Serigrafía magistral, 9 consejos esenciales para impresiones con serigrafía majestuosas

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Conviértase en un serigrafista experto con estos 9 consejos que le asegurarán una mayor productividad y mejores resultados.

Pequeños cambios en sus procesos productivos pueden asegurar que sus trabajos de serigrafía tengan mejor calidad, sus materiales duren más tiempo y sus gastos en suministros se reduzcan. Los expertos comparten con nosotros 9 consejos para mejorar la productividad de su taller e imprenta.

Usar máquinas más grandes
Contar con un área mayor de impresión asegurará mejores características en sus imágenes, como uniformidad, opacidad y precisión. Esto se debe a que el centro de la malla es una zona libre de distorsión, y a medida que se aleja del centro, la imagen puede empezar a distorsionarse. Con una malla más grande, tenemos un espacio más cómodo para trabajar, y un área mayor de trabajo sin deformaciones.

Centrado es mejor
Precisamente por este principio de distorsión hacia las orillas, lo mejor es colocar nuestra imagen al centro de la malla, no pegada a una de las esquinas como suele hacerse. Esta es la mejor manera de asegurar que el registro de cada una de las tintas coincida perfectamente, y la imagen no se deforme o tenga estiramientos en alguno de sus lados.

Uniformidad en la tensión de la malla
Cuando la malla se ajusta con una tensión igual en toda su superficie, el resultado será uniforme. El problema ocurre si las orillas están más tensionadas mientras el centro queda flojo, o viceversa. Con una tensión desigual, la imagen en la prenda tendrá un aspecto disparejo y poco favorecedor.
Para verificar la tensión de la malla, puede usarse un medidor de tensión, mejor conocido como tensiómetro, y medir con él cinco puntos distintos de la superficie (el centro y cuatro lados). De esta forma podremos hacer los ajustes necesarios para asegurar la uniformidad de la tensión. Es preferible una tensión alta, pues nos ayudará a conseguir mayor opacidad, incluso utilizando tintas de colores claros sobre tejidos obscuros.

Mallas delgadas para más mayor productividad
Las telas mesh que se encuentran en el mercado tienen distintos grados de separación en su retícula: algunas cuentan con un área abierta de 20%, otras más tienen 35%. Entre mayor sea el área abierta, habrá mayor oportunidad para que la tinta atraviese la malla hacia el sustrato, con lo que se logra una mejor cobertura y mayor uniformidad. Otra de sus ventajas es que se requiere de una presión menor con el rasero y la penetración de la tinta es más rápida, por lo que puede aumentar su productividad.

No desperdicie emulsión
Con una capa delgada de emulsión será más fácil conseguir un resultado más suave y uniforme, sobre todo cuando va a imprimir un área grande. Si su emulsión forma una capa gruesa, el depósito de tintas también será grueso y fácilmente podría adquirir relieves no deseados en las orillas de la impresión. Sólo en caso de que vaya a emplear tintas con volumen, por ejemplo plastisoles puff, sí se recomienda una capa de emulsión lo suficientemente gruesa para permitir que la tinta se “infle”; de lo contrario, no desperdicie emulsión y opte por las capas delgadas.

La viscosidad de la tinta no lo es todo
Aunque la viscosidad de la tinta es un factor que debe cuidar, no es determinante para asegurar una impresión exitosa. Factores como la temperatura, la humedad o el rasero que utiliza intervienen también en la imagen resultante. Sin embargo, adelgazar la tinta con algún solvente le permitirá pasar la tinta a través de la malla con mayor facilidad y sin presionar demasiado la racleta.

Una tarea esencial en el proceso de impresión
con serigrafía es la limpieza. Al terminar de
trabajar, retire el exceso de tinta de las
pantallas con un lavado a presión.

Raseros más pequeños con resultados grandiosos
Es preferible que quede un espacio considerable entre el rasero y el borde interno del marco. Un rasero demasiado largo provocará una excesiva tensión en las orillas de la malla, mientras el centro recibirá una presión considerablemente menor. En cambio, un rasero más pequeño logra imprimir una presión uniforme a todo lo largo de la racleta, y le será más fácil al usuario maniobrar.

Limpieza para un final feliz
Una tarea esencial en el proceso de impresión con serigrafía es la limpieza. Es importante que, al terminar de trabajar, retire el exceso de tinta de las pantallas aplicando un efectivo lavado a presión. No espere demasiado tiempo para comenzar con este proceso, así evitará que la tinta se seque sobre la malla.
Quite las pantallas de la prensa para poder efectuar una limpieza profesional. Es recomendable que lave las pantallas colocándolas frente a una cabina luminosa, para que los operadores no tengan que adivinar si están limpiando la pantalla correctamente o no. Utilice una lavadora de alta presión, de al menos 1500 psi (libras por pulgada cuadrada). Para pantallas más grandes, use una de 2000 psi.
Si es posible, conviene usar diferentes cepillos con código de color, para cada producto químico de limpieza que utilice. De esta forma evitará que se entremezclen y disminuyan los efectos de cada solución. Para garantizar el tiempo adecuado de reacción para que el tratamiento limpiador haga su trabajo, use un reloj de cocina con alarma.

Propiciar el continuo flujo de trabajo
Además de la parte operativa, al trabajar con serigrafía es necesario establecer un sistema para tomar las órdenes de los clientes con claridad, registrando las características del pedido, las cualidades que debe cumplir la impresión, así como los tiempos de entrega. Suele ocurrir que en las empresas de impresión la comunicación es ineficiente, y las personas de ventas no transmiten a los encargados de producción las especificaciones que el cliente requiere; como consecuencia, el resultado final puede no concordar con lo que el cliente está esperando recibir.
La herramienta más efectiva para solucionar este problema, es crear un formato de orden de compra, que al llenarse contemple todos los detalles que debe cumplir el pedido. Este formato debe ser suficiente para que cada uno de los que intervienen en el proceso tenga claridad sobre el trabajo que se está realizando. Utilice un primer formato y sobre la marcha detectará si es necesario agregar o modificar preguntas, de manera que logre concretar un formato lo bastante claro para despejar las dudas de todos los involucrados.

Agradecemos a los expertos en serigrafía, Mike Young y Charlie Taublieb, por la información compartida durante SGIA EXPO 2012, para la elaboración de este artículo.

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