Madera a todo color

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Como en tantos otros sectores, en la industria gráfica los clásicos nunca pasan de moda, pero sí pueden renovarse para estar siempre en tendencia. Este es el caso de la madera, un sustrato por excelencia gracias a todas sus cualidades de versatilidad y estética, que ahora, de la mano de la sublimación, está abriendo importantes nichos de mercado en distintos sectores comerciales.

Se trata de combinar dos recursos bastante bien posicionados en la industria: la madera y la sublimación, para obtener nuevos resultados con un margen de error muy pequeño gracias a lo mucho que conocemos ya la técnica y el material. Desde su surgimiento, la sublimación ha mejorado muchísimo en cuestión de calidad, tiempos de producción y precio; y la madera se ha popularizado tanto que a la fecha es común encontrar muchas clases y precios de la misma. 

Naturalmente, la madera sublimada ha ganado principal aceptación en la industria del diseño de muebles, pero también tiene cabida en la decoración de interiores, el arte, la joyería artesanal, distintas aplicaciones publicitarias como stands, rótulos o souvenirs e incluso en el diseño de modas.

¿POR QUÉ SUBLIMAR SOBRE MADERA?
Se trata de uno de los materiales más versátiles de la industria, particularmente por una cuestión de estética. Muchas de las corrientes de diseño más populares de la actualidad están basadas en materiales con aspecto natural y orgánico que proporcionan un look artesanal, y eso sin duda lo aporta la madera. Además, la resistencia dimensional de este sustrato es una gran ventaja a la hora de crear estructuras más complejas o aplicaciones que estarán expuestas a material pesado o condiciones de movilidad constante. Contrario a lo que pudiera pensarse, utilizar madera para aplicaciones gráficas no es poco ecológico, sino todo lo contrario. Aunque por supuesto implica la tala de árboles, la mayoría de las empresas que se dedican a la distribución de madera están legalmente obligadas a compensar el impacto ecológico que ocasionan, ya sea plantando árboles o participando activamente en la conservación de los bosques; además, cuando una aplicación en madera termina su vida útil, es fácil de reciclar y no produce deshechos dañinos para el medio ambiente.

Por otro lado, existe una enorme variedad de maderas que pueden ajustarse a proyectos y presupuestos de características muy distintas, y es un material relativamente fácil de trabajar, siendo la transportación y el mantenimiento las mayores complejidades.

La sublimación, por su parte, es una técnica altamente resistente al desgaste que permite reproducir fielmente imágenes de alta resolución, textos, o fotografías, y resulta mucho más económica que el grabado en madera. Como ya se mencionó, una de las más grandes ventajas de esta aplicación es su buena apariencia, pues al ser una técnica de transmisión de imágenes, la sublimación ilustra el sustrato con una capa muy delgada respetando el aspecto natural de la madera, sin parecer un emplaste de tinta poco natural demasiado brillante o plastificado.

PASO A PASO
La sublimación sobre madera es un proceso hasta cierto punto artesanal, que puede hacerse en casa o en grandes equipos y dimensiones para aplicaciones industriales; en cualquiera de los casos, elegir correctamente los materiales y tener ciertos cuidados puede garantizar un buen acabado.

Los materiales necesarios son la base de madera, pintura acrílica o tipo tiza (que puede usarse o no), un médium para sublimación o polímero, lámina de sublimación, papel de horno o parafinado, plancha de calor, y barniz o cera mate para madera.

1. La preparación de la superficie. Por lo general la madera suele tener una superficie rugosa, con poros o desniveles que pueden afectar la impresión. Por eso, es fundamental lijarla hasta obtener un acabado perfectamente liso, y luego, con ayuda de un secador o una brocha suave y limpia, retirar la madera pulverizada.

2. El siguiente paso es opcional y depende enteramente del diseño. Consiste en pintar la madera con una pintura tipo tiza, o la comúnmente llamada chalky. Para evitar que en la superficie queden cerdas de brocha, lo ideal es pintarla con rodillo. De cualquier manera, después de la pintura será necesario volver a lijar la superficie para que quede plana, pero esta vez con una lija de agua (que es muy suave), siempre en el sentido de la veta natural de la madera.

