La impresión de prendas terminadas tiene una larga historia, si nos remontamos a la década de los 80’s, el común denominador para iniciar un negocio en la decoración de prendas o playeras, era la serigrafía, incluso era una materia obligatoria en las universidades de diseño que buscaban preparar a los alumnos en un oficio que tenía un potencial económico considerable, aún no existía la web o las computadoras personales como hoy las conocemos, pero hay que decir que si existía la impresión por transferencia de calor que se encontraba en pañales.
Podemos recordar a principios de los noventa papelerías como Lumen o Casa Bernstein ofrecer estampar tu playera blanca con una imagen a tu elección que podías llevar en una fotografía impresa, ellos se encargaban de escanearla (ya que no existían los flash disk USB, el e-mail o la nube) y de imprimirla en papel para ser transportada a la tela por medio de calor. La desilusión llegaba al momento de lavarla por primera vez, nuestra imagen ideal se deslavaba casi completamente, Muy diferente a la serigrafía que ya garantizaba una resistencia enorme al lavado y al uso.
UN POCO DE HISTORIA
Esta técnica, sin embargo, significó un gran nicho donde los emprendedores podían tratar de comercializar la impresión. Con el tiempo la técnica se perfeccionó, convirtiéndola en un proceso favorecido por las empresas en el mercado de regalos personalizados y en la impresión de promocionales, junto con otros métodos como la serigrafía. Sin embargo, la impresión por transferencia láser en esta etapa estaba restringida a prendas blancas o pastel y las camisas oscuras quedaban supeditadas a ser elaboradas con una base plástica blanca adherida a la prenda, con poca resistencia al lavado.
Las impresoras DTG aparecieron por primera vez en el mercado a principios de 2004 e igualmente que con el transfer en ese momento sólo podían imprimir en camisetas blancas o muy pálidas. La razón principal de esto fue que la base de tinta blanca, que se requiere para las camisas oscuras, no se había inventado. La tinta blanca estuvo disponible aproximadamente un año después.
Todavía faltaban algunos años para que la tinta blanca se perfeccionara y muchos sistemas tenían problemas con bloqueos en las tuberías y cabezales de impresión. Esto hizo que algunas empresas dejaran de comprarlas, en la actualidad, este problema ha desaparecido dramáticamente hasta un punto donde la mayoría de las marcas de impresoras son aceptables.
Esto sucede por que las tintas CMYK no son tan densas como la tinta blanca, la tinta blanca es muy densa para poder servir como base cubriente del color de la tela, contiene mucho dióxido de titanio que es un agente pesado y pegajoso que se asienta rápidamente, lo que puede causar obstrucciones y averías serias en los sistemas de las impresoras.
La clave para no tener problemas de bloqueo en los tubos es comprar una impresora que tenga un sistema de tinta presurizada, lo que quiere decir que podemos dejar la impresora sin usar por hasta 30 días con la alimentación apagada sin ningún problema. Otros sistemas, deben ser lavados si se dejan por más de unos pocos días o se dejan encendidos con un sistema de circulación de tinta.
PREPARA A TU PERSONAL
El bloqueo de cabezales y tuberías no es el único de los secretos que guarda la impresión directo a prenda. Considerando que la inversión en estos equipos es considerable debemos saber que existen otros secretos que pueden evitarnos la pérdida de dinero al iniciar un negocio de personalización de playeras con nuestro equipo DTG.
– Muchas muestras o pruebas de impresión son simplemente un desperdicio si no existe una capacitación o entrenamiento adecuado, muchos operadores no tienen la preparación adecuada por parte de los distribuidores del equipo, y esto ocasiona que se dediquen a hacer pruebas de impresión sin sentido tratando de adivinar el ajuste de color, la resolución de la imagen, el tipo de tela o pre-tratamiento causantes de que la prenda no quede bien terminada, generando con estas pruebas gastos inútiles. La solución es que al adquirir un equipo preguntemos al vendedor todos los parámetros ideales para una impresión óptima, hacer pruebas con el, desde la preparación de la imagen y de la playera hasta la impresión con diferentes combinaciones de textiles, pruebas de pre-tratamiento, tiempos de secado, lavadas o perfiles de color, es preferible invertir más tiempo en esta etapa hasta poder detectar las fallas a la primera que después estar adivinando la causa de una mala impresión.
