Interacción Digital: sistemas de proyección dinámicos

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20140205_1644_MG_0166-01Los nuevos sistemas con proyecciones interactivas permiten a los clientes vivir una experiencia de marca audiosivual sin necesidad de controles ni mayores limitantes físicas. Conozca y aproveche las ventajas de esta novedosa tecnología.

DDesde hace algunos años hemos sido testigos de los avances en sistemas digitales para punto de venta, expos y retail. Sin embargo, algunos desarrolladores han dado un paso más allá. Hoy en día, ya hay aplicaciones capaces de superar hasta el mismo concepto de realidad aumentada. Sirviéndose de sistemas de proyección, sonido y dispositivos de detección de movimiento, el mapping, los hologramas interactivos y las mesas “touch” pueden crear una experiencia verdaderamente memorable, divertida e impactante al alcance de cualquier cliente.

Mapping interactivo
El mapping, o video projection mapping, es una proyección de video especializada que tiene el propósito de dotar de movimiento a un objeto 3D o 2D inanimado. En palabras de Aldo Monsiváis, de la empresa Motion Mx, a diferencia de las proyecciones convencionales, esta técnica busca “darle vida” a objetos ordinarios trazando el contorno de superficies complejas, tales como fachadas de edificios o automóviles, para crear displays interactivos que informen, publiciten o entretengan.
Aunque el término es bastante nuevo, se tiene registro que la primera actividad comercial de mapping ocurrió en 1969 durante la inauguración de “La Mansión Encantada” del parque temático Disneyland. En esta atracción se proyectaron videos con rostros de actores sobre las caras de bustos y estatuas para crear la terrorífica ilusión de movimiento. Hoy en día, mappings a gran escala como el que se realizó en el Zócalo o la Catedral de Guadalajara, pueden llegar a costar entre 20,000 y 30,000 pesos.

Recursos y condiciones básicas
Por lo general, se requiere de una superficie mayor a cuatro metros. Aunque sí se puede realizar un mapping sobre una pared plana, esta técnica explota su mayor potencial al emplearse sobre un objeto tridimensional para que, a través de software especializado, usted pueda “pintar” digitalmente sobre él, deformarlo o convertirlo en otra cosa.
Debido a que se trabaja sobre superficies extensas, se necesitan varios proyectores en serie para cubrir el área, mismos que deben ser de por lo menos 5,000 o 10,000 lúmenes. Si se deseara activar una pared de más de veinte metros, se necesitarían equipos de 15,000 lúmenes cada uno, sumando un brillo total de más de 40,000 lúmenes.
El proceso de producción inicia con una visita al sitio donde se realizará el mapping para medir sus dimensiones, esto con el fin de obtener una idea acerca de las necesidades técnicas, logísticas y electrónicas. Se deberán tomar fotografías de las áreas sobre las cuales se proyectará, de modo que usted pueda conocer la perspectiva desde la cual los proyectores “verán” la fachada. Hecho esto, se usarán los softwares de animación 3D para simular virtualmente la superficie y, a su vez, generar las animaciones.
Los softwares más populares son VDMX 3 ó 5; Resolume Arena, Modul8 y Madmapper. Aunque hay diversas opciones en el mercado, estas se dividen principalmente entre softwares de corte comercial y de OpenSource (gratuitos, descargables de Internet y con código abierto para que cualquiera pueda programarlos). Programas OpenSource como VPT7 y FLxER suelen ser una buena introducción básica al mundo del mapping. Sin embargo, vale la pena señalar que no ofrecen ninguna garantía o apoyo al usuario en caso de que ocurra un error. Por otra parte, softwares como Modul8 y Resolume Arena, mismos que pueden funcionar perfectamente a nivel profesional, tienen un costo de entre 7,000 y 10,000 pesos.

La cuestión de los costos es relativa. El precio de un mapping está en función de varios factores:
• El tipo de gráficos y grado de complejidad que requiera el proyecto.

• La duración del video (el mapping se puede cobrar por minuto).

• El tamaño de la proyección (esto da pie a otros costos, tales como proyectores de mayor capacidad, bocinas, personal técnico, plantas de luz, etc.).

