Has oído alguna vez que alguien dice no gustarle tal o cual foto porque le parece muy plana? Quiere decir que a esa foto le falta profundidad, porque no tiene una buena perspectiva. En este artículo queremos que aprendas qué es la perspectiva y el punto de fuga para que, con su manejo, logres que tus fotos sean espectaculares.
Una de las cosas más importantes a tener en cuenta cuando vas a tomar una fotografía, es que debes dotarla de profundidad. ¿Por qué? Pues porque la fotografía, como la pintura y el cine, son bidimensionales, y nuestra percepción de la realidad, a través de la mirada, es tridimensional. Te explico.
Nuestra realidad es tetradimensional, quiere decir que consta de cuatro dimensiones: anchura, altura, profundidad y tiempo. Pero la cuarta dimensión, que es el tiempo, no la vemos. Así, el entorno que observamos con nuestros ojos es tridimensional, o sea que tiene tres dimensiones. Mientras, la pintura, el cine y la fotografía solamente cuentan con dos dimensiones: anchura y altura. A estos medios y otras artes visuales les falta la profundidad, y para quitarles lo “plano”, hay que dotarlos de la ilusión de profundidad a través recursos como jugar con la perspectiva y el punto de fuga.
¿Qué es la perspectiva fotográfica?
La perspectiva en fotografía se refiere a la posición de tu cámara en correspondencia a los elementos que se captan en tu encuadre, su dimensión y la relación espacial que hay entre ellos, es decir, la forma en la que se reparte el espacio para lograr la ilusión de profundidad. Recuerda que estamos acostumbrados a pensar que mientras más pequeño se ve algo, es que está más lejano; y mientras más grande aparece, es que está más cerca.
¿Qué es el punto de fuga?
El punto de fuga es el lugar en la fotografía donde se unen varias líneas reales o sugeridas que se proyectan hasta el infinito, o sea, donde estas líneas se fugan. Los elementos que se colocan en el camino de estas líneas son más grandes en el primer plano y van haciéndose más pequeños en los planos subsecuentes, para que percibamos la distancia entre estos elementos y les asignemos una posición. De esta forma se provoca un efecto de perspectiva y distancia que produce una sensación de profundidad y crea la ilusión de la tercera dimensión.
Manos a la obra
Ahora que ya conoces la teoría, vamos a la práctica con algunos tips de cómo darle profundidad a tus fotografías. No es nada complicado ni se necesitan recursos o equipos costosos, más bien se trata de utilizar tu atención, tu afán de experimentación, tu ojo y tu instinto.
Localiza el centro de interés
Acuérdate de la regla de los tercios que ya hemos explicado en otras colaboraciones, de las líneas imaginarias que separan la imagen en los tercios y cómo los lugares donde convergen llaman mucho más la atención. Bueno, pues de la misma forma los puntos de fuga tienen un gran impacto en la percepción de la imagen, así que cualquier elemento que coloques en esa posición, o sea el punto de fuga o las líneas que lleven a él, resaltará de manera importante en tu encuadre.
Muévete y explora tu encuadre
Para lograr una composición que valga la pena, agáchate, súbete a un banco, vete a un lado y a otro. Observa a través de la lente de tu cámara las perspectivas que logras, fíjate cuántos puntos de fuga puedes encontrar, pon atención en las líneas que se forman con los elementos de la foto, pero también con las tonalidades que tienes en la imagen. Todos los elementos cuentan en la foto, capta su geometría y su color para detectar y utilizar tu punto de fuga.
Fíjate en la arquitectura
Los elementos arquitectónicos te brindan posibilidades muy ricas para encontrar puntos de fuga muy fácilmente. Practica con las líneas físicas que detectes, o con las que se veas sugeridas por los elementos reales, pon atención en la repetición de patrones, ahí seguramente encontrarás algo qué explotar. En la composición fotográfica, a esta repetición se le conoce como “ritmo visual”. El punto de fuga en la fotografía arquitectónica es imprescindible para captar la escala de los elementos como casas, edificios o del propio lugar para que la imagen tenga profundidad.
Capta mejor el paisaje
Igual que en la arquitectura, aprovecha los elementos de tu encuadre, solo que aquí en lugar de edificios, casas o ventanas, debes fijarte en árboles, ramas, montañas, piedras, nubes… De la misma manera, trata de identificar la geometría sugerida por los elementos y la repetición de patrones. Con esto seguramente no tomarás una foto plana, acuérdate también de utilizar los puntos de fuga para dirigir la mirada de tu espectador a lo largo del paisaje seleccionado, hasta un punto determinado, tu punto protagónico.
Puedes usar un gran angular
Para dotar a tus puntos de fuga de mucho más impacto, te sugerimos utilizar un gran angular. Recuerda que este objetivo cuenta con poca distancia focal, lo que le permite retratar una mayor parte del paisaje, pero que también cuenta con muchas más posibilidades. Esta lente hace que los primeros planos se vean más grandes y distorsionados, así que si quieres exagerar la perspectiva y contar con una gran profundidad de campo, este es el camino correcto.
Utiliza a personas para tu punto de fuga
Las personas que aparecerán en tu fotografía pueden ser utilizadas como elementos que nos guíen al punto de fuga. Tus fotografías seguramente lograrán mayor calidez en la percepción del espectador por la aparición del elemento humano, y más aún si retråatas sentimientos a través de este.
Elige el mejor lugar para tu punto
de fuga
No caigas en el error de poner siempre tu punto de fuga al centro del encuadre, algunas tomas lucen más así, pero otras no. Escucha a la imagen y decide en qué lugar situarlo.
• En el encuadre: Si colocas tu punto de fuga dentro del encuadre, la mirada de quien observe tu foto no saldrá de ella, todo el recorrido visual se quedará en tu imagen.
• En el horizonte: Con tu punto de fuga dentro del encuadre, puedes hacer que este se pierda en el horizonte, esto se usa mucho cuando haces fotografía de paisajes. Te sugerimos que pongas atención en que el horizonte esté derecho.
• Fuera del encuadre: Si colocas el punto de fuga fuera del encuadre, tu espectador recorrerá tu foto hasta salirse de ella, el efecto de esto es que le das más libertad a su imaginación.
• Regla de los tercios: Puedes poner tu punto de fuga en uno los cruces de las líneas de esta regla para que tenga un lugar destacado.
Recuerda
Antes de hacer click y quedarte con la primera foto que viste a través de la lente de tu cámara, ¡explora! Cambia de lugar, de ángulo, usa a tu favor todos los elementos que tienes para lograr una de las principales magias que nos transmiten las buenas fotografías: la perspectiva que nos dé la sensación de profundidad para obtener tu pequeña creación de realidad.