La calidad del proceso transfer para impresión láser depende en gran medida de la elección del papel de transferencia, pues hay uno ideal para cada acabado.
La industria de la impresión es una de las más ricas y amplias de las artes gráficas y por eso el desarrollo y perfeccionamiento de las tecnologías que utiliza cobra una importancia tan destacada. Aunque la cartera de técnicas es muy amplia, y cada una de ellas es ideal para distintos fines, la mayoría de las tecnologías de impresión están siempre en busca de cubrir más necesidades de los usuarios y así simplificar los procesos de reproducción de imágenes. Es el caso de una de las técnicas más populares del mercado: la impresión vía transfer.
El transfer debe su éxito a la calidad y diversificación de los trabajos que produce, y consiste en la transferencia de una imagen por estampado sobre prácticamente cualquier objeto mediante temperaturas que oscilan entre los 150 y 260ºC. La variedad de equipos transfer es muy amplia en materia de modelos, formas y alcances, pero todos ellos transfieren siempre a través de un intermediario como papeles termoadhesivos, vinilos térmicos, flocks, plastisoles o domes, y el resultado final depende no sólo de los alcances de las máquinas impresoras, sino de los materiales, sustratos y tintas que se utilizan en el proceso.
A la hora de imprimir en transfer es muy importante conocer cómo será el proceso completo y qué técnicas se usarán, pues cada una tiene especificaciones especiales. En el caso de trabajar con técnicas de inyección de tinta, por ejemplo, equipos de marcas reconocidas como Epson, HP, Canon, Lexmark, IBM, Xerox, entre otras, son las más recomendables por su alta eficiencia. Sin embargo, el reciente despunte de equipos láser ha llamado la atención de los impresores por la calidad y limpieza de los trabajos, así como su velocidad y posibilidades de diseño que representa, pues es compatible con una gran cantidad de sustratos.
Impresoras láser para excelentes resultados
El proceso transfer para impresión láser depende de los consumibles que se usan, la calidad de las tintas o el papel puede ser determinante en el éxito o fracaso de la impresión. Los equipos láser suelen especificar sus recomendaciones de trabajo y entre ellas se destaca la elección del papel transfer.
Es muy importante distinguir que los papeles que se usan en la impresión por sublimación o inyección de tinta son distintos a los utilizados en láser. Para imprimir en sublimación suele usarse papel transfer que es compatible con algodón o poliéster y funciona tanto en fondos claros como oscuros. Por su parte, la impresión láser se trabaja con papeles comúnmente conocidos como classic, forever dark, no background, o no-cut, que son compatibles con textiles como algodón, poliéster, cuero, nylon, seda y mezclilla, y pueden usarse en fondos claros y oscuros.
La calidad y resistencia del papel transfer es determinante durante el proceso de impresión por láser, ya que el incorrecto manejo de la temperatura puede arruinar una producción. Además, los distintos tipos de papel resultan en acabados específicos. Por ejemplo, si se desea obtener una imagen realista lo más recomendable es usar papeles brillantes y siliconados que ayudan a realzar la imagen con gran calidad en los trazos. A diferencia del papel tradicional, aquel con recubrimiento de silicona es más durable al repeler agentes contaminantes.
A la hora de elegir un equipo de impresión transfer por láser es muy importante asegurarse de que cuenta con un sistema de regulación de temperatura, pues por lo general esta es la principal debilidad de los equipos y resulta en malos acabados. De la misma manera, seguir las instrucciones de manejo del papel transfer puede significar la diferencia entre un buen o mal resultado.
La impresión por láser ha ganado terreno en procesos de transferencia porque representa un proceso más sencillo y económico que el de la sublimación. Por esta razón, los fabricantes más destacados de impresoras como los antes mencionados han concentrado esfuerzos en desarrollar equipos que cumplan estas especificaciones.
Entre los equipos de impresión vía transfer por láser se han destacado las máquinas OKI modelos C7411WT, C531DN, Pro6410, C7411WT, así como la Uninet iColor 500, todas ellas con capacidades especiales como la de imprimir con tinta blanca o con tintas neón.
Un paso adelante
Es sin duda la OKI C711WT (con tóner blanco) la que se ha ganado las miradas de la industria por sus infinitas posibilidades de diseño y producción. Este equipo permite imprimir vibrantes colores además de blanco sobre hojas de papel transfer que se pueden usar en una amplia variedad de sustratos. La tecnología de impresión de esta máquina es de alta definición y de color en una sola pasada (Single Pass Color) con trayecto recto de papel, lo que permite obtener trabajos que por lo general representan costos muy elevados.
