Muchos expertos describen a Bitcoin como el Internet del dinero. Una divisa que puede realmente comenzar una revolución en nuestra forma de intercambiar bienes en un mundo cada vez más globalizado. El hecho de que sea descentralizada, elimina la necesidad de control y manipulación de divisas por algún gobierno, banco, individuo o grupo de personas, pues su mantenimiento, organización y flujo dependen del total de sus usuarios.
En la actualidad pagar por nuestros servicios básicos o por productos que adquirimos es bastante sencillo, podemos echar mano de la Cartera y sacar un billete y entregarlo a quien le debemos, y sabemos que será aceptado por que los billetes tienen -o al menos tenían- una nota que decía “páguese la cantidad de 20, 50 0 100 pesos en efectivo al portador” y el símbolo, del Banco de México, entidad financiera gubernamental que respalda la confianza de que ese papelito, en realidad vale lo que trae impreso en todo el territorio nacional y el extranjero, este sistema lo utilizan todos los países del mundo, sin excepción, cada uno le añade o le quita elementos de seguridad o figuras a su gusto.
Pero básicamente es la misma historia para todos, el banco central de cada país respalda el valor de su papel moneda, por medio de sus reservas internacionales valuadas en dólares y el valor del dólar está respaldado a su vez por el banco central estadounidense Federal Reserve System (también conocido por FED) y sus reservas.
Las tarjetas de crédito y debito usan un sistema similar se utiliza una lámina de plástico que trae incrustado un chip con los datos del usuario y la cantidad de dinero de la que puede disponer, avalado siempre por una entidad financiera, que rinde cuentas al banco central
Es por esto que al hablar de la moneda conocida como Bitcoin podemos confundirnos un poco, ya que esta moneda es solamente un conjunto de bloques de datos matemáticos agrupados en paquete que no son respaldados por ningún banco central y de ahí sus ventajas y sus desventajas.
Como nacen los Bitcoins
La creación de esta moneda es como una leyenda urbana. El concepto de Bitcoin surgió por primera vez en 2009 y fue creado por una figura misteriosa llamada “Satoshi Nakamoto”, de quien realmente no se sabe nada, pues no concede entrevistas y sólo se comunica por correo electrónico. Sus datos personales son tan escasos que muchos piensan que su nombre es un pseudónimo de un grupo de gente que creó la divisa. El nombre en la cultura Japón significa “origen central” o “el que vive en medio”, lo que da fuerza a esta teoría. Se dice que Nakamoto abandonó el proyecto a finales de 2010 sin explicaciones.
El Bitcoin tiene muchas ventajas, y su modelo económico está basado en el oro, pues para obtener unidades se lleva a cabo una serie de procedimientos digitales comparables con el proceso mediante el que se obtiene oro en una mina. Así mismo, son un recurso finito, es decir hay un número limitado de estos por lo que no se devalúan con el paso del tiempo, su obtención se vuelve cada vez más complicada y las personas que comenzaron a minar durante sus inicios poseen una cantidad mucho mayor.
¿Por qué es diferente el Bitcoin?
La gente no entiende bien la diferencia entre una moneda virtual y pagar con tarjeta de crédito por internet. Es casi lo mismo. Con la tarjeta hacemos operaciones a escala mundial, si queremos, y además nuestro dinero viaja de forma instantánea y digital.
Cuando compramos un libro a Amazon con una tarjeta de crédito tenemos que pasar por el banco. El banco toma el dinero de nuestra cuenta, y lo envía a Amazon.
Con bitcoin no pasamos por un banco. El dinero, en vez de estar en nuestras cuentas corrientes, está en nuestro ordenador, en una carpeta, en un monedero virtual por así decirlo.
Cuando el dinero sale de esa carpeta hacia, digamos, Japón, no pasa por un banco sino que va por internet directamente a alguien que tenga un ordenador con una cartera virtual de bitcoins similar. A este proceso se le llama peer to peer, de persona a persona (P2P).
Lo interesante es que al no pasar por un banco, ese dinero no paga impuestos ni comisiones. No hay comisiones por cambio de divisas. No hay comisiones por operación. En cambio, si compramos algo en Japón con tarjeta de crédito, el banco nos quita una cantidad por el cambio de euros a yenes, y además cobra a la tienda una pequeña comisión, además de que esta debe pagar impuestos.