LOS CABEZALES: PUNTO MEDULAR
– Los cabezales de impresión de un equipo directo a prenda son el corazón de una impresora, sin embargo, casi ningún fabricante los incluye en la garantía, ¿Por qué? A menudo es porque no han diseñado suficientes medidas de seguridad para evitar que los cabezales de impresión se obstruyan. Recordemos también que es una de las partes más costosas de la impresora en caso de tener que reemplazarla. Incluso existen equipos que por proteger el cabezal de impresión, pueden tener configurados puntos de falla adicionales que evitan el funcionamiento de la impresora si esta representa un daño al cabezal. Procuremos elegir a los distribuidores que proporcionan garantía sobre el cabezal de al menos un año y garantiza un soporte técnico eficiente.
Por otro lado, vale la pena convertirnos en la primera línea de defensa del cabezal, evitando que este sufra golpes, se obstruya o sea tocado por manos inexpertas. Algunos fabricantes le ofrecen sistemas de recirculación, estación de mantenimiento y compuestos de limpieza. Algunos modelos incluso sumergen los cabezales de impresión en una solución de limpieza cuando la máquina está inactiva. Una buena regla general es que, menos partes en movimiento equivalen a menos puntos
de falla.
MANTENIMIENTO: UN HABITO IMPORTANTE
– Cuando uno busca comprar un equipo de impresión DTG, una de las primeras cosas que menciona el vendedor es la velocidad del equipo, sin embargo, también es bueno recordar que en la práctica, las impresoras más rápidas generalmente requieren más tiempo y tinta para mantenerlas. En general, también producen grandes cantidades de tinta residual. Las tareas que consumen mucho tiempo incluyen limpiezas de cabezales, líneas llenas de tinta, purgas, repaso del sistema y abrir la cubierta con frecuencia para acceder a componentes sucios. Esto puede tener el efecto secundario de docenas o posiblemente cientos de mililitros de tinta residual, que tendrá que compensar en el volumen de producción. Una impresora común, de nivel de entrada, construida según los estándares actuales puede pagarse por sí misma entre tres a seis meses posteriores a la venta, con un promedio de 20 a 30 impresiones por día. La realidad es que no es necesario que tu equipo de impresión sea un tren de alta velocidad trabajando, los propietarios experimentados saben que, cuanto más rápida sea su máquina, más tiempo necesitará dedicar al mantenimiento. Puedes tener ganancias extraordinarias con equipos que no desperdicien tanta tinta residual y con hábitos correctos de mantenimiento diario. Varias encuestas de fabricantes a propietarios, revelan que si los propietarios tenían que elegir entre un equipo con una producción más rápida o una producción de mayor calidad, la gran mayoría elige la calidad. Los propietarios exitosos saben que es mejor
para ellos.
– La frase “mantenimiento bajo o nulo” es casi siempre una mentira. Una promesa de mantenimiento sencillo es irrelevante si la impresora no está lista para funcionar bajo demanda, todos los días, de manera constante. Ser capaz de realizar inyecciones de boquillas hasta que la tinta deja de salir debido a que hubo algún descuido en el mantenimiento y dejó que la tinta se acumulará en alguna parte.
Cuanto más transparente sea el fabricante sobre el tiempo de inactividad, mejor. Una persona de negocios honesta entiende que no existe una impresora 100% infalible. Al igual que con un auto de carreras, sabemos que las paradas en pits son inevitables, se debe esperar un tiempo de inactividad y tener las estimaciones en gastos que se pueden
presentar.
Presione a su fabricante sobre la verdadera carga de mantenimiento o hable con varios clientes de referencia.
PREGUNTE A LOS PROPIETARIOS EXISTENTES:
• ¿Cuántos días estuvo sin impresora en el último año por fallas o mantenimiento?
