Sublima a tu medida con el vinil adecuado

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Cuando hablamos de aplicaciones textiles, forzosamente tenemos que hacerlo de sublimación. Se trata de una de las técnicas de impresión más usadas y con mayor aceptación en el mercado, pues no ha dejado de evolucionar desde su surgimiento. En general, la sublimación sigue siendo uno de los métodos de impresión más recurrentes porque es versátil y para un impresor es económicamente rentable ofrecer una alternativa que pueda usarse en diversas superficies. Pero particularmente hablando de aplicaciones en tela, sigue existiendo la limitación de que el tejido debe ser de poliéster y para mejores resultados, de un color claro.

Aunque hay otras tecnologías que pueden ayudarnos a imprimir en tela bajo distintas circunstancias, para la sublimación existe una alternativa muy eficaz: el vinilo textil sublimable.

Nos referimos a un material vinílico sobre el cual se imprime el diseño deseado y se recorta con precisión antes de fijarlo a la prenda con una plancha transfer. Como puedes ver, es un proceso muy sencillo que no implica equipo especializado ni más consumibles de los que ya son necesarios en la sublimación tradicional. Hasta aquí puede parecer muy fácil, pero existe más de un tipo de vinil imprimible, y de elegir el adecuado depende la calidad del trabajo final.

LA TINTA MANDA

No todos los viniles imprimibles son exclusivos de la sublimación, de hecho, podemos decir que existe una amplia gama de los mismos y pueden dividirse en tres categorías. Es importante destacar de cualquier manera que elegir el vinilo adecuado dependerá del tipo de tinta con que pretendamos imprimirlo.

– Vinilos para inkjet. Son los más comunes, aquellos que pueden imprimirse con impresoras de uso doméstico y las típicas tintas base agua que se usan para imprimir papel. Por supuesto, este proceso tiene la ventaja de que no implica ningún gasto extra y es relativamente rápido. Sin embargo, es muy importante mencionar que no cualquier impresora casera puede usarse con este fin, pues aquellas que usen tintas de gel simplemente no podrán penetrar en la superficie del vinil.

Estas tintas no han sido especialmente diseñadas para imprimir textil, tienen la desventaja de que los colores no son tan intensos y el impreso tendrá una baja resistencia al lavado. Aún así, se recomienda para proyectos que no requieran una alta resistencia o cuando la fidelidad al color no sea prioritaria. Para que el resultado sea de la mayor calidad posible, es necesario usar un laminado mate o con brillo, lo que puede traducirse en un incremento a los costos de producción:

– Vinilos para solventes. Como suele ocurrir cuando se usan tintas solventes o ecosolventes, la ventaja principal de sus aplicaciones es la intensidad en el color y su resistencia a agentes de desgaste. Este caso no es la excepción, el vinilo imprimible alcanzará tal nivel de contraste y colorido, que perfectamente puede adherirse a textiles de colores brillantes sin que la tinta o el diseño se contaminen. El principal factor en contra es que por lo general estas tintas y los equipos que las utilizan son costosos, así que podrían representar una inversión considerable.

– Vinilos para sublimación. Ahora sí entrando en materia, son aquellos que sólo pueden imprimirse mediante una impresora de sublimación básica. Ya sea que lo elijas en acabado liso o flocado, la principal ventaja de esta opción es que es mucho más resistente que las anteriores, ya que se utilizan tintas especializadas y con una capacidad de penetrar materiales muy superior a las acuosas o solventes. Utilizar esta técnica significa prácticamente poner en marcha un proceso de sublimación tradicional, agregando el vinilo.

Esta no es una técnica compleja, mucho menos si ya te has especializado en sublimación tradicional; estos son los pasos a seguir.

– Imprime el diseño deseado en papel transfer para sublimación, asegurándote de que la resolución de la imagen sea alta.


– Utilizando una plancha transfer, y como si lo hicieras a cualquier superficie tradicional, transfiere el diseño del papel a la cara útil del vinilo con una plancha o  prensa a una temperatura recomendada de 200 0c,  durante 20 seg.

– Dale tiempo de reposo a la impresión y una vez que esté completamente seca, corta el vinilo en un plotter de alta precisión.

– Finalmente, coloca el vinilo sobre la tela y una vez más utiliza la prensa o plancha para adherirlo al textil a una temperatura de   165 0C  por un tiempo de 18 seg.

El vinilo para sublimación está disponible en varios colores pero el más popular es el blanco porque permite la totalidad de los colores y, de esta manera, puede colocarse sobre cualquier tono sin perder brillo ni calidad. Uno de los mayores beneficios de esta aplicación es que la tela con poliéster no es 100% necesaria, tal como si lo es en la sublimación tradicional.

Por otra parte, el vinilo sublimable tiene algunas limitaciones que es importante mencionar. La principal es que no es tan duradero como la sublimación tradicional; si bien puede alcanzar colores intensos, éstos no resistirán muchas lavadas ya que el vinilo no es originalmente un sustrato diseñado para lavarse. La segunda desventaja es que su acabado es un poco rígido, es decir, endurece la tela en la parte del diseño. Es por estas características que el vinilo sublimable suele recomendarse para proyectos con temporalidad limitada y por lo general de uso publicitario, pues no se obtendrán resultados de la calidad que la industria de la moda, por ejemplo, requiere. De cualquier manera, es una excelente opción para trabajos donde no podemos usar poliéster y la durabilidad no es prioritaria.

