Uno de los defectos más comunes de la serigrafía textil es la fibrilación, Aqui te damos algunos consejos para evitar esta pesadilla de los serigrafístas
La popularidad de la serigrafía se debe principalmente a las posibilidades de diseño que implica, la diversidad de aplicaciones y la alta calidad que alcanza en la impresión de imágenes y texto. Sin embargo, esta es una técnica que depende en gran medida de la experiencia del impresor, pues está expuesta a una enorme cantidad de errores humanos y, por decirlo de algún modo, es una técnica más “artesanal” que muchas otras, con un proceso largo y detallado que requiere atención y la capacidad de resolver problemas inesperados.
Particularmente hablando de serigrafía textil, el proceso de impresión requiere el cuidado no sólo del diseño y las tintas, sino de las prendas, pues cada tela tiene sus propias necesidades y de nada servirá la impresión si el diseño está bien hecho pero la prenda ha perdido sus cualidades de color, elasticidad o resistencia.
Uno de los problemas más comunes en la impresión de textiles es conocido como la fibrilación de la tela y consiste en una apariencia borrosa o difuminada de la impresión, como si a través del estampado pudiéramos observar las fibras de la tela. Por lo general, este defecto se evidencia inmediatamente después de la impresión, pero también es probable que se produzca luego de un par de ciclos de lavado, por lo que es muy importante tener pruebas de lavado y resistencia después de cada trabajo.
Qué ocasiona realmente la fibrilación
Lo más común es que el impresor asuma, al encontrarse con un problema de fibrilación, que éste ha sido ocasionado por la calidad de las tintas; es natural creer que la tinta no es lo suficientemente opaca como para sobreponerse al color original de la prenda. Sin embargo, en pocas ocasiones esta es la verdadera causa y es importante aprender a distinguir cuando la tinta no es el factor problema, pues por lo general el impresor cree que el acabado va a mejorar si se imprime de nuevo la misma prenda, desperdiciando así producto y arruinando la tela para descubrir finalmente que no importa la cantidad de tinta que se sobreponga, el efecto es el mismo.
Es importante saber que en la mayoría de los casos, la fibrilación depende del tipo de tela que se utilice, el problema se produce en su mayoría en telas tipo jersey o con cierta cantidad de felpa, ya que éstas han sido tratadas y cepilladas para dar una apariencia más suave al tacto y la vista. El tratamiento que reciben estas telas puede generar abrasiones en las fibras y dejar en la capa superior una gran cantidad de pequeños folículos, pelusas o fibras delgadas “sueltas” que posteriormente se adhieren a la tinta como si de polvo se tratara, dando la sensación de que el color de la tela se nota a través del estampado.
De manera que la fibrilación suele ser un problema de “contaminación” de la tinta que ocasiona una especie de ilusión óptica.
Paso número uno: detectar el problema
Antes de pensar en la manera de erradicar el problema de fibrilación, lo más importante es ubicarlo y distinguirlo de otros defectos. Lo ideal es hacer pruebas de impresión antes de comenzar la producción en masa para evitar el desperdicio. Si la primera prenda presenta problemas hay que observarla detenidamente antes de asumir que necesita otra capa de tinta. Si la capa de tinta es uniforme al tacto y la vista pero aún así se notan residuos del color de la tela, lo más probable es que se trate de un problema de fibrilación ocasionado por el tratamiento que el textil recibió previamente. Si por el contrario, la tinta tiene una apariencia seca y agrietada y a través de ella se nota la tela, puede ser ocasionado por la baja calidad de la tinta o por una deficiencia en el curado de la misma. La forma de descubrirlo es haciendo pruebas con distintos tipos de tintas o modificando el proceso de curado.
Cuestión de prevención
El molesto problema de la fibrilación pocas veces puede arreglarse una vez que el proceso de impresión ha terminado, pues una segunda capa de tinta nunca es la solución. Lo ideal es detectarlo en una prueba para luego prevenirlo en la producción completa.