¿Quién controla Bitcoin?
El control de la moneda yace en la comunidad entera, y para que haya un cambio en su funcionamiento o sus regulaciones, la mayoría de sus usuarios debe llegar a un consenso, pues su forma de operar es muy similar a aquella de una red P2P. Lo importante es entender que ningún pequeño grupo, gobierno o individuo puede interferir con la producción de dinero, ya sea acelerando o desacelerando su crecimiento. Claro que esto tiene sus desventajas, debido a que al carecer de respaldo por parte de una institución financiera, no hay manera de reclamar por errores de depósito o algún tipo de fraude, ya que las transacciones son finales, y una vez hecha la transferencia no hay nada que se pueda hacer. Asimismo, si un usuario pierde el password de su cuenta, o su disco duro muere y éste no tenía respaldadas sus Bitcoins en un servicio especializado, deberá despedirse de su dinero por siempre.
Seguridad con muchos códigos
Para hacer seguras las transacciones, el creador de bitcoin ideó un sistema difícil de explicar. Lo mejor que se me ocurre es hablar de cerrajeros.
Los cerrajeros están en medio de nuestra transacción de bitcoin como si fueran notarios. De modo que cuando comprueban que dos personas, una en México y otra en Japón, hacen una operación financiera con bitcoin, los cerrajeros la confirman poniendo un candado, un candado virtual por decirlo así. (A los cerrajeros, bitcoin les llama mineros).
¿Qué ganan los cerrajeros? Reciben un premio. No es una comisión pues, como he dicho antes, las operaciones con bitcoin entre dos puntos son gratuitas. ¿Entonces, con qué se les premia? Los cerrajeros son premiados con bitcoin. ¿De dónde salen esos bitcoin? El sistema ‘crea’ dinero de la nada y les premia. Es lo mismo que sucede cuando los bancos centrales crean dinero cada día de la nada.
Es decir, bitcoin no solo es un sistema de operaciones entre dos puntos, sino un banco central.
Si un hacker quiere entrar en bitcoin, meterse en una operación y robar dinero, tiene que ir abriendo los candados que han ido creando los cerrajeros. Cuestión difícil porque cada diez minutos, los cerrajeros ponen candados más complicados a las últimas operaciones. Un hacker, para robar dinero, tendría que ir abriendo los candados desde el último hacia atrás, que es como ir por un castillo abriendo puertas con llaves difíciles hasta llegar a la habitación que contiene el cofre del tesoro.
En teoría, ese sistema de cerraduras es más seguro que los actuales sistemas que todos conocemos para proteger nuestras cuentas monetarias.
¿Cómo entramos a nuestras cuentas bancarias por internet? Empleando usuario y password. El problema es que nuestra cartera virtual de Bitcoin se identifica con un código. Cuando realizamos una operación con Japón, los cerrajeros no ven nuestros nombres ni nuestro ordenador. Solo ven claves.
Eso también significa que bitcoin es un anzuelo para gente que quiera hacer operaciones ilícitas, o para no pagar impuestos. De hecho, en Estados Unidos ya se ha desmantelado una red de traficantes de drogas que se usaba bitcoin para pagarse entre ellos.
Los expertos afirman que, a pesar de todos esos cerrajeros, cerraduras y claves, bitcoin no es segura. Ya han pasado casos de carteras robadas, y hasta el mercado de mayor compra venta mundial de bitcoin, en Japón, quebró hace algún tiempo.
¿Cómo funciona Bitcoin?
Como vimos antes Bitcoin está basada en un sistema Peer-to-Peer, en el cual todos los miembros de la comunidad comparten ciertas partes de la información y cuyo conjunto conforma el total, así que no existe un servidor principal donde se almacenen los datos. Por ejemplo, si quisiéramos guardar el abecedario usando este sistema, una computadora de la comunidad tendría las letras de la A a la J, otra tendría de la K a la Q y la última de la R a la Z, de manera que, en conjunto, estas computadoras tendrían el abecedario completo. En este modelo, sólo estamos usando 3 computadoras y en el caso del abecedario podríamos tener sólo 27 máquinas, cada una guardando una letra del alfabeto, pero en el caso de la era digital un sinfín de computadoras pueden almacenar una inimaginable cantidad de bits y bytes de un archivo en particular.
