CAPTURA LA MAGIA, DEL CIELO NOCTURNO.

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Siempre nos hemos sentido atraídos por el cielo, y lo contemplamos largamente cuando estamos reflexivos o tenemos los sentimientos a flor de piel, y esa atracción es especial cuando se trata de la Luna y las estrellas… Muchos poemas, muchas canciones, muchas películas y seguramente muchas noches ya vinieron a tu memoria para provocar una nostálgica sonrisa. Porque no importa si estamos en nuestra casa, en la calle, en el campo o en el mar, basta con levantar la mirada y ahí están, brillantes, la Luna y las estrellas, esas que tú jurabas, cuando niño, que te perseguían a todas partes…

Ahora te toca a ti perseguirlas a ellas y hacerles unas buenas fotos. Te tienes que preparar, para que no te salga solamente un punto luminoso allá, perdido en el espacio, sin que se identifique qué es, sin composición alguna y sin que te evoque nada. Hay que prepararse y planear, ¡no es tan difícil! Para que lo logres, te compartiremos algunos consejos fáciles de llevar a cabo. Mucha suerte, éxito, y no aúlles a la Luna, mejor toma tu cámara y ¡a divertirte!

PLANEA TU SESIÓN
Antes de seleccionar y armarte de todo tu equipo, y trasladarte al lugar donde vayas a tomar las fotos, debes investigar y tener en cuenta los siguientes aspectos:

• Infórmate sobre las fases de la Luna, qué son, cuál te interesa fotografiar más, y en qué fase se encuentra la Luna el día que planeas hacer la sesión.


• Investiga las condiciones climáticas, para saber si el cielo estará despejado. Esto es fundamental para poder hacer tus tomas.


• Es recomendable que prepares todas tus cosas en el lugar donde vas a tomar las fotos cuando todavía haya de día, ya que al momento de tomar las fotos deberás encontrarte en completa oscuridad.

• Recuerda que las fotografías en lugares oscuros corren el riesgo de salir movidas, así que toma tus precauciones armándote con todo lo necesario para mantener tu cámara estable en todo momento.

ESCOGE LOS MEJORES MOMENTOS
Claro que contamos con toda la noche para fotografía a la Luna y a las estrellas; pero también existen dos momentos mágicos en donde estos astros nos pueden brindar sus mejores caras, que son: el atardecer y el amanecer. Esos momentos cuentan con una iluminación especial a la que le puedes sacar mucho partido, sobre todo tomando en cuenta que puedes aprovechar los fondos que te brinde el paisaje.

TEN LISTOS TUS IMPLEMENTOS
El material básico que necesitarás será, obviamente, tu cámara con objetivos intercambiables para que puedas experimentar. De preferencia debes tener un zoom potente o contar con una distancia focal efectiva que ronde los 300 mm; un tripié que te brinde estabilidad; batería completamente cargada (de ser posible, mejor dos, uno nunca sabe); y un disparador remoto que te facilite el disparo perfecto y que evite que toques a cámara y provoques alguna vibración indeseada (si no tienes uno, lo puedes suplir con disparo en modo retardado).

MANOS A LA OBRA
Monta la cámara en el tripié, y ten la seguridad de mantenerla estabilizada. Ponla en modo manual, de esta forma podrás controlar la velocidad, el diafragma y
la ISO.

En este tipo de fotografía, no hay de otra que someterse a la prueba y error, pero algunos consejos generales –y con los que puedes experimentar ampliamente– son los siguientes:

Ajusta la ISO a un valor no muy alto, para evitar el ruido (tal vez un 400, todo depende de las condiciones lumínicas del lugar y de las características de tu cámara), y que el cielo se vea más oscuro. Te recomendamos utilizar una apertura de media a amplia del diafragma, normalmente alrededor de f/8 o menos; de esta manera podrás captar mucho mejor los detalles de la superficie lunar. Utiliza un modo de medición preciso, para que tu fotómetro no marque mal la exposición correcta de la Luna y las estrellas. Toma en cuenta que, aunque no lo parezca, la Luna se mueve rápido. Bloquea el espejo para tener mayor estabilidad. Desactiva el estabilizador de imagen. Enfoca al infinito tu objetivo en modo manual, girando la rueda de enfoque hasta el símbolo ∞, y después analiza las imágenes con una ampliación del 100% para comprobar el enfoque. La velocidad de obturación dependerá de diversos factores, como qué tan oscura esté la escena, el diafragma y el ISO que hayas elegido; sin embargo, calcula que normalmente puede estar entre los 10 y los 30 segundos, aunque si lo deseas tu toma puede durar incluso varios minutos.

LOGRA BUENAS COMPOSICIONES
Para que atrapes la mejor imagen de los cuerpos celestes, cuida la composición. No tomes solamente tus fotos en primer plano. Juega con el paisaje que tengas alrededor. Utiliza las siluetas. Sácale provecho a los reflejos. Echa mano de personas, mascotas, muebles… Incluye árboles, montañas, casas, faroles… Es bueno tomar en cuenta los elementos que estén disponibles en tu entorno. Recuerda que el tripié debe estar en una superficie plana que le brinde seguridad y estabilidad a tu equipo y a tu fotografía.

EXPERIMENTA
No te conformes con los recursos de siempre, inventa. Qué tal hacer tu toma en un balde de agua, o a través de un arete o de una tela. Puedes usar modelos y jugar con la iluminación sobres ellos utilizando lámparas de mano para dibujar con luz. Pregúntate qué emoción quieres transmitir y utiliza los colores pertinentes. Usa elementos que te permitan jugar con la perspectiva: la Luna entrando a un vaso. O metiéndose a la cama.

DISPARA EN RAW Y HAZ POSPRODUCCIÓN
Selecciona el formato RAW para tus tomas, ya que te ofrece muchísimas posibilidades para mejorar la imagen en postproducción, porque registra todos los posibles valores de la imagen –aún aquellos que no puedes distinguir a simple vista–, permitiendo modificaciones que definitivamente no podrías hacer en un JPG o TIFF.

El formato RAW es, digamos, como una especie de negativo, así que la foto no está terminada después de dar clic. Acuérdate de que hay muchísimos recursos de posproducción (los más usados son programas como Photoshop y Lightroom) que te ayudan a procesar tus imágenes y a rescatar aquellas fotografías que no te terminan de convencer y estás a punto de desechar.

Diviértete al procesar y retocar tus fotos, prueba con contrastar las luces y sombras, hacerlas más iluminadas o más oscuras, recortarlas, usar filtros, etc. Incluso puedes hacer un collage utilizando varias fotografías, o la misma, pero con diferentes filtros.

RECUERDA
La Luna y las estrellas están ahí siempre, retrata de ellas lo que en verdad te transmiten, eso que es lo que hace que muchas noches las contemples y no quieras despegar los ojos de ellas, que tus fotografías hagan a los demás verlas como tú las ves.

 

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