De ser un mero instrumento que sólo se usaba para ambientar espectáculos, la luz como señalización se ha vuelto un medio práctico que las empresas y marcas emplean para hacerse publicidad
Es el año 1941. La Segunda Guerra Mundial está en su apogeo y Jasper Maskelyne, un coronel inglés, es encargado de proteger el puerto de Alejandría en África de los ataques aéreos alemanes. Con pocos recursos crea un equipo al que llama Magic Gang, formado de un carpintero, un ceramista, un especialista en luces y él mismo, para formar La Sección Especial de Camuflaje de la armada británica.
Con este equipo elabora un gran engaño y por medio de luces y pirotecnia hace creer a los aviones alemanes que el puerto es bombardeado y destruido cuando en realidad las bombas caían muy lejos de ellos en Maryut Bay. Poco después, en el canal de Suez utiliza un sistema de luces antiaéreas y espejos estroboscópicos para desorientar totalmente a los cazas alemanes.
Ese pareciera ser el origen del uso de las luces antiaéreas para brindar un espectáculo que en aquel entonces no generó muchas ventas pero si salvó varias vidas. De 1941 a la fecha, hemos visto nacer nuevas tecnologías y el papel de las luces antiaéreas se ha centrado en la promoción de grandes eventos nocturnos lanzando luces de gran potencia al cielo que pueden ser vistas desde grandes distancias.
El espectáculo es primero
La tecnología de las luces ha cambiado y esto se ha aprovechado no sólo para proyectar luz al cielo, ahora se pueden proyectar frases, logotipos, animaciones, videos y figuras complejas utilizando los propios edificios como lienzo.
Los proyectores antiaéreos actuales cuentan con una potencia que va de los 1,200 a los 18,000 watts y pueden verse desde una distancia que va de uno a doce kilómetros de distancia, pueden proyectar de uno hasta treinta rayos simultáneamente con movimiento para llamar la atención poderosamente.
Los proyectores más comunes son los que proyectan una luz con un nombre o logotipo sobre una pared, que puede ir cambiando de color y girando. En este caso, Carlos Valencia, asistente de dirección general de Audio Light, recomienda definir bien qué es lo que se desea proyectar y la pared sobre la que se desea trabajar, el único requerimiento es que la pared no tenga partes de vidrio o agua.
Si sólo proyectamos un logotipo o letras podemos usar un proyector de cabeza móvil al que se le agrega un gobo, que consiste en una pequeña placa de metal con la figura a proyectar recortada. También se le puede poner un prisma para que la imagen se proyecte tres veces al mismo tiempo. La cabeza móvil permite que la imagen gire, cambie de color, parpadee o haga un efecto de luz strobol; estos proyectores cuentan con una potencia que va de los 575 a los 1,200 watts y se controlan mediante una computadora o controlador DMX 512.
El alcance de los equipos de cabeza móvil tipo spot es de aproximadamente 15 metros y puede crear figuras de 3×4 metros. Las marcas más comerciales para realizar esta tarea son Alien, Sunstar, Show Co. o Luxor, aunque últimamente el mercado chino ha invadido esta área por lo que es posible encontrar infinidad de marcas en el mercado, algunas muy económicas.
Sólo para grandes eventos
Para bares, antros o fiestas se pueden realizar openings o eventos que combinen imágenes, logotipos, marcas y luces que se sincronizan con música conectando varios equipos de cabeza móvil al controlador DMX 512. En estos casos incluso se puede conectar el DMX a una computadora personal con un equipo Sunlite para controlar todas las luces desde la PC.
Video para nuestros muros
Para ocasiones que lo ameriten, la tecnología de la luz también nos brinda la facilidad de proyectar videos, fotografías, anuncios o hasta presentaciones de negocios sobre cualquier fachada que sea propicia, la cual no debe tener zonas con vidrios y debe ser lo más lisa posible. Para esta tarea usaremos proyectores de gran potencia que van desde los 8,000 hasta los 40,000 lúmenes y que permiten presentar imágenes claras y con contrastes excelentes.
Aquí podemos incluir la tecnología del mapping que nos permite usar los edificios como superficies cambiantes, que parece que se desmoronan, doblan o cambian de color y aspecto.
Para realizar este tipo de proyectos se requiere de una preparación cuidadosa. Primero se cuadricula el edificio a proyectar para poder trabajar la animación que pretendamos hacer en la computadora, esta cuadrícula nos ayudará a calcular el número de proyectores suficientes para cubrir toda la fachada o el área a usar y también a coordinar la animación que generemos para que juegue con ventanas, puertas, o salientes del edificio. Una vez que tenemos nuestra animación, el siguiente paso es usar un software que puede ser Watchout o Modul 8, los cuales sincronizan la música con el video, además de dividir y coordinar el video entre el número de proyectores que se necesiten. Aquí las marcas de proyector más recomendables son Barco o Christie.
Para este tipo de trabajos la cantidad de proyectores a usar dependerá del tamaño de la fachada, así como la distancia y el ángulo desde donde coloquemos nuestros equipos y, por último, de la potencia en lúmenes de los equipos. No es lo mismo usar dos proyectores de 40,000 lúmenes a usar cuatro de 20,000, por ejemplo.
Láser como la publicidad del futuro
Otra alternativa que nos brinda la luz para lograr anuncios espectaculares en las calles de la ciudad es el láser, con éste se pueden literalmente dibujar sobre una superficie, marcas, logotipos o hacer animaciones sencillas.
Para llevar a cabo un trabajo de este tipo también debe haber una planeación adecuada ya que toda la animación se coordina con música para lograr mayor impacto. La empresa de eventos Audio Light recomienda de tres semanas a un mes de trabajo para que el espectáculo quede como es debido.
Si deseamos una animación específica, se requiere trabajar las figuras que se desean proyectar escaneándolas y pasándolas a un software como pueden ser Pangolín, Mamba Black o Laser ishow. Una vez en el software se le puede dar animación, movimiento, color y tamaño adecuado.
Los proyectores de láser más comunes son también de la marca Barco, Krypton, Cittadini, Phaneon y Emerald. Existen muchísimas marcas más de distintos precios y calidades, casi todos pueden ser controlados por un DMX o USB. Con estos equipos podemos cambiar los colores usando RGB e incluso se puede escribir un nombre o una frase al momento y hacerla aparecer en la pantalla o pared. El inconveniente de estos sistemas es que sólo pueden trabajar por periodos continuos de dos horas ya que se calientan demasiado.
La lluvia es el enemigo número uno de estos equipos a la hora de operar, al ser un espectáculo nocturno y en exteriores. Siempre dependen de que haya un buen clima, una pequeña llovizna no sería problema, sin embargo, un buen aguacero sí puede dañar los equipos que son considerablemente caros. Por último, si deseas proyectar tu imagen sobre alguna fachada, la recomendación es buscar el lugar con menor contaminación lumínica que encuentres para que tu publicidad brille en la oscuridad.
Agradecemos a Carlos Valencia, encargado de Marketing de Audio Light, la ayuda brindada para la elaboración de este artículo .