TINTAS PLASTISOL Y BASE AGUA

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Las tintas base agua
(es decir tintes o pigmentos en
suspensión con agua como disolvente)
se caracterizan por secarse mediante
evaporación y fijarse a la prenda con
temperaturas especiales o sin ellas
usando fijadores o catalizadores.

Al ser una de las técnicas más populares de la industria gráfica, la serigrafía ha atravesado desde su surgimiento un largo proceso de evolución que se traduce en la diversificación de los materiales y los consumibles que usa, lo cual hace de ella una tecnología muy adaptable. Hoy en día el impresor y el público en general pueden obtener exactamente lo que desean de un objeto impreso y ese es un valor que la serigrafía ha sabido
aprovechar.

Las tintas no son una excepción a esta adaptabilidad y de hecho son dos tipos principales los que se usan en esta técnica de impresión: las tintas base agua (es decir tintes o pigmentos en suspensión con agua como disolvente), caracterizadas por secarse mediante evaporación y fijarse a la prenda con temperaturas especiales o sin ellas usando fijadores o catalizadores. Y las tintas plastisol, que son aquellas fabricadas con una base de resina PVC, plastificante y aditivos; para curarse, o fijarse a la prenda, esta tinta requiere de altas temperaturas. La tinta plastisol es termoplástica, por lo que es necesario aumentar la temperatura de la película de tinta impresa a un nivel lo suficientemente alto para lograr que las moléculas formen una especie de retícula con la resina de PVC y el plastificante, de esta forma la impresión será más resistente.

La tinta perfecta
Aunque ambos tipos de tintas, la base agua y la plastisol, son muy populares entre los impresores de serigrafía, decir que una u otra es mejor sería un juicio muy impreciso, pues cada una sirve a fines distintos y tienen pros y contras. Mientras que el plastisol es muy recomendable para imprimir prendas terminadas como camisetas o remeras, las tintas base agua se usan para imprimir rollos de tela de algodón para mantelería, cortinas, vestidos u otras prendas donde se requiere cero tacto. Estas son algunas de las principales características de cada tipo de tinta:

Plastisol: antes que nada, hay que mencionar que las tintas plastisol son muy fáciles de usar si se cuenta con los elementos y el equipo adecuado para procesarlas, ya que ésta pasa por una gran variedad de textiles, desde 12T hasta 140T, y la tela no se tapa aún si se deja la tinta sin usar, siempre y cuando no reciba calor que pueda hacerla
secar.

Gracias a que el plastisol no se seca por evaporación, es perfecto para imprimir cientos o miles de camisetas sin preocuparse porque se sequen y se tapen los marcos. Además este tipo de tintas es muy resistente a los agentes de desgaste ya que genera una película gruesa que se mantiene en buenas condiciones aún después de muchas lavadas. De ahí que sea esta una opción perfecta para grandes producciones de camisetas.

Sin duda entre sus principales ventajas se destaca la posibilidad de imprimir prendas claras y oscuras ya que existen tintas para ambos casos, con distintos niveles de cobertura, lo cual representa un enorme campo de trabajo para los diseñadores. Gracias a su facilidad de paso a través de tejidos de números altos, el plastisol es muy usado para hacer policromías, semitonos y simulaciones de color.

Aunque no lo es del todo, algunos consideran una desventaja de las tintas plastisol el hecho de que las prendas impresas no se pueden planchar, ya que se trata de un producto termoplástico que podría derretirse y dañar el estampado. Por otro lado, estas tintas generan una capa sobre la prenda que se puede sentir al tacto o incluso percibirse a la vista, lo cual limita el tipo de productos que se pueden imprimir con esta tinta, como ropa para climas cálidos, telas muy delgadas o prendas donde el acabado debe ser muy fino.

Otra desventaja importante de las tintas plastisol tiene que ver con su composición química y los aditivos para limpieza que implica, pues en algunos países se utiliza un plastificante llamado dioctilphtalato (DOP), el cual ha sido restringido en algunos países por sus niveles de toxicidad. De optar por tintas plastisol, lo más recomendable es usar aquellas de composición no peligrosa, como aquellas que usan plastificante dioctiladipato (DOA).