Aunque, como ya hemos dicho, este no es un problema de la tinta, sí puede evitarse o agravarse dependiendo de ella. Si la fibrilación es particularmente invasiva, una tinta de baja viscosidad puede exacerbar el problema ya que atrae a las fibras sueltas.
Siempre es recomendable sacudir las prendas y lavarlas antes de comenzar a imprimir, aunque esto no erradicará el problema, sí puede reducir notablemente la cantidad de fibras sueltas en la superficie. Luego, lo más importante es utilizar una tinta más gruesa o espesar la que normalmente se usa con una emulsión. El peso de la tinta puede ser suficiente para mantener las fibras adheridas a la tela.
Otra opción recomendable es usar una pantalla mate recubierta con una emulsión y colocarla en la estación de enfriamiento después del curado, para que mantenga abajo las fibras, luego puede usarse un gel o una tinta y una escobilla de goma dura para ejercer presión sobre las fibras como si se estuviera peinando la tela, de esta manera puede obtenerse una superficie lisa para imprimir el diseño.
Estas recomendaciones funcionan sobre todo cuando se usan tintas plastisol en el proceso, pero las tintas base agua tienen su propio comportamiento. El problema de estas últimas es que el estampado puede verse muy bien inmediatamente después de la impresión, pero degenerarse rápidamente. En algunos casos, la viscosidad de una tinta base agua es tan baja que es lo suficientemente húmeda para mantener las fibras aplastadas sobre la tela, sin embargo, esto puede cambiar durante el primer ciclo de lavado, ya que las fibras se liberan.
En algunas ocasiones puede funcionar ejercer presión sobre la prenda con una máquina de transferencia de calor después del curado normal, para mantener las fibras abajo durante el lavado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el hecho de que el trabajo salga bien hecho del taller de impresión no es todo, la prenda tiene que mantener su calidad incluso enfrentando agentes de desgaste diarios.
Calidad de productos igual a calidad de impresión
Como en todo proceso de impresión, el acabado dependerá en gran medida de los productos utilizados. En este caso, el tipo de tela es fundamental para obtener buenos resultados. Antes de elegir una es importante tener en cuenta cuál será su uso final e, independientemente de eso, optar por la calidad más alta posible. Si las fibras son resistentes a un cepillado agresivo, o pueden tratarse con una emulsión que las mantenga adheridas a la tela, el trabajo final será de calidad. O mejor aún, si la tela tiene un acabado suave y agradable a la vista y el tacto, no necesitará de un proceso de cepillado que pueda elevar las fibras sobre la superficie.
La tinta también es determinante, aunque no influye directamente en los problemas de fibrilación de un impreso, siempre es más duradera una impresión con tintas de gran adherencia y resistencia al desgaste por fricción u otros agentes.
Contraste de colores
Si el presupuesto de una impresión por serigrafía es muy bajo y el impresor no puede permitirse adquirir telas muy costosas, pero aún así desea una buena calidad, la forma más sencilla de disimular el efecto de fibrilación es a través de la elección de los colores de la tinta y la tela. Trabajar sobre telas oscuras con tintas claras es un reto en sí mismo, si además éstas presentan folículos sueltos, es muy fácil que la tinta se contamine y sea muy evidente a la vista. Evita el contraste de colores en la mayor medida posible.
La experiencia equivale a calidad
Aunque existen medidas para evitar problemas de impresión como la fibrilación, lo cierto es que no es sencillo de resolver y puede depender de una gran cantidad de factores, no solamente de los productos utilizados sino de la destreza del impresor e incluso defectos técnicos de los equipos de impresión. Es importante descartar todas las posibles fallas antes de tomar una decisión y estar atento al comportamiento de las máquinas, las tintas y los sustratos.
Ningún defecto de impresión es igual a otro incluso en las mismas condiciones y, por lo tanto, no existe una manera absoluta y generalizada de resolverlos. De acuerdo al uso final del textil impreso, las necesidades del cliente, el presupuesto, la complejidad del diseño y más, cada impresor encuentra una forma propia de resolver los problemas que surgen en la producción. En el caso particular de la fibrilación, lo más importante es distinguirlo, pues fácilmente puede confundirse con otras deficiencias.