre y cuando se le aplique una capa de poliéster líquido para hacerlo receptor a la tinta, pero en estos casos la superficie junto con nuestra impresión se rayará o descarapelará con facilidad.

Otro punto a tratar es la resolución, si bien es una buena costumbre utilizar imágenes en alta resolución, existen ciertas limitaciones en la transferencia por sublimación que hace innecesario un ajuste de dpi muy alto. Debido a la naturaleza del proceso, que implica que la tinta se convierta en gas para adherirse a los polímeros del sustrato, una resolución mayor de 300 dpi es generalmente innecesaria. Con telas, camisetas, playeras, almohadillas para ratón, etcétera, a menudo es posible utilizar resoluciones muy bajas, por ejemplo 150 dpi, mientras que para los sustratos duros como cerámicas, azulejos y metales, 200 dpi es una resolución recomendada.

Sublimando una loseta
Existen dos métodos distintos de sublimar una loseta cerámica. Uno es boca arriba, de modo que el calor se transfiere de la plancha hacia el papel y luego al azulejo. Sin embargo el método más recomendable es con la loseta boca abajo, atrapando el papel transfer contra la base de la plancha. Este método requiere del uso de una almohadilla de fieltro resistente al calor con un espesor recomendado de 12 mm y tiene varias ventajas claves sobre el primero.

En primer lugar, no hay necesidad de asegurar firmemente el papel de transferencia sobre el azulejo ya que el peso de este lo mantendrá en su posición con facilidad. En segundo lugar, permite que el azulejo se hunda en el fieltro y así fuerza al papel transfer alrededor de la loseta, envolviendo los bordes, lo cual deja un acabado más profesional sobre la parte biselada del azulejo.

Por último, con este método evitamos texturas en la superficie revestida del azulejo lo que deja un acabado muy brillante y ultra suave. La única desventaja de este método es que el tiempo de transferencia es el doble del método de cara arriba, ya que el calor tiene que viajar a través del espesor del azulejo.

El proceso sería el siguiente:

1. Imprima el material gráfico un poco más grande que el producto acabado, unos 4,5 mm. Coloque el azulejo sobre el papel transfer ya que es mucho más fácil alinear el producto con la imagen, además no quedará imagen suficiente como para envolver los bordes del azulejo. Si la imagen no está totalmente rebasada (por ejemplo, un motivo en el centro con un fondo blanco), entonces es recomendable establecer un límite ligeramente mayor que el producto acabado, con el motivo en la posición correcta dentro del límite, debemos asegurarnos que este límite se encuentra por fuera del borde del azulejo después de fijarlo.

2. Coloque el papel transfer cara arriba sobre la alfombrilla de fieltro.

3. Coloque el azulejo boca abajo sobre la transferencia.

4. Cubra el azulejo y la transferencia con la lámina de teflón o papel
blanco.

5. Aplique presión sobre el azulejo entre 460 a 480 segundos, en azulejos medianos requieren unos 8 minutos, azulejos más grandes o más gruesos pueden requerir hasta 10 minutos

6. Retire con cuidado el azulejo usando protección para el calor, recuerde que los azulejos retienen el calor durante mucho tiempo y colóquelo sobre una superficie resistente al calor para que se enfrié. Fíjese como el azulejo ha incrustado en el papel para envolverlo sobre los bordes.

Hay muchos acabados para azulejos y los resultados suelen ser bastantes sorprendentes. Una imagen fotográfica de la que nadie espera nada plantea comentarios favorables.

También hay diversas formas y tamaños de azulejos y se pueden mejorar aun más mediante la colocación de marcos de madera o de cajas con tapadera.

Para la realización de un mural de gran tamaño, habrá que trabajar la imagen en un software especializado como Mural 8 o Photoshop. Una vez que haya calculado y ordenado su material gráfico, es simplemente cuestión de producir un gran número de azulejos de cerámica. Es recomendable enumerar los azulejos para su identificación en la pieza completa ya que cuanto más grande sea el mural más posibilidades existen que los azulejos se parezcan mucho entre sí. Dependiendo del tamaño de la prensa térmica que puede ser capaz de presionar varios azulejos a la vez. Si se realiza un prensado con varios azulejos a la vez, siempre debemos dejar al menos 2,5mm de espacio entre los azulejos para asegurar que los bordes están bien envueltos


Consejos y Trucos:
Procuraremos imprimir las imágenes aproximadamente 5mm más grande que el tamaño del sustrato al que se va a transferir. Esto permite un margen de error a la hora de alinear el producto bajo la prensa térmica.

.Es una buena idea utilizar plantillas de software para los sustratos que va a crear una y otra vez, como azulejos y almohadillas de ratón.

.Utilice el papel recomendado y sustratos para las transferencias de sublimación.

.La humedad puede causar resultados no deseados como cambios de color, sangrados y transferencias irregulares con el proceso de sublimación. Para evitar estos  problemas, mantenga el papel en un lugar seco. Si existe algún indicio de humedad, debemos hacer uso estas técnicas:

1. Coloque el papel en la parte inferior del pedestal elevado de la prensa y deje que se seque bajo la plancha térmica. Sin cerrarla

2. Utilizar una toalla de papel sin relieve detrás de la hoja de transferencia.

Es importante proteger la almohadilla de caucho que está unida a la sección inferior de la prensa térmica. Lo mismo ocurre con la almohadilla de caucho se encuentra en las prensas para tazas. Cubrir la almohadilla con una lamina protectora de papel, una toalla de papel o una lamina de Teflón evitará que la almohadilla absorba la tinta de sublimación y manche otros trabajos.

1. Se puede hacer uso de papel bond blanco económico o un rollo de papel blanco el cual se debe desechar después de cada uso. El papel de periódico que no ha sido impreso también es una buena opción.

2. Usar una toalla de papel: de color blanco, barata, sin textura ya que esta dejaría un patrón en el sustrato.

3. Una lamina de teflón marrón, se debe limpiar con alcohol después de cada uso.

Después de transferir la imagen sobre el sustrato, debemos extraer inmediatamente el papel transfer. Cualquier residuo de papel que quede sobre el sustrato tras la transferencia se puede quitar con alcohol isopropiílico.

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