Hoy en día a pesar de la aparición, desarrollo y crecimiento de nuevas tecnologías para la impresión textil, la serigrafía sigue manteniendo su liderazgo como la mejor opción para la reproducción de tirajes de medianos a largos, esto se debe gracias a la gran diversidad de tintas, maquinaría y herramientas que han ido evolucionando en respuesta a las exigencias y tendencias del mercado provocando un crecimiento en el universo de materiales o recursos disponibles.
La búsqueda constante de las marcas por introducir nuevos productos que ofrezcan una solución o aplicación novedosa hace que para un impresor sea más complejo elegir los materiales e insumos que mejor se adapten a cada proyecto para así lograr el resultado ideal que además sea predecible, productivo y replicable.
El impresor tanto de pequeña, mediana o gran empresa se enfrenta día a día con un sinfín de desafíos en lo que a toma de decisiones se refiere, cada una de ellas puede tener resultados, problemas y efectos directos tanto en el proceso de producción, en el costo y por supuesto en la calidad del resultado final.
A pesar de lo complejo que puede llegar a ser resolver correctamente cada fase de decisión para un proyecto, a continuación, abordaré las variables más relevantes que funcionen como guía práctica para obtener lo que todos buscamos… “la impresión perfecta” que no es otra cosa que el correcto equilibrio entre calidad, productividad y costo.
IDENTIFICANDO LAS CARACTERÍSTICAS DEL SUSTRATO.
Cada textil y cada diseño es una historia diferente, vamos a comenzar identificando las propiedades del textil tomando en cuenta los siguientes puntos:
1. Composición del tejido. El poliéster como regla general requerirá la creación de un bastidor adicional para aplicar un bloqueador de migración y controlar el efecto de sublimación del color que ocasiona estos textiles contaminando el resultado final.
2. Color del textil. Esto nos ayudará a elegir la tinta adecuada al mejor costo, vale la pena mencionar que también podemos clasificar las tintas por su poder cubriente, las de mayor cobertura están diseñadas para prendas oscuras y tendrán un costo mayor por lo que si vamos a imprimir sobre prendas blancas o de colores pasteles, lo mejor será utilizar una tinta de opacidad regular o estándar.
3. Tipo de teñido del textil. Existen dos tipos de teñido en la industria textil, los teñidos directos y reactivos, estos últimos tendrán la posibilidad de utilizar tintas de descarga o corrosión que nos permiten tener un tacto más suave permitiendo una mejor transpiración en la prenda con un acabado o aspecto de mayor calidad.
4. Abertura del tejido y peso. Para camsetas de peso ligero es importante elegir mallas cerradas (90 a 150 hilos x cm lineal) para así controlar mejor los depósitos de tinta evitando la transferencia excesiva al reverso del textil causando contaminación o manchas durante el proceso. La impresión de textiles gruesos como podría tratarse de una loneta requiere de mallas más abiertas (43 a 62 hilos x cm lineal) para una correcta cobertura del color, cabe señalar que la abertura del textil será una limitante importante para artes con alto detalle, esos pequeños puntos podrían no imprimirse en un cardigan abierto ya que muy probablemente se perderían en los espacios entre un hilo y otro.
ANALIZANDO LAS CARACTERÍSTICAS DEL DISEÑO.
La revisión del diseño a imprimir nos dará puntos clave para decidir las siguientes variables:
1. Técnica de separación de color. Existen diversas técnicas de separación de color para serigrafía, entre las más populares podríamos mencionar la simulación de color, el CMYK o cuatricromía y la indexación de colores. No existe una técnica ideal, cada uno tendrá ventajas y desventajas importantes, por ejemplo, si deseamos imprimir un arte con colores Pantone específicos como es común en la impresión de licencias, en definitivo debiéramos optar por usar simulación de color ya que la técnica de cuatricromía no puede igualar tonos Pantone precisos, por esta razón será importante conocer y dominar todas las técnicas de separación de color y así elegir la más adecuada al diseño.
2. El bastidor correcto. De forma profesional podemos encontrar bastidores estáticos y auto tensables (Newman), se ha abierto un debate acerca de cuál es la mejor opción tomando en consideración el costo-beneficio, en mi experiencia puedo decir que un marco estático de aluminio puede tener los mismos resultados que un auto tensable, sin embargo durante la producción las mallas van perdiendo tensión y hay que considerar que en un marco estático no podrás reajustar la tensión teniendo como resultado impresiones geniales al principio y gradualmente ir perdiendo propiedades de calidad como cobertura, acabado y registro, temas que resuelven los marcos auto tensables ya que puedes ajustar la tensión de la malla en cada producción para siempre obtener el mejor resultado.
Un diseño de alto detalle y policromía tendrá mejores resultados con mallas en alta tensión (al menos 25 newtons) para una producción consistente.
3. Tamaño de bastidor. Aunque para muchos podría parecer obvio, la incorrecta elección del tamaño de bastidor es un error común, es importante saber que el área útil de un bastidor no precisamente es toda el área de la malla, generalmente el perímetro en un margen aproximado de 5 a 8 cm suele tener tensiones variables por lo que es importante mantener siempre dichos márgenes libre de diseño para evitar inconsistencias.