Pero, si en este ejemplo se destruye una computadora, con ella desaparece ese fragmento del abecedario. Es por eso que al sistema se le agrega redundancia, lo que significa que hay varios equipos replicando la misma información, de manera que puede haber 10, 1000 o 1 millón de computadoras que tienen de la A a la N mientras que algunas sólo cuentan con la J y otras la D. Cabe destacar que en esta red, si una de las computadoras desea tener por sí misma el abecedario completo, lo puede hacer, pero es importante notar que esto no le daría más importancia sobre las demás, pues todos estos nodos se comportan como iguales y ninguno tiene jerarquía sobre otro.
¿Cómo aplica esto a las criptodivisas?
Cada una de las computadoras en donde se ha instalado el programa de Bitcoin tiene un libro de contabilidad llamado Ledger (o block chain); en él, se registran todas y cada una de las transacciones efectuadas por los usuarios, desde la primera en su historia hasta la más reciente. Los datos son repartidos entre todos los nodos de la red y un usuario puede leer información de toda transferencia. El conjunto de computadoras que generan Bitcoin tienen el total de este Ledger y se sincronizan frecuentemente para siempre tener la información al minuto.
Con el fin de asegurar que cada transacción es válida, éstas cuentan con un algoritmo matemático que representa un problema que debe ser verificado y resuelto por las computadoras en la red, y es aquí donde las máquinas que minan tienen su función en el sistema, pues son ellas quienes, en conjunto, resuelven el problema, lo que da validez a la transacción. Cada transferencia se revisa muchas veces (idealmente 6) por múltiples computadoras con el fin de determinar si esta cuenta con todos los requisitos para registrarse como válida, lo que reduce a una cantidad mínima la posibilidad de intercambios fraudulentos.
¿Dónde adquiere el valor Bitcoin?
Como toda moneda fiduciaria, por ejemplo el dólar, el peso o casi cualquier divisa moderna, Bitcoin no está respaldada por un bien material y obtiene su valor de la simple fe que la gente tiene en que será aceptada por otras personas. Al igual que el dinero común, su precio fluctúa según la demanda que haya por su posesión, pero a diferencia de la moneda corriente, Bitcoin tiene un límite en su producción de 21 millones de unidades. Esto vuelve a la criptodivisa un bien finito, cuantificable y es imposible incrementar o disminuir su flujo, como lo hacen algunos gobiernos con el fin de controlar el precio de su moneda.
Cada 4 años, la obtención de Bitcoins se reduce a la mitad. Hasta el momento, se registran alrededor de 12 millones de monedas en circulación de los 21 millones totales que se producirán para 2040. Este límite establecido en su producción convierte a la moneda en una deflacionaria, pues habrá unidades que se pierdan o se destruyan, lo que significa que en lugar de perder valor con el tiempo, como cualquier moneda fiduciaria, cada Bitcoin podría incrementar su precio con el paso de los años.
Una persona que hubiera comprado 100 bitcoin en abril de 2011 ahora tendría 33,000 dólares más o menos. Si quisiera, lo podría cambiar a euros o pesos mexicanos porque hay muchos mercados en internet para hacerlo. Por eso, hay especuladores que se meten a invertir en esta moneda.
Cada vez hay más tiendas en el mundo que aceptan bitcoin y personajes públicos que lo apoyan, como el fundador de Netscape.
Pero como compite con los bancos centrales y se hacen operaciones opacas, en China se ha prohibido y en otros países se está pensando perseguir ese mercado.
Para comprar bitcoin solo hace falta meterse en internet y poner ‘comprar bitcoin’. Hay decenas de sitios. Los pasos para comprar bitcoin son un poco irónicos, porque se necesita una tarjeta de crédito y un banco. Es como cualquier producto. Pero una vez tenemos ese dinero en nuestra billetera virtual -en el ordenador-, ya es un dinero sin trazas, sin comisiones y aceptado en muchos sitios.