Conviértete en un Máster del Macro.

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Eres de quienes gustan observar y registrar hasta el más mínimo detalle? Si es así, seguramente sabrás que el mundo de las cosas pequeñitas encierra una riqueza excepcional, y lo sabes –en parte– gracias a montones de macrofotografías que has visto a lo largo de tu vida: insectos, fibras, plantas, tejidos, objetos diminutos, y todo un universo de opciones que no podemos observar a simple vista y que se han registrado gracias a una cámara
fotográfica.

A través de la macrofotografía nos transportamos a la dimensión de lo minúsculo y lo traemos hasta nuestros ojos de forma que cualquiera pueda apreciarlo, sorprenderse y conocer el mundo de manera distinta. Hoy te diremos qué equipo necesitas y te daremos algunos consejos para que logres la magia de esta divertida y sorprendente
técnica.

EQUIPO Y ACCESORIOS
Lo primero que tienes que saber es que para lograr fotografías macro de gran calidad, no basta con un equipo fotográfico convencional, sino que debes tener algunos aditamentos que te ayudarán a convertir tu proyecto en una realidad.

• Objetivos macro Los objetivos macro son aquellos que están diseñados para que podamos enfocar a una distancia muy corta sin que requiramos de un lente adicional para conseguir ampliaciones desde 1:1 en adelante. Son objetivos que están minuciosamente ajustados para trabajar a distancias muy cortas, que suelen tener focales de entre 50 y 180 mm, sin aberraciones ópticas y muy versátiles, lo que los hace aptos para usarse en distintos tipos de fotografía, motivos por los cuales suelen ser más costosos que los objetivos estándar.

Toma en cuenta que mientras más larga sea la focal, puedes obtener el mismo aumento sin tener que acercarte tanto al sujeto, sobre todo en el caso de insectos, que al percibir tu presencia pueden huir rápidamente.

Entonces, si optaste por un objetivo pesado, busca que sea lo más luminoso posible, que cuente con estabilizador de imagen, procura escenas bien iluminadas para poder disparar a mayores velocidades (mientras más rápido sea el disparo, menos posibilidad de que la foto salga movida) y, en la medida de los posible, utiliza un tripié.

Otra opción son los objetivos gran angulares, que permiten enfocar a distancias cortas, pero provocan algunos efectos de profundidad de campo y distorsión, de los cuales también puedes sacar provecho.

Y si el bolsillo anda medio tambaleante, o simplemente no quieres gastar en un objetivo, también puedes usar un objetivo invertido. Ya sea un objetivo manual antiguo en el que se pueda controlar el diafragma por medio del aro, o la lente de tu cámara, con un adaptador (anillo de inversión) para fijarlo y controlar la entrada de luz.

• Lentes de aproximación También conocidos como filtros de aproximación o close-up, estos aditamentos también son una opción económica. Funcionan como lupas, permitiendo un mayor acercamiento al motivo. Se enroscan al portafiltros del objetivo y suelen venir en paquetes de tres, con aumentos diferentes (+1, +2 y +3), así podemos poner uno solo o irlos sobreponiendo, empezando por el de mayor aumento.

Sin embargo, la mayoría de estos lentes tienen como desventaja una baja calidad de construcción que ocasiona defectos ópticos (aberraciones, pérdida de contraste) que afectan la calidad de la imagen, por lo que por lo general se recomiendan únicamente para el uso aficionado.

• Tubos y fuelles de extensión Sólo se pueden utilizar en cámaras con objetivo desmontable y sirven para aumentar la distancia focal mediante un tubo o un fuelle como accesorio para alejar al objetivo de la cámara. Al distanciar el objetivo del sensor, se puede enfocar a menor distancia y aumentar el tamaño de la imagen. La desventaja es que se pierde mucha luz.

• Duplicadores o teleconvertidores Estos dispositivos son muy parecidos a los tubos y fuelles de extensión, con la diferencia de que en su interior sí tienen lentes de aumento para aproximar el objeto.

• Disparador El disparador remoto es una chulada, ya que permite una nitidez mucho mayor al eliminar la vibración que producimos con nuestro dedo en la cámara al momento del disparo.

• Tripié Sí, da flojera cargarlo, pero créelo, el tripié es un elemento básico para quien quiera adentrarse en la técnica de la macrofotografía, ya que mientras mayor sea la distancia entre la cámara y el objeto, y más grande sea el acercamiento con el macro, la imagen correrá más riesgo de salir movida.

Busca un tripié al que se le puedan abrir las patas casi hasta el nivel del suelo y cuya barra central se pueda manejar horizontal o vertical. También puedes conseguirte una regleta de enfoque milimétrico, que te ayudará a hacer un ajuste mucho más preciso.

• Iluminación El uso del flash nos permite disparar a velocidades de obturación más altas, e incluso usar diafragmas más cerrados cuando queramos un poco más de profundidad de campo. Así que no te la pienses en usar un flash de relleno (con un difusor que ayude a atenuar las luces y sombras) o un flash anular, que se coloca en la parte frontal del objetivo e ilumina de manera más uniforme.

EL MOMENTO DEL CLIC
¿Ya tienes todo lo necesario? Ahora sí, llegó la hora de la verdad. Recuerda que buscamos lograr fotografías con una gran nitidez, y para ello te recomendamos poner mucho cuidado en los siguientes ajustes:

• Profundidad de campo Al fotografiar muy de cerca, normalmente la profundidad de campo es muy escasa, lo cual puede ser una piedra en el trabajo para nuestro proceso fotográfico, ya que incluso un pequeñísimo movimiento de la cámara puede ocasionar que el enfoque se desvíe del lugar correcto. Para que esto no suceda, tendremos que usar el diafragma en el punto más cerrado posible, siempre que las condiciones de luz nos lo permitan.

Por otro lado, puede ser que desees que la imagen tenga una profundidad de campo muy limitada y abras el diafragma de manera intencional. En este caso, deberás ser muy cuidadoso al momento de disparar, es el momento ideal de utilizar tu tripié y disparador remoto.

• Velocidad Las velocidades altas (de más de 1/250) serán tus grandes amigas, aunque si vas a usar flash, revisa cuál es la velocidad máxima de sincronización de tu dispositivo (normalmente es de 200) y ajústate a ella.

Ya que vayas agarrando práctica, podrás ir bajando la velocidad poco a poco para conseguir distintos efectos, pero por lo pronto métele velocidad.

• Enfoque Si tu motivo es estático, lo mejor es utilizar el enfoque manual e ir girando lentamente el anillo hasta dejar el motivo totalmente enfocado. Sin embargo, si vas a retratar un insecto o algo que se mueva, lo mejor es que recurras al enfoque automático.

Finalmente, y tal vez el consejo más importante: ármate de paciencia. La fotografía macro implica un arduo proceso de prueba y error donde al principio no obtenemos los resultados que esperamos. No claudiques, sé perseverante, y tarde o temprano te encontrarás logrando fotografías impresionantes.

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