Cada vez es mejor visto que en las campañas publicitarias los modelos de una fotografía luzcan naturales. Y es que, finalmente, nos estamos dando cuenta de que imponer modelos de belleza inalcanzables ya no funciona igual que antes, y que las personas desean poder identificarse con lo que ven en distintos tipos de campañas y contenidos. Y es que es común que en algunas campañas publicitarias, el Retoque fotográfico excesivo en lugar que ayude a la campaña, resulta contraproducente.
Una de las grandes marcas pioneras en este tipo de publicidad es Dove, que en el año 2010 lanzó el “Movimiento Dove por la Autoestima” con el que rompía de raíz con la imagen prototípica de mujeres muy delgadas, y comenzó a dirigirse a mujeres normales, dando la bienvenida a arrugas, pecas, imperfecciones, canas, lonjitas y, ¿por qué no?, celulitis. La decisión de la marca, que ya se venía gestando años atrás, representó un gran hito para el mundo del branding, y muchas de las grandes firmas poco a poco han ido transitando por caminos muy similares, creando una mayor empatía con sus consumidores mediante mensajes más sencillos, directos y sinceros en torno al concepto de belleza, promoviendo además una mayor autoaceptación en sus mercados meta, que ahora definen y celebran la belleza de formas muy distintas a como lo hacíamos hace 10 años o más.
Pero, ¿por qué retomamos este tema precisamente ahora? Porque este modo de manejar la imagen personal, tanto en el tipo de modelos como en el retoque fotográfico, contrasta enormemente con las prácticas de otras marcas que se han mostrado más reticentes al cambio, como Victoria’s Secrets, que en 2014 se enfrentó a una fuerte campaña de desprestigio en contra de su polémica campaña “El cuerpo perfecto”, cuyas piezas publicitarias mostraban a sus clásicas modelos espirifláuticas y muy retocadas con Photoshop.
Pues bien, aunque se tardó bastante en reaccionar, hasta esta reconocida marca decidió poner punto final al prototipo de belleza que venía promoviendo por décadas, y sumarse a la nueva corriente del “cambio positivo”. Así, Victoria’s Secrets pasó de los patrones de belleza tiranos y caducos, a la aceptación de todo tipo de cuerpos y al apoyo de causas sociales con su nueva campaña, titulada “VS Collective”, en la que sustituye a sus “ángeles” por activistas célebres por defender la inclusión, la igualdad y la diversidad.
DE LA ESTÉTICA A LA ÉTICA
La polémica por el retoque fotográfico excesivo es un tema añejo aún no superado, mientras muchos han optado pasarse al lado de la naturalidad, muchos otros siguen retocando sus imágenes en exceso, cayendo incluso en el absurdo. Y es que mientras grandes marcas como las que ya hemos mencionado están abogando por la naturalidad y, en cierta medida, el amor propio y la autoestima, otras firmas, medios de comunicación y, por supuesto, muchos influencers y famosos, se siguen resistiendo al cambio positivo.
Así, vemos los perfiles de Instagram con retoques extremos que se convierten en blanco de burlas y críticas: pies con 6 dedos, extremidades deformes, rostros de rasgos difusos, curvas exageradas y apariencias manipuladas imposibles de creer, y que muchos expertos califican de poco éticas e incluso peligrosas, sobre todo para el público adolescente, que se engancha con modelos de belleza inalcanzables o poco saludables.
El tema a llegado a tales extremos que los gobiernos de diversos países han decidido intervenir para terminar con la farsa, por ejemplo, el pasado 1 de julio, el Ministerio Noruego de Infancia e Igualdad aprobó una ley que prohíbe a los influencers y anunciantes publicar imágenes retocadas y con filtros sin incluir una leyenda que aclare que la fotografía ha sido modificada, y que indique si se alteró la piel o el cuerpo de la persona retratada. Pero esto no es nuevo, ya en 2011 Argentina había legislado al respecto, y le siguieron países como Israel y Francia, que también dictaron leyes en este tenor, en un intento por contrarrestar con información el problema de la falta de ética en la manipulación fotográfica.
PARA MUESTRA, UN BOTÓN
La actriz Lupita Nyong’o llegó a denunciar que su imagen para la portada de una reconocida revista fue retocada, al extremo de borrar parte de sus rasgos más característicos y de los que se dice más orgullosa. “El aparecer en la portada de una revista […] es una oportunidad para mostrar a otras personas oscuras y de cabello rizado, y en particular a nuestros hijos, que son hermosos tal como son”, dice respecto a que hubieran editado y alisado su cabello para que se ajustara a la noción del medio de cómo se ve un cabello hermoso. “Si me hubieran consultado, les habría explicado que no puedo apoyar ni tolerar la omisión de lo que es mi herencia nativa”.
Otro desafortunado ejemplo reciente es el de Kim Kardashian (cuyas redes sociales están llenas de este tipo de errores), en una fotografía en las que se le fue la mano con el retoque, al grado que parece como si solo tuviera cuatro dedos en su pie derecho.
Por su parte, la actriz Rosamund Pike se ha quejado de que en diversas ocasiones han alterado su apariencia en los promocionales de sus películas, por ejemplo, en el de Johnny English Reborn, donde alteraron el tamaño de sus senos. “En el poster, en la imagen del personaje, me dieron unos impresionantes pechos, los cuales no tengo”.
Finalmente, retomaremos el del retoque absolutamente innecesario que hizo en su portada la revista ¡Hola! de la imagen de la actriz Yalitza Aparicio, donde le cambiaron el cuerpo, el color de piel y sus facciones, cuando esas son, precisamente, las características que la enorgullecen tanto a ella como a sus seguidores.
MENOS ES MÁS
Pero con lo anterior no queremos decir que nunca hay que editar las fotografías, por supuesto que esta es una opción legítima, el problema es ¿hasta qué punto es válido hacerlo? No se trata de retocar por retocar, y siempre hay que tener presente que retocar y manipular son cosas muy distintas.
A continuación, te damos algunas ideas de cuándo es conveniente retocar una foto:
• Cuando hay elementos que ensucian o hacen ruido en la escena. Por ejemplo, cuando tomas una fotografía de paisaje y no te diste cuenta de que sale a cuadro algo de basura.
• Cuando la foto tiene errores de exposición.
• Cuando la postura de la persona produce un efecto no deseado en su ropa, puedes eliminar las arrugas o mejorar la apariencia del atuendo.
• Cuando hay algunos detalles en la piel como granitos o manchas.
Qué no hacer al retocar una foto:
• En la medida de lo posible, no alteres al modelo a nivel morfológico. Si es de baja estatura o tiene sobrepeso, esa es su naturaleza y lo mejor es respetarla.
• No retoques la foto hasta que se note; es decir, detente cuando llegues al punto en que empieza a ser evidente el retoque.
• Si la foto te gusta tal y como está, ¡no la edites! A menos de que por una cuestión profesional o comercial sea absolutamente necesario.
• Si la foto es mala, no intentes salvarla, una foto mala seguirá siéndolo siempre. Mejor sigue intentando hacer la mejor toma.
Finalmente, recuerda que más que aprender a retocar tus fotografías, lo más importante es aprender a tomarlas. Mientras más practiques y te perfecciones, menos errores habrá que corregir en tus imágenes.