Si de gran formato hablamos, es bien sabido que el vinil es uno de los materiales más populares de la industria gráfica; por su durabilidad, practicidad y atractivo visual ha tenido particular penetración en el sector publicitario, pero también se usa con frecuencia en la decoración de interiores, la señalética, la rotulación y muchas otras aplicaciones. Si bien el vinil de impresión no es tan resistente como el de corte, su superficie lisa es perfecta para recibir una amplia gama de colores, de modo que permite diseños de muy alta complejidad.
A grandes rasgos, la impresión de vinil es práctica y sencilla, pero eso no quiere decir que no requiera cierto dominio del material y los equipos, o que no puedan presentarse algunos inconvenientes durante el proceso. De hecho, uno de los más comunes es la contaminación de la impresión por el exceso de estática que naturalmente producen los materiales con altos contenidos plásticos, como es el caso del vinil.
EL PROBLEMA
La estática es un fenómeno muy común que consiste en la acumulación excesiva de carga eléctrica en un cuerpo, generando algo parecido a un campo magnético que provocará la atracción o repelencia de otros cuerpos pequeños. En el caso del vinil de impresión, la estática que se genera en la superficie del material puede provocar una distribución anormal de la tinta, o que el vinil se contamine de agentes externos como motas de polvo, cabellos o pelusas; esto no tiene nada qué ver con la limpieza
del área de trabajo, pues la estática es capaz de atraer cuerpos tan pequeños que quizás no notemos a simple vista.
El vinil imprimible se maneja en rollos de distintos tamaños y maniobrarlos es parte fundamental del proceso, desde la transportación hasta el montaje en los equipos de impresión implica cargar el material y moverlo constantemente, por lo que existe riesgo de contaminación. Imaginemos por ejemplo un rollo de vinil montado en una impresora de gran formato que se restirá para imprimirse: muy probablemente atraerá polvo u otras fibras tanto del suelo como del aire.
¿Y cómo trabaja un vinil contaminado? El hecho de que una superficie esté empolvada o tenga suciedad de otro tipo no significa que no podrá imprimirse. El proceso no se interrumpe, e incluso es muy raro que ocasione daños a los equipos de impresión; en realidad el problema está en que las tintas se adherirán a los contaminantes y eso le dará un acabado sucio a la impresión final, los colores pueden variar en algunos puntos, generar rugosidades a veces hasta notables al tacto, o visibilizar fibras que no hubiéramos visto de otra forma.
Algunos de los problemas que la estática puede provocar en el vinil son los siguientes:
La suciedad se hace visible. Como ya mencionamos, y sobre todo en caso de imprimir con tintas de color claro, algunos restos de suciedad que pueden parecer mínimos cobrarán magnitud y podríamos obtener una impresión con “lunares” de polvo u otros cuerpos. Además, tengamos en cuenta que en un taller de impresión suele haber muchos residuos. Si por ejemplo un solo grano de pigmento u otra sustancia que pudiera diluirse se llegara a adherir a la superficie del vinil, se activaría con las tintas y de inmediato las contaminaría, modificando su color y poniendo en riesgo la continuidad de una producción.
Mayor mantenimiento. Si bien la estática suele ser inofensiva para los equipos de impresión, no sucede lo mismo con los cuerpos que ésta es capaz de atraer. Granos de arena o pelusas muy finas podrían dañar los cabezales de impresión u otras partes de la máquina. Siempre es recomendable, entonces, programar mantenimientos
preventivos, pero acabar efectivamente con la estática es mucho más práctico y nos ahorrará importantes sumas de dinero.
Contorno rojo en líneas negras. La acumulación de estática en la superficie ocasionará un comportamiento anormal de la tinta. Así como atrae cuerpos, la estática aleja otros y lo mismo sucederá con la tinta, esto significa que podríamos obtener un trabajo con mala adherencia del color, donde se notarán partes más claras que otras. El rociado excesivo es un ejemplo claro de este fenómeno y el resultado son líneas difusas que parecieran sombreadas con tinta roja, esto es bastante molesto cuando se trata de textos, pero también luce muy mal en imágenes y es lo que llamaríamos una mala impresión.
