5 años de evolución: panorama de la impresión digital en empaques

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Entre los muchos mercados a los que atiende la industria gráfica se destaca el del empaque y embalaje. No es que sea más o menos importante o rentable que otros, sino que su desarrollo se ha dado de forma muy especial involucrando diversos factores como la cultura de consumo, la tecnología digital, la creatividad de las marcas y, más recientemente, el auge de las políticas medioambientales. Esto ha ocasionado que su evolución sea poco tradicional y su campo de oportunidad amplísimo.

Con esto en mente, comprendamos entonces que no podemos estudiar el progreso de este sector como lo haríamos con cualquier otro: partiendo del avance tecnológico y el perfeccionamiento de los equipos. En el caso del empaque, las tecnologías digitales conviven todo el tiempo con métodos analógicos y es difícil hablar de una homogeneidad en los procesos.

Si bien la adopción de la impresión digital ha sido lenta en el sector, no ha sido la misma historia cuando se trata de etiquetas, que de hecho comenzaron a digitalizarse en una etapa muy temprana del boom digital, al grado de que hoy en día existen etiquetas inteligentes y con características que no serían posibles de ninguna otra manera. Algunos expertos creen que esto se debe a que las características y necesidades de la industria del empaque son muy distintas a las de la impresión en cualquiera de sus modalidades. Sin embargo, un cambio en este paradigma está surgiendo y cada vez vemos con mayor naturalidad la combinación de técnicas digitales y análogas o cómo algunas marcas optan al cien por ciento por las primeras.

UNA INDUSTRIA ÚNICA
En principio podemos decir que el mercado del empaque tiene requerimientos muy específicos, como lo es la tridimensionalidad y flexibilidad de las áreas de impresión, así como una diversidad enorme de materiales, lo que puede significar un reto para cualquier impresor y una inversión económica muy grande. En este punto es comprensible que la migración se dé de forma paulatina, si a ello sumamos el hecho de que técnicas como la flexografía poseen una calidad muy alta y se mantienen en un rango de precios estable, el panorama para la tecnología digital se “complica”, entre comillas, porque eso no significa que no esté creciendo de forma exponencial, tanto que ya en 2014 se anticipaba un crecimiento anual del 17 por ciento en el informe “El futuro de la impresión de empaques a 2019”, realizado por la reconocida casa Smithers Pira, el cual además pronosticaba un volumen de 19 mil millones de dólares para este año.

¿A qué obedece este comportamiento de la industria? Aunque por supuesto hay muchos factores para tener en cuenta, sin duda podemos hablar de uno determinante: la personalización. Los consumidores modernos la buscan en todos los productos que adquieren, aunque ello signifique un envase único y no necesariamente una diferenciación en el producto como tal. Esta tendencia ha revolucionado todos los sectores comerciales que podemos imaginar, y la industria gráfica es especialmente susceptible porque de algúna forma u otra, todo tiene una envoltura. 

Por otro lado, el creciente interés por la responsabilidad medioambiental y las posturas que las marcas han adoptado frente a ella también han impactado a la industria del embalaje; la búsqueda de materiales, consumibles y hasta máquinas más ecológicamente eficientes están marcando un puente entre las técnicas tradicionales y digitales de impresión.

ANTES Y DESPUÉS
La legendaria campaña de Coca Cola, “Share a Coke”, es quizás uno de los momentos de ruptura más importantes del mundo del empaque, pues demostró claramente y con mucho éxito las virtudes de la impresión digital y su potencial para impulsar campañas creativas, virales y, por supuesto, personalizadas.

Según especialistas, aunque no desbancará del todo a procesos tradicionales, la impresión digital está creciendo y se espera que el volumen del mercado mundial alcance los 420 millones de euros en 2020, siendo la impresión de empaques el área con un crecimiento más significativo del 3,3 por ciento anual, lo cual representaría 141 mil millones de euros el próximo año. Llama la atención que los productos más demandados serán (y son ya) las cajas plegadizas, etiquetas y empaques flexibles.

Este progreso del mercado digital es muy significativo si tenemos en cuenta que en 2015 sólo el 7 por ciento de los empaques se imprimía digitalmente, y desde entonces a la fecha esta tecnología ha crecido un promedio de 8 por ciento anual. Estos datos nos llevan invariablemente a una pregunta, ¿Cómo se ha traducido este crecimiento en el diseño de los equipos de impresión de última generación?

EQUIPOS REVOLUCIONARIOS
En sus inicios, cuando la impresión digital comenzó a irrumpir en el mercado del empaque, las máquinas de impresión eran bastante sencillas y por eso no tuvieron problema en posicionarse como alternativas eficientes para la impresión de etiquetas, cuyas exigencias son menores en comparación con la impresión de empaques flexibles, cajas plegadizas o cartones corrugados. Debido a ello, el mercado de las etiquetas tiene una ventaja tecnológica de entre 10 y 12 años respecto a los anteriores; y en la actualidad existe un enorme abanico de equipos sofisticados para este tipo de aplicaciones. El modelo Tau 330, por ejemplo, desarrollado por Durst, puede usarse como una impresora independiente, un sistema de impresión combinado con el sistema de acabado láser en línea LFS, o como una solución híbrida capaz de integrar las opciones de acabado de la serie OMET Flex-X6; esto la convierte en una máquina muy adaptable a las metas de cualquier negocio de impresión.