4. Eligiendo la malla ideal. Este es un tema complejo que debe tomar en cuenta varios aspectos como son la viscosidad de la tinta, el nivel de detalle o LPI del diseño y la cantidad de depósito deseado. En el ramo textil una malla de monofilamento de poliéster será garantía de estabilidad para la mayoría de los trabajos, las mallas amarillas serán siempre la mejor opción para diseños de alto detalle o diseños con letras pequeñas. Para los usuarios con menos experiencia siempre aconsejo revisar la ficha técnica del fabricante de tinta donde generalmente recomiendan las mallas más abiertas (10 a 34 hilos x cm lineal) para efectos especiales como alta densidad, escarchas, geles con partícula o adhesivos, las mallas de abertura media (43 a 77 hilos x cm lineal) son las más versátiles, tiene un depósito medio a alto de tinta para una mejor cobertura y efectos especiales como puff, shimmers o acabados con distintas texturas, las mallas más cerradas (90 a 150 hilos x cm lineal) se sugieren para diseños de alto detalle o fotografías bajo las técnicas de cuatricromía, indexación o simulación de color.
5. La emulsión correcta. Este es uno de los temas donde existe mayor confusión en la industria, es bastante amplio y técnico, pero podemos decir que dependiendo el tiraje, definición y tipo de tinta a utilizar podremos elegir la mejor opción. Existen emulsiones con mayor resistencia a solventes y otras a tintas base agua, algunas serán mucho más sensibles y brindarán alta definición para los trabajos más exigentes y otras tendrán alto contenido de sólidos para lograr mayores espesores de emulsión en circunstancias que requieran un alto depósito de tinta como podría tratarse de la técnica de alta densidad. Por lo que tomando en cuenta dichos factores muy seguramente encontrarás el producto ideal para ese resultado que buscas.
¿Y QUE HAY CON EL PROCESO DE PRODUCCIÓN?
Si tuviera que elegir tres puntos clave a tomar en cuenta antes de comenzar el proceso de pre y producción serían los siguientes:
1. El fotograbado es la clave. Se requiere una aplicación uniforme de emulsión en la malla, para eso siempre recomiendo utilizar un aplicador del ancho del diseño para lograr emulsionar en una sola aplicación evitando traslapes. Los mejores resultados se obtendrán utilizando películas o fotolitos profesionales con una suficiente densidad de negro para bloquear la luz UV y así exponer el tiempo adecuado asegurando la durabilidad del esténcil en producción. No olvides siempre hacer un cálculo correcto de los tiempos de exposición tomando en cuenta el tipo y características de la fuente de luz, tipo de emulsión, malla, LPI o detalle y espesor de emulsión aplicado en malla. Siempre que haya un cambio en estas variables se recomienda recalcular los tiempos nuevamente.
2. El rasero hace la diferencia. El hule deberá ser como el cuchillo del chef, siempre bien afilado. La elección correcta de la dureza será crucial para el control del depósito de tinta y por consecuencia de la definición del diseño. La dureza de los hules se mide en la escala de Shore A en un rango de 55 shA (los más suaves) a 90 shA (el nivel más alto de dureza), cada proveedor de tinta te dará recomendaciones de cuál le va mejor a cada producto y es importante comprender que las durezas más altas tendrán mayor control y definición sobre las tramas y detalles más exigentes pero si lo que requieres es mayor cobertura y depósito de tinta lo mejor será elegir durezas medias a bajas (70 a 60 shA).
3. Inclinación, presión y velocidad. No existe una ley absoluta para estos valores y tendrás que encontrar el mejor resultado sometiendo a prueba tu técnica. Como punto de partida siempre recomiendo 75 grados de inclinación, una presión suficiente que haga perfecto contacto con el sustrato y una velocidad que permita la correcta transferencia de la tinta. En ocasiones requerimos que la tinta penetre las fibras de la tela como es el caso de las tintas de descarga por lo que requerirá mayor presión al imprimir, también habrá casos como los adhesivos para foil donde lo mejor será una mayor inclinación del rasero y fuerza media para dejar una capa en la superficie del textil y no dentro de las fibras teniendo así óptimos resultados. Es cuestión de práctica, pero entendiendo la lógica de estos valores podrás tomar la decisión adecuada para cada caso.
¿Y QUÉ MÁQUINA DE IMPRESIÓN ELEGIR?
En el caso de la impresión manual es muy común encontrar los pulpos serigráficos como la máquina preferida por los impresores en México y Norte América, sin embargo en Asia, Centro y Sudamérica es común encontrar mesas de impresión lineales que a pesar de no tener el nivel de velocidad de un pulpo tiene otras prestaciones como una mayor facilidad en la impresión de tintas base agua, otro punto a considerar es que el límite de colores será la cantidad de marcos disponibles en el taller a diferencia del pulpo donde la cantidad de brazos limitará la cantidad de colores a imprimir. Valdría la pena valorar las ventajas y desventajas de cada equipo para hacer nuestro trabajo más productivo y con mayores alcances; sea un pulpo manual, automático o mesa lineal deberá ser estable, preciso y bien nivelado.
Cuando me propuse escribir una breve guía de como conseguir “la impresión perfecta” asumí el riesgo de omitir un sinfín de variables y recomendaciones que sería imposible plasmar en un solo artículo pero estoy seguro que dicha guía establecerá un claro camino de decisiones que dará predecibilidad y consistencia en tus procesos para lograr “la impresión perfecta”.
*Agradecemos al Lic. Xikotenkatl Flores López – Director de Daytitex, por la colaboración en este artículo.