3. Una vez que la pintura se ha secado por completo, se aplica el médium para sublimar, el cual debe disolverse en agua en proporciones de una por dos de agua. Este líquido suele aplicarse con un pincel grueso, pero éste debe ser de buena calidad para que no suelte cerdas u otro tipo de fibras que puedan causar irregularidades. Una capa de médium es suficiente si la madera fue pintada, pero si estamos trabajando sobre el material natural, es recomendable pasar dos capas para sellar perfectamente los poros de la madera.

4. Antes de continuar con la lámina de sublimación, es muy importante asegurarse de que el médium se ha secado por completo. La imagen impresa debe ocupar por completo la lámina que usemos, pues de lo contrario quedarán márgenes en el diseño final. Sobre la superficie se coloca la lámina con la cara impresa en contacto con la madera y se sujeta para evitar que se mueva durante el proceso de sublimación. Fácilmente con cualquier cinta de papel se puede pegar un extremo del papel a la madera, pero es recomendable hacerlo sólo de un lado para no crear un efecto globo que afecte la impresión.

5. Sobre la lámina impresa se coloca el papel parafinado o de horno y entonces se aplica calor con la plancha. Es muy importante que la temperatura de ésta sea suave y estable, así como uniforme e intensa la presión que se ejerce sobre la superficie. Si se desea, es posible ir levantando el extremo libre del papel para ver cómo va quedando la impresión y saber dónde es necesario aplicar más calor.

6. Cuando la imagen se ha transferido a la madera por completo y de manera uniforme es momento de dejarla secar. Naturalmente, todos los materiales que se han aplicado sobre la madera se endurecerán después de un rato. Una vez que esto suceda, como acabado final se aplica el barniz o la cera y se deja secar por última vez.

ERRORES COMUNES Y CÓMO EVITARLOS
En apariencia, esta técnica de impresión parece muy sencilla, y puede llegar a serlo una vez que se practica lo suficiente, pero en el proceso de aprendizaje pueden surgir algunas complicaciones como las siguientes:

1. No tratar la madera. Es común que los aprendices de la técnica no consideren necesario lijar la madera porque la encuentran suficientemente suave, sin embargo, los poros de este material pueden absorber la tinta de forma desigual, por lo que el lijado y el tratamiento con polímero es fundamental.

2. Capas demasiado gruesas de pintura. A veces, buscando colores intensos, se puede llegar a abusar de la pintura que precede al polímero, y este error puede arruinar por completo la impresión, ya que el calor de la plancha la derretirá y mezclará con la tinta. Para un buen acabado es necesario que las capas de pintura sean ligeras y uniformes.

3. Arrastrar los colores. Este es uno de los errores más comunes y consiste en deslizar la plancha como si se estuviera planchando una prenda de vestir, esto ocasionará que la tinta se arrastre como si fuera un borrón, arruinando la imagen original que se desea imprimir. La forma correcta de aplicar el calor es colocando la plancha sobre la lámina, presionar y levantarla.

4. Aplicación parcial del médium. Es importante tener en cuenta que el polímero debe extenderse por toda la superficie de madera, pues aquellos espacios que no queden cubiertos no se sublimarán, ocasionando así una transmisión parcial de la imagen. Para evitarlo, usa un pincel plano y ancho que proporcione una buena cobertura.


UN NICHO DE MERCADO PROMETEDOR
Cada vez es más popular que los diseñadores y restauradores de muebles utilicen la sublimación como método de decorado, sobre todo para lograr estilos vintage y con acabados muy naturales. Sin embargo, la tendencia aún está en una etapa inicial y hoy es muy usada en elementos decorativos como relojes, cuadros, repisas, portarretratos, cajas, entre otros.

Como pasa en muchas ocasiones con técnicas de impresión que originalmente surgen con fines muy distintos a los que se les da posteriormente, la sublimación en madera está incursionando también en el diseño de joyas artesanales, siendo las piezas de madera impresa el elemento principal que suele combinarse con listones, material textil, cristales, cuentas de bisutería y más. 

Es muy probable que en un futuro cercano surjan nuevas aplicaciones a esta tendencia de impresión que sin duda llegó para quedarse.

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