Hologramas y mesas touch
Una barra o mesa touch es, como su nombre lo indica, una mesa o barra común sobre la cual se hace una proyección diseñada específicamente para el cliente. La animación cobrará vida cuando se ponga un objeto, como un vaso, sobre ella o se toque con las manos.
Su funcionamiento es muy similar al de los suelos interactivos, de los cuales ya hablamos en nuestra edición de julio en la sección “LEDs”. Al igual que los pisos, el display de esta aplicación se puede realizar ya sea proyectando directamente sobre la superficie de la mesa, a través de retroproyección, proyección desde el techo o uniendo pantallas de LED y configurándolas para que reaccionen al tacto.
Las barras touch utilizan sensores infrarrojos hechos a la medida para esa superficie. Con la sola detección del tacto, se pueden generar animaciones, tales como efectos de partículas o elementos (agua o fuego), mensajes de redes sociales y videos.
Los hologramas interactivos son un tipo de proyección corpórea en 3D que se mueve a través del espacio utilizando un sistema de retroproyección, paneles de acrílico y/o una película especial llamada Holo-Film. En primera instancia, se debe realizar una producción del video a proyectar con la secuencia exacta a seguir (puede servirse de programas de edición como Final Cut o Sony Vegas). En esta ocasión, se necesitarán proyectores poderosos (alrededor de 30,000 lúmenes) para asegurar que la calidad de la imagen denote las texturas, sombras y detalles del cuerpo, ya que su potencia permitirá capturar la mayor cantidad de luz posible. La cantidad de equipo de proyección a utilizar dependerá, a su vez, de la complejidad del holograma. Si se trata de un proyecto sencillo, con un proyector bastará; mientras que uno más intricado demandará hasta 5 proyectores.
Aunque uno de los ejemplos recientes más reconocidos es el holograma de Michael Jackson presentado durante los premios Billboard 2014, también se pueden diseñar imágenes tridimensionales donde aparezcan varias personas a la vez, tales como un equipo deportivo o una multitud andante. Asimismo, pueden utilizarse estos gráficos especializados para impartir conferencias a distancia o reuniones de negocios.

Dispare la acción
Hoy en día, y sirviéndose de dispositivos de detección de movimiento como el Kinect y el infrarrojo, algunos desarrolladores visionarios han comenzado a añadirle un componente de interactividad a diferentes aplicaciones de luz y sonido. A este concepto se le conoce como Realidad Aumentada Espacial (RAE). Aunque no es nuevo, la RAE adquirió popularidad a raíz de una investigación de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, en la cual se planteaba la posibilidad de hacer una “oficina del futuro” donde el ejecutivo pudiera trabajar con hologramas y proyecciones interactivas desde su escritorio.
Aunque hoy en día el proyecto Microsoft Surface propone que con sólo poner tu celular o tablet en una mesa de juntas, usted podrá descargar fotos y archivos para manipularlos y compartirlos con sus colegas a través de la mesa, existe un mundo de posibilidades para estas aplicaciones en distintas áreas y mercados.

Nuevos horizontes
¿Qué diferencia a un mapping tradicional de uno interactivo? Para Aldo Monsiváis, comparar estas dos modalidades sería como contrastar una película contra un video juego. El mapping convencional, a final de cuentas, es sólo una proyección de video. Al permitir la interacción entre espectadores/clientes y la animación, se busca ir más allá del mero espectáculo visual.
El mapping interactivo, al igual que los hologramas y las mesas touch, permiten que las personas “disparen” la acción por sí mismas. Los gráficos se activarán con sencillos movimientos naturales del cuerpo, haciendo que el cliente se involucre y viva la experiencia como si se tratara de una actividad lúdica.
Entre sus aplicaciones se pueden encontrar las áreas de entretenimiento (shows, teatros, conciertos, discotecas, bares, DJ booths y restaurantes), mercadotecnia (activaciones, lanzamientos de productos, expos y publicidad BTL) y actividades para el sector público (presentaciones en plazas públicas y monumentos arquitectónicos).
Hoy en día, son pocas las empresas mexicanas que se están incursionando en el desarrollo de tecnología interactiva para mapping, superficies y hologramas. La iniciativa tapatía, Motion Mx, diseña y produce soluciones a la medida para estas aplicaciones. En el caso del mapping interactivo, su propuesta está valuada en 12,000 pesos (a partir de 5 minutos de animación). Este precio incluye renta de equipo, el tiempo del video, 3 metros por 3 metros de área mapeada y los sistemas de detección de movimiento. Los sistemas holográficos con integración Kinect y los proyectos de realidad aumentada se realizan por cotización.

Agradecemos Aldo Monsiváis de la empresa Motion Mx (http://www.motion.com.mx/) y al Diseñador Daniel Navarro por la información proporcionada para la elaboración de este artículo,

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