El logotipo es uno de los elementos visuales más importantes para las empresas, pues identifica a una marca y la diferencia de la competencia. Es el elemento de la identidad corporativa que el público recuerda con más facilidad, por lo que se puede afirmar que actúa como el reflejo mismo de la cultura de la empresa. Contar con un logotipo cuyo diseño responda a las necesidades de la organización es, por lo tanto, algo esencial para cualquier empresa que busque diferenciarse del resto. Sin embargo, cuando no se tienen conocimientos de diseño, esta tarea puede parecer algo muy complicado.
En estos casos, contratar a un diseñador gráfico que se encargue de su creación suele ser la opción más recomendable, pero antes de ello y para asegurar que el logo de tu empresa será tal como lo imaginas, es ideal hacer un pre-diseño de él. Para hacerlo puedes utilizar diferentes herramientas online que permiten a cualquier persona realizar un diseño acorde a sus ideas. Para sacar el mayor provecho de dichos recursos Printero enlista 5 consejos para crear una primera versión de tu logo.
1. Elegir un programa adecuado. Actualmente existen una gran variedad de herramientas y programas en línea en los que es posible hacer diseños profesionales de forma casi gratuita o a un precio muy bajo. Algunos como GraphicSprings y LogoMaker, están enfocados totalmente en la creación de logotipos, mientras que herramientas como Vectr y Janvas son programas en línea un poco más elaborados para realizar cualquier clase de diseño. Todos estos recursos son muy sencillos de utilizar para cualquier usuario, y además cuentan con la opción de poder bajar el logo una vez terminado. Lo ideal es probar varias plataformas hasta encontrar una con la que se sienta más cómodo trabajando.
2. Analizar el mercado. Mirar lo que ha hecho la competencia sirve para saber qué tendencias existen dentro de la industria, si hay motivos en común en otros logotipos y detectar si hay alguna idea que ya se ha sobreexplotado. Al contar con estos datos, se puede pensar en un diseño que destaque entre otras marcas similares, al evitar los clichés genéricos de la industria.
3. Realizar diferentes bocetos. Garabatear diversos bocetos y pensar en diferentes ideas y conceptos antes de llevarlas a un diseño final, es la mejor forma de llegar a un logotipo que represente mejor a la empresa. Es posible que el dibujo no sea una habilidad que todos los empresarios tengan bien desarrollada, pero al tener algunos trazos de sus ideas, pueden mostrarlos a otras personas para pedir consejos y recibir retroalimentación que los ayude a saber si su logotipo transmite a otros lo que desean comunicar sobre su empresa.
4. Cuidar la gama de colores. Para poder crear un logotipo acorde a la identidad corporativa de la empresa, éste debe respetar la gama cromática de la organización para que sea armónico con el resto de elementos gráficos. Si se está creando el primer logo para la empresa, es probable que los colores institucionales todavía no estén definidos; en este caso, el logotipo será el que dicte los colores para el resto de la organización. Es importante que la identidad gráfica de la empresa esté alineada en un mismo sentido con el logotipo, para que las personas puedan recordarla con mayor facilidad.
5. Utilizar vectores. Por último, pero no menos importante, siempre se debe trabajar con vectores al crear un logotipo. Debido a que el diseño va a ser impreso en diferentes artículos promocionales e institucionales, papelería, carteles y aparecer en formatos digitales, siempre debe conservar la misma calidad y nitidez, lo mismo en una tarjeta de presentación que en un gran formato. Diseñar el logotipo en vectores permitirá que se pueda incrementar o disminuir su tamaño a cualquier escala sin perder la nitidez de la imagen, y es en este punto en donde más te puedes apoyar con un profesional en diseño.
Al contar con un logotipo original, las empresas ganan credibilidad frente a su público, al mismo tiempo que profesionalizan su imagen y obtienen reconocimiento. Mantener una imagen corporativa uniforme, en la que el logotipo sea el rostro de lo que representa el negocio, hará de la organización un agente competente y diferenciado dentro de su mercado.