ELIJE LO MEJOR
Ofrecer a los clientes la alternativa de imprimir con sublimación cualquier tipo de tela sin duda nos da un valor agregado como empresa. Ya no estaremos limitados a un material o aplicación específica y por lo tanto nuestros precios podrán ser más competitivos. Para un impresor establecido, esta técnica no representará una inversión adicional más allá de los vinilos que se requieren en cada proyecto particular y el tiempo extra que llevará pasar del papel transfer al vinilo y posteriormente a la prenda.

Ahora bien, no existe un sólo tipo de vinil sublimable, por lo que elegir el más adecuado requiere atención y cuidado o los resultados podrían no ser los mejores. Entre los más populares se encuentran el vinilo textil SubliTex, el vinilo textil PoliFlex y el vinilo textil SubliFlock, cada uno con cualidades distintas. La principal diferencia entre estos materiales es su acabado, así que lo ideal es elegir uno de acuerdo al diseño y la aplicación final del mismo.

– Vinilo textil SubliTex. Es un material con acabado mate aunque su composición es la de un vinil tradicional. Se puede colocar fácilmente en tejidos de algodón, poliéster, acrílico, lycra, y otras fibras naturales y artificiales. Aunque en esencia el proceso es el mismo, existen algunas variaciones que debes conocer antes de trabajar con esta técnica. Este vinilo se puede imprimir directamente en un equipo tradicional, recortarlo y pegarlo en la prenda.

Como ya se mencionó, a veces es recomendable usar un plotter de corte para mayor precisión, pero eso dependerá de la complejidad del diseño. Lo cierto es que si se trata de un gráfico sencillo o de líneas rectas, también puede recortarse sin necesidad de un plotter. Los expertos recomiendan un planchado de 170 grados centígrados a presión durante alrededor de 50 segundos para lograr una buena adherencia. Además, darle al impreso el tiempo de secado que recomiende el fabricante es muy importante.

– Vinilo sublimable PoliFlex. Es ideal para proyectos con diseños especiales ya que tiene un acabado brillante similar al del raso y combinado con distintos textiles puede generar efectos reflejantes. Similar a una tela termoadhesiva, este material es muy práctico y suele usarse en aplicaciones de ropa deportiva porque además de ser un material llamativo es muy ligero. A diferencia del primero, este tipo de vinil se puede usar en cualquier tipo de tela.

El proceso de producción consiste, primero, en imprimir el diseño deseado en papel de sublimación para luego plancharlo sobre el vinil con la parte brillante hacia arriba. En este paso se recomienda usar una temperatura de 190 grados centígrados durante 40 o 50 segundos a una presión media, ya que el satinado del material podría dañarse. A continuación, cortar el vinilo siguiendo los márgenes previamente establecidos para luego plancharlo sobre la prenda deseada, usando una plancha de 150 grados centígrados a presión media durante al menos 17 segundos.

Por supuesto, con la práctica el proceso se irá volviendo más sencillo y dentro de poco sabremos exactamente cuál es la presión o la temperatura más recomendable para los vinilos y textiles con que trabajamos.

– Vinilo sublimable SubliFlock. Como su nombre lo indica, se trata de un vinil con una de sus caras cubierta de flock, es decir, de acabado aterciopelado. Durante un tiempo esta textura estuvo muy de moda en aplicaciones como zapatos o prendas de alta costura, pero se popularizó tanto que hoy podemos verla en ropa invernal, pijamas, ropa de cama y hasta tapizados. Pues bien, el vinilo con esta cualidad puede usarse sobre textiles de cualquier color y casi cualquier composición, excepto nylon o telas que no resisten el agua.

Lo primero que debemos hacer con este material es imprimir en modo espejo el diseño sobre papel de sublimación, teniendo en cuenta, como siempre, las marcas de corte. Posteriormente el papel se corta en un plotter y se plancha sobre la cara sin brillo y aterciopelada del vinilo para transferir el diseño. Para esto se recomienda procurar una temperatura de 190 grados centígrados a presión media durante 50 o 60 segundos. Una vez que el diseño se haya adherido perfectamente al vinil, éste debe cortarse ahora sí al ras del diseño, también con la ayuda de un plotter, pues se trata de un material que fácilmente puede perder las marcas de corte si pretendiéramos hacerlo a mano. Finalmente, hay que planchar el vinilo cortado sobre la prenda a una temperatura de 155 grados centígrados durante 17 o 2 segundos a presión media.

Después de ver los resultados de esta aplicación podemos estar seguros de que la sublimación conserva una de sus mayores virtudes: la versatilidad. La principal diferencia entre estos tipos de vinilo son los acabados que se logran con cada uno y su elección dependerá de los objetivos de nuestro proyecto, pero lo más importante es concebirla como una alternativa y un servicio más que ofrecer para una empresa ya conformada de impresión por
sublimación.

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