NAVIDAD FOTOGRÁFICA. Prepárate para registrar las fiestas más felices del año

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Ya está muy cerca. Se siente en la calle, en la cara de la gente, en el friito que comienza a meterse entre la ropa y nos motiva a sacar nuestras bufandas del clóset; en las lucecitas que adornan los aparadores, y entre nuestros familiares y amigos que comienzan a preguntarnos si estaremos disponibles para la gran fecha. La navidad, independientemente de religión, posición social, edad, etc., nos pone a festejar porque representa el pretexto perfecto para demostrar nuestro cariño por los demás.

¿Qué otro motivo necesitas para sacar tu cámara y lanzarte a la aventura fotográfica? Los momentos abundan durante todo el mes de diciembre: las posadas, las decoraciones con sus luces (en el árbol, la calle, las velas, las bengalas…), el atrezzo navideño (nacimientos, regalos, gorritos, renos), los retratos de grupo, ¡la comida!… Es una gran lista, ¿no crees? Y para ponértela más fácil, en este artículo te vamos a dar algunas recomendaciones para que salgas triunfante en tus tomas
navideñas.


ACCESORIOS FOTOGRÁFICOS
Admitámoslo, aunque los smartphones han hecho más sencillo tomar fotos en todo momento, agarrar la cámara fotográfica y usar accesorios sigue siendo una opción fantástica para lograr grandes resultados, que en muchos casos no se pueden lograr con los teléfonos inteligentes, ya que las cámaras manuales te permiten controlar los ajustes de exposición a tu antojo para que puedas conseguir los efectos que te propongas, todo a partir de lo que conocemos como el triángulo de la exposición, que si no recuerdas lo que es, no te preocupes, porque en Visión Digital ya hemos tocado ese tema en el artículo titulado “1, 2 y 3 para lograr las mejores fotografías”, que puedes consultar en la siguiente liga: goo.gl/XCHt4D.

Flash externo con cabezal rotatorio

En estas fechas tomamos muchas fotos de noche y en interiores, por lo que es aconsejable contar con un flash para iluminar tus escenas. Si tu flash tiene cabezal rotatorio podrás jugar con la luz rebotándola en el techo o en alguna superficie clara, para hacer que esta se difumine y evitar las sombras duras y las escenas quemadas. En caso de que tengas un flash fijo, entonces coloca delante de él un pedazo de papel mantequilla (incluso puedes pegarlo con cinta adhesiva) para suavizar su efecto.

Disparador remoto

Este accesorio es muy útil para evitar cualquier vibración al sacar fotografías con tiempos de exposición lentos, ya que el disparo se realiza sin tocar la cámara. También te permite salir en la foto o hacer disparos de forma improvisada. Si no cuentas con uno, puedes poner el temporizador para que dispare segundos después de apretar el botón.

El rey de los objetivos

Puedes tener un telefoto, un gran angular, un ojo de pescado… pero sin lugar a dudas, el objetivo que todos debemos tener es el de focal fija de 50 mm, f/1.4, ya que nos ofrece la mejor calidad óptica. Esta focal abarca el campo de visión que nuestros ojos tienen en la vida real; por lo tanto, una foto hecha con él posee el aspecto y las proporciones que nuestros ojos ven y nuestro cerebro procesa.

Además, la apertura de f/1.4 es la de los objetivos más luminosos (aunque incluso hay objetivos fuera de serie que bajan la barrera del f/1, pero son muy raros), por lo que puedes trabajar con él en situaciones de muy poca luz y lograr muy buenos resultados.

Tripié

Si vas a recurrir a tiempos de exposición largos (incluso de varios minutos), o vas a usar el temporizador o el disparador remoto, deberás contar con un tripié muy estable, que además te permitirá tener las manos libres y la cámara sujeta a un elemento estable, lo que también es ideal cuando tenemos equipos pesados o cuando hacemos foto nocturna, de paisaje o de
producto.

Batería

A muchos nos ha pasado que nos quedamos sin fotos porque no previmos un pequeño detalle: ¡las baterías! Suena obvio, pero pasa muy seguido. Así que no te confíes y ten al menos una batería extra, cargada al 100% para evitar cualquier disgusto.

MOMENTOS NAVIDEÑOS

Las luces

El árbol de Navidad es un elemento obligado y representa una gran oportunidad para practicar la técnica del bokeh, que básicamente son altas luces fuera de foco que se logran mediante una apertura grande (números f pequeños: f/1.4 , f/2.8, f/4.0 o f/5.6) y una distancia focal corta (mientras más cerca del sujeto principal coloques tu cámara, y tus luces estén lo más lejos posible, mejor será el efecto).

Otra opción para hacer el bokeh son las luces de la calle, las velas y las bengalas. Si quieres más detalles al respecto, consulta la siguiente liga donde te explicamos cómo lograr este efecto paso a paso: goo.gl/F5zxJo.

Otro efecto que puedes lograr con las típicas luces de bengala, con linternas, foquitos o flashes, es el lightpainting (pintar con luz), que es una técnica con muchísimas posibilidades, y para la cual requieres hacer lo siguiente:


1.
En un ambiente oscuro, sujeta tu cámara en un tripié.

2. Programa los controles manuales con la sensibilidad menor ISO que sea posible, una apertura de alrededor de f/8, enfoque manual y una velocidad de entre 10 y 30 segundos.

3. Enfoca hacia donde estará el sujeto en movimiento (coloca un objeto de referencia o dile a alguien que se ponga para que lo enfoques).

4. Dispara con el temporizador o con el disparador remoto para evitar vibraciones.

5. Las luces deberán estar en movimiento mientras el obturador permanece abierto.

Las esferas y otros detalles
Las esferas del arbolito te dan un montón de opciones para jugar; puedes tomar una y fotografiar su reflejo para obtener un efecto como el de un lente de ojo de pescado, o agrupar varias y experimentar con distintas posibilidades de iluminación, profundidad de campo, apertura,
etcétera.

También busca esos pequeños detalles en los que normalmente no reparamos, tal vez en el nacimiento o en el centro de mesa haya algún elemento que merece un retrato en primer plano, o un detalle de la comida, incluso la mascota de la casa puede ser una buena representante del espíritu navideño.


DOCUMENTA LOS MOMENTOS ESPECIALES
Si tienes espíritu de documentalista, esta es una excelente oportunidad para registrar lo que pasa con las personas a tu alrededor: desde el montaje del nacimiento y la decoración, la preparación de los alimentos con todos los cocineros atareados, la fiesta, el intercambio de regalos, el brindis, además de que puedes buscar sorprender a los invitados en momentos chuscos, meditativos o con planos más cerrados para captar detalles que podrían pasar inadvertidos y que gracias a ti quedarán para la posteridad.


Cuenta una historia.
Define qué momentos en específico te gustaría relatar y busca que tus imágenes sigan una secuencia para que además de que cada una hable por sí misma, todas en conjunto nos den una narración.

Como ves, estas fiestas son una gran oportunidad para poner en práctica muchos trucos y técnicas. Ojalá que con estos consejos saques al fotógrafo que llevas dentro para registrar los últimos mejores momentos
del año.

También recomendamos el artículo: Fotografía para eventos sociales 

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