Específicamente hablando de empaques flexibles, HP sentó las bases de la tecnología digital aplicada al embalaje con su ya famoso modelo Indigo (utilizado en la campaña Share a Coke), y desde entonces han surgido otras opciones que buscan cada vez más no sólo aumentar la calidad de la impresión, sino superar la eficiencia de técnicas tradicionales como la flexografía. Uno de los principales retos que estos equipos han enfrentado tiene que ver con la practicidad, pues algunos procesos como el barnizado, el corte o la impresión de colores especiales debían hacerse por separado.

Con el fin de simplificar estos procesos, y bajo la premisa de “Automatizar, digitalizar y conectar”, es que la marca Esko y la casa Smithers Pira anunciaron un webinar en este mes de febrero, para demostrar la forma más eficiente de gestionar el color en el diseño de envases durante el proceso de impresión. Ambos aseguran que digitalizando la especificación del objetivo de color, comunicándola digitalmente durante el flujo de trabajo, y automatizando la configuración de los sistemas de inspección de la prensa en línea, se puede alcanzar lo que llaman “el primer color correcto”. De ser así se garantizaría una fidelidad absoluta al color, lo cual es fundamental cuando hablamos de empaques y, por lo tanto, de identidad corporativa, representando así un paso más para el sector digital del embalaje.

De igual forma, HP ha trabajado en el perfeccionamiento de sus equipos orientados a esta industria, aunque en más de una ocasión los voceros de la marca han asegurado que no pretenden desbancar a las técnicas análogas, sino complementarlas. En esta búsqueda HP presentó en Pack Expo 2018 su prensa digital Indigo 20000 para empaques flexibles, Indigo 30000 para cajas plegables, Indigo 6900 con Indigo GEM e Indigo 8000 para etiquetas innovadoras, así como las prensas corrugadas PageWide C500 y PageWide T1190, las cuales integran nuevas herramientas como la HP SmartStream Collage, que ofrece diseños únicos para manipular los logotipos y símbolos de marca.

Sin duda, una de las herramientas más llamativas de estos equipos tiene que ver con la protección de marca, se trata de una serialización encubierta con ElectroInks HP Indigo Amarillo y Azul Invisible, que permitirá a las marcas protegerse de la falsificación y otros tipos de vandalismo, ya que tendrán la capacidad de rastrear sus productos.

En materia de automatización de los flujos de trabajo HP presentó HP PrintOS basada en la nube: la división PrintOS Site Flow es especial para etiquetas y empaques y está diseñada para gestionar producciones de altos volúmenes automatizando la preimpresión y hasta el envío de pedidos. PrintOS OEE, por su parte, usa la metodología estándar de la industria OEE (Eficacia general del equipo) para aprovechar las oportunidades de rendimiento de la máquina y aumentar su productividad hasta en un 20 por ciento cuando así lo requieren los proyectos. PrintOS Box EPM Preflight es una excelente herramienta que escanea automáticamente los archivos PDF que se mandan a imprimir para verificar su compatibilidad con las tintas disponibles y ofrecer al impresor el modo de productividad que mejor se adapta al trabajo específico.

Pack Ready es también uno de los más importantes desarrollos de HP, pues como mencionábamos, el hecho de que un sólo producto pasara por tantos procesos de acabado complicaba la producción de envases. Esta alternativa de laminación es un punto de entrada simplificado y fácil de usar para envases flexibles, ya que permite laminados estándar sin necesidad de dedicarle tiempo al secado. Además de ventajas de durabilidad, estos acabados tienen fines estéticos.

Otras marcas de equipos concentran sus esfuerzos en mejorar la velocidad de impresión y la gestión del color, o en valores agregados de producción, como es el caso de Xerox, que trabaja en la integración de inteligencia artificial a sus equipos iGen para obtener productos de mayor calidad con menores costos de producción gracias a la gestión de materiales, presupuestos acertados y la optimización de los tiempos. Mimaki, por su parte, trabaja con la línea UCJV300, que combina las funciones de impresión y corte para agilizar la producción. Esta serie es especialmente atractiva para la industria del empaque porque cuenta con una tecnología de impresión a cuatro capas, obteniendo colores muy intensos y duraderos; además, gracias a que la tinta UV es de secado inmediato, los trabajos pueden pasar a laminarse inmediatamente después de la impresión.

Según las proyecciones a futuro que se hicieron en 2014 y 2015, 2019 será un año fundamental para el mercado de la impresión digital de empaques, y parece cumplirse, pues 2018 cerró con importantes lanzamientos que este año tendrán aplicación práctica. Ya sea como impresor o consumidor final, este es un sector que no podemos perder de vista si queremos mantenernos competitivos.

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