Cuando decidimos invertir en equipo fotográfico nos asaltan todo tipo de dudas sobre cómo vamos a tomar la mejor decisión a la hora de comprar, ¿cómo saber que la cámara, objetivo, tripié, etc. que tenemos enfrente es el adecuado para mis necesidades?
Finalmente, este tipo de decisiones resultan muy personales porque responden a las necesidades individuales y al gusto de cada quién. Sin embargo, hay algunos puntos generales que podemos tomar en cuenta para comprar nuestro equipo.
Cámara con modo manual
Si quieres aprender y practicar realmente fotografía, lo primero que debes buscar es una cámara con modo manual, y de preferencia que sea sistema réflex.
Las funciones automáticas con las que vienen programadas las cámaras generalmente tienen un buen desempeño, pero limitan nuestra creatividad y aprendizaje. Cuando nos iniciamos en fotografía es muy importante que quien decida qué parámetros usar (ISO, apertura y velocidad de obturación) seamos nosotros, no el aparato.
La cámara no hace al fotógrafo
Recuerda que la cámara no hace al fotógrafo, así que no es necesario gastar un dineral en ella, adquiere algo que se ajuste a tu presupuesto, ya que en realidad, las principales marcas (Canon, Nikon, Sony, Pentax, Leica y Olympus) tienen cámaras muy buenas, y cada marca y modelo ofrece determinadas prestaciones, por lo que es importante tener bien claro cuáles te importan más que otras.
Una buena réflex para principiantes debe ser de uso simple, de fácil aprendizaje, y tener un precio accesible. Algunas cámaras recomendables para principiantes y que pueden ser un punto de partida para comenzar a comparar distintos modelos, son: Nikon D3200, Nikon D5100, Nikon D7000, Canon 700D, Canon 1200D, Pentax K-r y la Sony A58.
Ojo con el tamaño del sensor
Lo que sí marca la diferencia entre una cámara y otra, independientemente de que se trate de una cámara compacta o réflex, o del tipo de fotografía que te interese practicar, es el sensor. Así es, olvídate de los megapíxeles, en realidad el aspecto fundamental es el tipo y el tamaño del sensor. A mayor tamaño, mayor calidad de fotos.
Toma en cuenta que los megapíxeles sólo definen el tamaño en que podrás imprimir la fotografía, pero no tienen que ver con su calidad. Prácticamente todas las cámaras actuales superan los 10 megapixeles, lo que es más que suficiente para cualquier usuario normal.
Infórmate bien
En internet hay páginas en las que puedes encontrar la opinión de expertos respecto al equipo fotográfico. Date tiempo para conocer las opiniones de quienes ya han usado la cámara que te interesa. Además, busca el manual y descárgalo para echarle un ojo y conocer a fondo sus funciones y características.
Entre las webs que ofrecen opiniones de verdaderos expertos, y que ofrecen algún comparador para confrontar distintos modelos y marcas están: quesabesde.com y decamaras.com, donde podrás encontrar análisis muy completos de la mayoría de los modelos.
Objetivos
Después de la cámara, el objetivo es lo más importante, y para elegirlo tenemos que fijarnos en varias cosas:
El rango focal. Es decir, cual es la mínima y la máxima posición del zoom para cubrir la escena. Si queremos abarcar mucho campo de visión tendremos que buscar números bajos, pero si deseamos hacer fotos a distancia y enfocar objetos lejanos, necesitaremos números altos. Entonces, es importante saber qué rango focal requieres, si un buen angular, un telefoto o un compendio de los dos. Sin embargo, si te interesa que la imagen no presente aberraciones ópticas, es preferible contar con al menos dos objetivos (18-55 y 55-200 mm, por ejemplo), ya que aquellos con una distancia focal muy amplia, por ejemplo un 80-400 mm, a pesar de ser más cómodos, tienen la desventaja de que degradan la imagen.
Zoom óptico. Fíjate en las distancias focales y en el zoom óptico, nunca en el zoom digital, porque éste no sirve para nada. Es como si ampliaras la foto en la computadora, lo que disminuye mucho la calidad de la imagen.
La luminosidad. Este punto es muy importante, sobre todo si queremos nitidez sin necesidad de usar el flash. A menor número f, el diafragma es más grande y entra más luz en el sensor. Es decir, que mientras más pequeño sea el número f de nuestro objetivo, nos permitirá sacar mejores fotografías aún cuando la luz sea escasa, además de que nos permitirá jugar más con la profundidad de campo, y usar velocidades de obturación más altas. Un objetivo f/1.4 tiene la posibilidad de captar mucha más luz natural que cualquier otro lente.
Estabilizador de imagen. Algunas cámaras tienen estabilizador de imagen integrado en el cuerpo; en ese caso esta distinción no aplica. Pero cuando no es así, el estabilizador debe estar en el objetivo para tener menos posibilidades de que las fotos salgan borrosas o movidas.
La marca. Además de las opciones que ofrece el fabricante de tu cámara (Canon, Nikon, Pentax, Sony, Leica, etc.), también hay fabricantes de objetivos de buena calidad que pueden usarse con las demás marcas: Sigma y Tamron.
El objetivo estrella
Independientemente de comprar un tele o un gran angular, el objetivo que todos debemos tener, o al menos probar, es el de focal fija de 50 mm, f/1.4.
La distancia focal fija nos ofrece la mejor calidad óptica posible, gracias a su especialización.
Se recomienda concretamente el 50 mm porque se ha demostrado que ése es el campo de visión que nuestros ojos abarcan en la vida real, por lo tanto, una foto hecha con este objetivo tiene el aspecto y las proporciones que nuestros ojos ven y nuestro cerebro procesa.
Tripié
Un tripié nos permite tener las manos libres y la cámara sujeta y estable, lo que es ideal cuando tenemos equipos pesados o cuando hacemos foto nocturna, paisaje, de producto o cuando usamos el temporizador. Además, nos ayuda a usar velocidades más bajas con el diafragma cerrado, así como a lograr tomas encuadres mucho más meditados.
Un buen tripié debe ser: estable, sólido, con controles minimalistas y de rótula de bola. Pero no todos estamos dispuestos a cargar con uno grande; si eres de esos, consigue un minitripié, que puede ser muy útil al estar de excursión o cuando hay que caminar mucho.
La parte más importante de un tripié es su rótula o cabeza, que es la que tiene que sujetar y bloquear la cámara incluso en ángulos de 90 grados. Las rótulas de bola son las más precisas al momento de fijar la cámara.
Antes de comprar, verifica cuál es el peso que puede soportar la rótula y asegúrate de que aguante tu cámara y tu lente más pesado.
Las patas del tripié influyen mucho en su peso final; si deseas que sea más ligero, éstas deben ser de carbono, de preferencia anchas, y por lo tanto más estables.
Comprar nuestro equipo fotográfico puede causarnos gran emoción, pero también puede ser agobiante y confuso si no tenemos idea de cuáles son los aspectos en los que nos tenemos que fijar para elegir la correcta. Esperamos que esta guía pueda serte muy útil para tomar una buena decisión. ¡Suerte con tu compra!