Precisamente debido a que se trata de tintas densas y muy resistentes, los aditivos para limpieza usados en este proceso suelen ser muy agresivos y tóxicos, como el varsol, aguarrás o thinner. Para aquellos impresores interesados en el cuidado del medio ambiente o las empresas socialmente responsables, este no es el mejor método de impresión serigráfica.

Base agua: se llaman así aquellas tintas que tienen agua como solvente principal, aunque también existen tintas base agua que tienen solventes generalmente derivados del petróleo, esta última composición suele ser utilizada para acelerar el proceso de evaporación y secado de la tinta al tiempo que se genera un brillo óptico en la impresión.

Los impresores suelen optar por tintas base agua cuando buscan acabados con muy poco o cero tacto, ya que las tintas penetran en el tejido y no se produce una plasta en la superficie. Para productos como sábanas, toallas, mantas y más, las tintas base agua son ideales porque permanecen suaves e imperceptibles al tacto. Por supuesto, esta clase de tintas son mucho más amables con el medio ambiente y tanto la limpieza como el mantenimiento de los equipos es más sencillo ya que todo se limpia con agua.

Las tintas base agua han ganado muchísima popularidad en el mercado porque proporcionan muy buenos acabados en cuanto a resolución de imagen se refiere. Estas tintas se secan muy rápidamente y son inoloras, por lo que una producción de serigrafía con tinta base agua es mucho más cómoda y controlable que si de tintas plastisol se tratara.

De elegir tintas base agua para una impresión por serigrafía es recomendable trabajar con mallas de 5 a 150 hilos por centímetro, lo cual representa un espectro amplio en materia de diseño. En caso de que sea necesario usar una emulsión, ésta debe haberse secado completamente para la aplicación de las tintas al agua, y la tela debe humedecerse para que la tinta pueda fluir a través de los poros de la tela correctamente. Al tratarse de una una tinta base de agua, es recomendable imprimir las prendas en ciertas condiciones de humedad y antes de comenzar el proceso se recomienda aplicar un poco de agua vaporizada sobre la malla de serigrafía. Algunas tintas pueden producir espuma, lo que afecta la calidad de la impresión, por lo que es recomendable usar una emulsión
antiespumante.

Hay que tener en cuenta que estas tintas se secan por evaporación y su velocidad, aunque en su mayoría es ventajosa, también puede jugar en contra si se hacen paradas momentáneas en el proceso de impresión. Para evitar dañar las mallas se recomienda dejar una capa gruesa de tinta (alrededor de 3 milímetros), o usar un retardante para evitar que la tinta se seque en ese lapso en que
permanece desatendida.

Como en todos los procesos de impresión, es importante mantener limpias las pantallas de serigrafía y, para facilitar la limpieza en estos casos es necesario mantener húmedas las pantallas y limpiarlas con un cepillo suave. Por lo general basta el agua para limpiar las pantallas, pero una vez que la tinta se seca es necesario un solvente para eliminar los restos.

En cuestión de inversión, una de las ventajas más importantes de la serigrafía con tintas base agua es que no se necesita un horno o túnel de secado, pues no se necesitan altas temperaturas para curar la tinta, aunque sí se puede acelerar el proceso usando fijadores o reticulantes, lo cual además aumenta su resistencia al lavado.

A pesar de todos sus beneficios, las tintas base agua para serigrafía también representan algunas complicaciones que es mejor conocer antes de comenzar el proceso. Aunque podría parecer mas fácil imprimir con estas tintas que con plastisol, el uso de las tintas base agua requiere ciertos conocimientos como los tipos de tejidos que estamos imprimiendo, las necesidades de las máquinas de impresión, las clases de emulsiones totalmente resistentes al agua que existen, la temperatura del lugar de trabajo y las condiciones de humedad en que se trabaja, etcétera.

Para imprimir con serigrafía, como muchas otras técnicas, es fundamental conocer todas las opciones que el mercado ofrece y, si es posible, hacer pruebas antes de cada trabajo. Pues si bien las tintas base agua y plastisol son muy distintas entre sí, y particularmente recomendables para trabajos específicos, pueden reaccionar de formas distintas si se combinan con ciertas emulsiones y se imprime en las condiciones adecuadas. Antes de elegir el tipo de tinta que se usará en serigrafía es importante tener en cuenta lo que buscamos de la impresión y cuál será su uso final, pues cada una sirve a distintos objetivos.

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