Anteriormente era muy común la combinación de técnicas de impresión para obtener resultados precisos; cuando se requería color blanco sobre fondos oscuros solía usarse serigrafía por la limitación de los equipos transfer con tintas color blanco, eso cambia con esta nueva línea de productos y agiliza el proceso de impresión.
La impresora láser OKI C711WT soporta una amplia variedad de tamaños y gramaje de papeles de transferencia, desde el tamaño carta y legal, hasta tamaño postal y etiqueta para aplicaciones más pequeñas, todo con una resolución de 1200 x 600 ppp que resulta en impresiones claras y nítidas. La velocidad de impresión es un tema fundamental, pues por lo general se recurre a esta técnica de impresión para producir trabajos en serie; este equipo puede imprimir hasta ocho páginas por minuto sobre papel transfer y cuenta con un sistema de ahorro de tóner que reduce la cantidad usada de consumible.
El éxito de éste y otros equipos de impresión láser se ha visto además favorecido por sus características amigables con el medio ambiente, pues además del ahorro de consumibles y la reducción de desechos que permite, las máquinas láser suelen tener una menor exigencia energética que las de otras técnicas de impresión más robustas y demandantes.
La compatibilidad de este equipo con sistemas operativos Autónomos y en Red Windows, 7/7 x64 Vista, Vista x64, XP Home, XP Professional, XP x64, Server R2 x64 2008, Servidor 2008/2008 x64, Servidor 2003, 2003 x64; Mac OS X 10.4 y superior, facilitan enormemente la carga de trabajo al tiempo que las posibilidades de diseño se incrementan.
La versatilidad es la clave
La gran ventaja de la impresión transfer por láser sobre la sublimación y la inyección de tinta es la velocidad de producción y la posibilidad de imprimir sobre cualquier material, simplemente es necesario seleccionar el papel de transferencia adecuado, imprimirlo y posteriormente transferirlo mediante una plancha transfer.
Los equipos que integran tóner blanco han favorecido el surgimiento del papel transfer láser conocido como “no-cut” que no necesita recortarse, pues sólo transfiere el diseño impreso y no el fondo no impreso, dando un acabado mucho más atractivo a la impresión al tiempo que agiliza un proceso antes engorroso para el impresor que se dedica a la personalización de productos, quien debía dedicar un tiempo considerable al recorte de papel para obtener resultados similares a los de la impresión directa.
Por el tamaño de los equipos de impresión transfer láser, que ronda los 28 kilogramos, éstos pueden imprimir banners de 21.6 centímetros hasta 1.22 metros con una buena calidad ideal para aplicaciones en punto de venta, o personalización de productos publicitarios.
Recomendaciones generales
En el caso de usar la impresora OKI de tóner blanco en aplicaciones textiles, o equipos similares de otras líneas, es importante asegurarse de configurar la densidad del tóner blanco. La función de éste es dotar de opacidad para lograr que los colores se destaquen sobre un fondo oscuro; aunque es natural pensar que entre mayor sea la cantidad de tóner blanco, mejor será la trasferencia, la conclusión es errónea, pues el tóner blanco requiere una temperatura más elevada de fijación que los CMYK. Entonces, entre menor sea la densidad del blanco, mejor adhesión se conseguirá y más suave será el transfer aplicado sobre la prenda.
Antes de ofrecer al público esta técnica de impresión es importante realizar pruebas con el equipo que se cuenta, pues no todas las planchas transfer son iguales y, como ya se mencionó, los ajustes de temperatura y presión son determinantes en el resultado final.
Ahora bien, la durabilidad de las transferencias, aunque no se compara con la que alcanza la sublimación, depende del cuidado posterior del producto, en el caso de prendas textiles, los procesos de lavado y secado son muy específicos: no debe usarse blanqueador o detergentes fuertes, ni pueden secarse a máquina o con secadores calientes, pues el tóner es esencialmente una forma de plástico fundido a la tela por medio de calor y esto podría ocasionar malformaciones del diseño; además, someter la transferencia a un exceso de calor puede debilitar la unión y dañar la transferencia. Las grietas que aparecen en las transferencias de láser son causadas a menudo por una secadora caliente.
Si se aplica correctamente, y llega a dominarse esta técnica de impresión, los resultados pueden ser asombrosos, seguramente los próximos años serán de mucha popularidad y perfeccionamiento de la misma por sus características de personalización e inmediatez que el público está demandando en todo lo que consume.