De la misma forma puede pasar que aparezcan restos de tinta (como franjas o puntos) en los espacios que originalmente deberían ser blancos, ya que las partículas de tinta se moverán en el sustrato a causa de la estática.
Posible amenaza a la salud. Aunque parezca inofensiva, la estática en exceso puede ser riesgosa para quienes están expuestos constantemente a ella, o sea, los operadores de equipos de impresión vinílica. Al tocar sustratos con estática, esta carga eléctrica se distribuye uniformemente sobre la piel (que es una excelente conductora eléctrica), y si la persona luego tiene contacto con una superficie metálica, se ocasiona entre ellos una descarga que puede ser dolorosa y peligrosa.
Combatir eficazmente la estática en un proceso de impresión es entonces más que una cuestión económica o de calidad, también se trata de seguridad humana.
LA SOLUCIÓN
Este, por supuesto, no es un problema nuevo de la impresión sobre vinil y desde los inicios de esta técnica se le combate con distintos métodos, pero lo cierto es que la efectividad de los mismos es muy variable. Desde pistolas anti-estática, ionizadores de aire, humificadores y hasta toallitas húmedas pueden o no servir a algunos impresores; aunque la mayoría de ellos coincide en la efectividad de un sencillo aditamento: el cordón elástico anti-estática.
High Tech Signs es una empresa norteamericana que se ha dedicado por años a la impresión de gran formato y, como muchos otros impresores, se enfrentó a las dificultades que la estática provoca en sustratos de contenido plástico; hasta que su equipo encontró una solución sencilla, práctica y económica que hoy se comercializa a nivel internacional. Se trata de un cordón elástico llamado Staticure de fácil aplicación y grandes resultados.
El Staticure es un cordón relativamente grueso que integra en cada extremo un imán, el cual se adhiere en la superficie metálica de los extremos de una máquina impresora de gran formato, a la altura de los rodillos y a una muy corta distancia del vinil, sin llegar a tocarlo. Al ser elástico, el cordón queda tenso junto al material. Para mejores resultados es recomendable colocar dos cordones Staticure (uno de cada lado del sustrato), de modo que el vinil pasará entre ambos. Gracias a su capacidad de ionización, este cable neutraliza la estática eléctrica y “limpia” el vinil justo antes de que éste entre a la máquina, garantizando que estará perfectamente preparado para recibir la impresión.
A la fecha, en el mercado se ofrecen distintas marcas de cordón antiestática y la elección del ideal dependerá de las necesidades del impresor: desde las dimensiones de su equipo hasta los volúmenes de producción que maneja. Estos cordones están hechos de materiales conductivos como el cobre o filamentos de micro fibra que son naturalmente conductores eléctricos. En otros términos, podríamos decir que estas cuerdas “absorben” la carga eléctrica del vinil.
Aunque es muy evidente cuando un rollo de vinil está cargado de estática, siempre es recomendable medir la intensidad de la misma para saber exactamente cuánta energía queremos neutralizar, e incluso elegir un cordón especializado para esa carga. Para eso existen los medidores de estática, compuestos de un sensor que nos dirá exactamente cuántos voltios hay en el sustrato.
Existen cordones que van desde los 10 hasta los 25 metros y son fácilmente adaptables a cualquier equipo de gran formato. Lo mejor de esta solución es que no requiere una alta inversión adicional ni una colocación sofisticada.
Por otra parte, un excelente complemento al montaje de cordones anti-estática podrían ser las cintas adheribles disipadoras de estática para el personal humano. Se trata de un producto muy práctico que se coloca en el interior y exterior de la suela del calzado de los técnicos y neutraliza las cargas eléctricas. Sin adherirse a la piel, esta cinta conduce la electricidad estática del cuerpo a otra superficie, como el piso, garantizando la seguridad de los operadores.
Aunque los cordones son un método muy efectivo, no está demás complementarlos siempre con otras medidas de prevención y seguridad, tanto para no dañar los equipos o consumibles, como para mejorar las condiciones de salud en que trabajan los empleados impresores, incluso si las cargas eléctricas son muy bajas. Si te dedicas a la impresión de vinil, estas soluciones pueden llevar tu negocio al éxito.