• ¿Está su impresora siempre cargada y lista para funcionar? Si no, ¿por qué no?
• ¿Cuánto tiempo se tarda en lograr el 100% de las pruebas de inyectores y las impresiones perfectas? El representante de ventas me dice N minutos. ¿Qué tan cierto es eso en tu caso?
• ¿Ha tenido que reparar o reemplazar componentes? ¿Era caro? ¿Cuánto tiempo pasó en la tarea? ¿Enviaste la impresora o te llegó un técnico? ¿Por qué?
– Si deseamos una impresión colorida y con resistencia al lavado es necesario aplicar el pre-tratamiento a la prenda, todos los fabricantes la recomiendan para la impresión de playeras claras y es indispensable en la impresión de playeras oscuras. El pre- tratamiento fortalece la unión entre la tinta y las fibras del textil y logra colores más brillantes. ¿Qué tan difícil es un tratamiento previo? ¿Cuál es el proceso? ¿Está desordenado? ¿Es caro?.
Hay dos enfoques para el tratamiento previo. Si no lo haces, perderás oportunidades. Si lo haces, invertirás tiempo y dinero, pero seguramente tendrás muchos más pedidos. Si bien agregar una cantidad excesiva de líquido de pre-tratamiento a una prenda puede resultar en una impresión vibrante y sorprendente con su impresora DTG, no nos debemos exceder. Demasiado tratamiento previo en realidad crea más una barrera que una superficie de unión, y aunque la impresión se verá bien al momento de salir de la impresora, es casi seguro que se deslave y se desprenda en la primera lavada.
Si una prenda se trata bien, pero luego no se cura correctamente en la plancha (se recomienda presión media con una temperatura de 160 grados centígrados por 45 segundos), la imagen experimentará un desvanecimiento notable después de la primera lavada, y probablemente existan áreas donde será evidente una pequeña descamación. Por otro lado, si no rociamos suficiente líquido de pre-tratamiento a la prenda, la impresión se verá difuminada y con manchas, independientemente de qué tan bien esté funcionando su impresora. Incluso la mejor tinta blanca impresa con la mejor configuración posible se verá pésima si la capa de tratamiento previo no se realizó correctamente.
Vale la pena aprender cómo tratar previamente y configurar un área de trabajo bien ventilada para ello. Las camisas negras, los grises oscuros y los colores vivos requieren tinta blanca y por lo tanto, un tratamiento previo.
Hay algunos dispositivos automáticos de tratamiento previo en el mercado, pero aún son bastante caros y requieren un tiempo de mantenimiento considerable, también algunos equipos de la marca Kornit ya incluyen este proceso dentro del equipo, esto puede ser más cómodo para el operador también significa pérdida de tiempos de producción, si pensamos que la máquina no imprime hasta terminar el pre-tratamiento.
UN BUEN SOFTWARE RIP
– No puedes prescindir de un buen RIP y del uso de los perfiles de color, es una común entre los impresores decir que han pasado horas tratando de hacer que la impresión arroje los colores que desea el cliente y para ello es básico una buena imagen y aplicar los perfiles correctos para cada tipo de tela que se está usando. Recuerde la frase “si entra basura, saldrá basura”. Un buen software RIP no necesariamente equivale a buenas impresiones si la imagen es deficiente. El factor más importante en una imagen impresa exitosa es la calidad de la imagen de origen. De hecho, una imagen de buena calidad se verá bien en muchas impresoras DTG porque puede tener características óptimas como:
• Alto contraste
• Colores primarios y secundarios fuertes.
• Líneas y texto nítidos y definidos.
• Bloques pequeños o estrechos de color sólido; áreas más grandes llenas de
gradientes
• Cobertura mínima de tinta.
La responsabilidad de la calidad de la imagen depende de uno, en la mayoría de los casos el RIP ayudará en procesos como el separado de blancos y la impresión de tonalidades exactas. Así como de la configuración correcta del archivo de salida, uno de los errores más comunes es trabajar el archivo en Photoshop para separar los blancos y enviar por error el archivo con capas, lo que generará errores en la impresora.
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