El ABC del DTG Mitos y verdades sobre la impresión directa sobre prendas

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Los clientes no se preocupan por el tacto y el gramaje del tejido hasta que se ponen la prenda. La mayor parte de camisetas que se venden al mayoreo utilizan hilo Open-End, que tiene un tacto más rugoso.

garmentLas impresoras para imprimir directamente sobre camisetas se llamaron desde el principio DTG, Direct-To-Garment Printers. Una traducción al español lo mas aproximada podría ser Impresora-Directa-sobre-Prenda, IDP.
En los últimos años las IDP han experimentado un desarrollo espectacular. Como cualquier técnica nueva, sigue progresado y resolviendo las carencias iniciales y las que van apareciendo a medida que se resuelven otras. En estos años se han vivido experiencias muy diversas que han creado defensores y detractores sobre este tipo de impresoras. Pero a estas alturas ya parece evidente que esta técnica ha llegado para quedarse, aunque seguro que aún evolucionará mucho en los próximos años.
Muchos usuarios tienen aun sus dudas sobre el uso de esta técnica para iniciar un negocio y es que aunque a primera vista parece la solución a muchos problemas, hay aun algunos puntos que siguen en duda.

El mantenimiento es muy complicado
La pieza más delicada de la IDP es el cabezal. y su mantenimiento y/o reposición es también el gasto de mantenimiento más importante de una IDP, ya que casi todos los procedimientos de mantenimiento están encaminados a prolongar su vida. Aunque los expertos opinan que con un mínimo de disciplina se puede conseguir alargar su vida más de un año, lo que convierte la IDP en una de las máquinas de impresión textil con más bajo coste de mantenimiento.
Cualquiera que conozca las máquinas de imprimir serigráficas sabrá que también hay que hacer un mantenimiento correcto para evitar que la tinta se seque en los marcos de estampación. Eso conlleva mucho tiempo de limpieza al final de cada jornada y un considerable gasto en productos disolventes y en tintas desperdiciadas. Este mantenimiento es mucho más estricto y complicado, requiere instalaciones para el lavado de las pantallas y el reciclado de los disolventes empleados. Y todo ello con un mayor riesgo de perder tiempo y dinero si no se realiza correctamente.
A lo sumo se podría argumentar que la IDP no ha conseguido aún todo el ahorro que cabría esperar, pero aún así tiene un mantenimiento mas sencillo y económico que cualquier sistema serigráfico.

Las tintas blancas son muy problemáticas
Al principio, en las IDP sólo se podía imprimir sobre tejidos blancos. Esto es debido a que las tintas que usa son transparentes y dejan ver el fondo. Si el tejido es oscuro, el color de la tinta se pierde. La solución es dar un fondo blanco previo a la impresión de las tintas de color. Esa tinta ha de ser suficientemente densa como para ser impermeable y no dejar pasar la tinta de color. Pero por ese motivo, la tinta es muy densa y hay que realizar un mantenimiento adecuado en la IDP que impida que se formen depósitos sólidos en los tubos y cartuchos.
Ciertamente la tinta blanca es la que mas hay que vigilar, porque tiende a sedimentarse más que las demás, tanto en los cartuchos como en los tubos. Algunos modelos de IDP han introducido sistemas de agitación de tinta blanca, aunque eso sólo reemplaza la obligación de sacar y agitar los cartuchos periódicamente, pero no evita los depósitos en los tubos. El uso frecuente y las limpiezas (que se hacen con la propia tinta) son, por el momento, la única solución eficaz conocida para un mantenimiento correcto. Cuanto mas uso, menos necesidad de las limpiezas, que lo único que hacen es garantizar una circulación diaria que evita los sedimentos.
Otro inconveniente es que la tela (algodón) pierde toda su textura y suavidad que la representa y los estampados pueden llegar a sentirse plásticos al tacto.
En este punto al igual que se ha dicho para argumentar el mantenimiento, en la impresión serigráfica hay que seguir un procedimiento diario de limpieza mucho mas costoso en términos de tiempo y consumibles, por mas que las limpiezas de tubos supongan un costo de tinta.

El manejo de una IDP es complicado
Tenemos que decir que es todo lo contrario: el manejo de las IDP es muy sencillo, especialmente en el caso de impresiones sobre fondo blanco, donde el proceso es tan sencillo como imprimir sobre papel en una impresora convencional. Imprimir sobre fondos oscuros es algo mas complicado porque implica conocer el uso de un RIP, que es un programa de tratamiento de imágenes. Pero a la entrega de las IDP se incluye una instrucción de una jornada para aprender su manejo, y los únicos conocimientos previos que se requieren son nociones básicas de PhotoShop (PS) o algún otro programa para edición de imagenes.
En el caso de las máquinas serigráficas se requiere el uso de un RIP para procesar cualquier imagen que no se imprima con tintas planas, e incluso para estos casos si hay varias tintas implicadas. Por tanto, las IDP no han introducido ninguna dificultad que no sea ya conocida en la impresión textil sobre prenda. Mas bien las han reducido, ya que en el caso de fondos blancos el proceso se ha simplificado. Y aún no hemos mencionado todo lo demás que hay que saber para la impresión serigráfica: preparar marcos, insolar, revelar, centrar marcos para registrar, limpiar pantallas,…

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El costo total de impresión en IDP es caro
Al decir costo total, se refiere a la suma del costo directo de impresión más el costo de mantenimiento. Analicemos separadamente cada uno:
El costo directo de impresión se refiere a las tintas consumidas, y en caso de fondos oscuros, al líquido de imprimación. Hay dos variables que afectan este rubro: el tamaño de la imagen y la densidad de los colores. Por dar unas cifras orientativas, podríamos dar estas:
– Impresión tamaño A4, calidad media/alta, fondo oscuro: $ 14 – 18 por impresión.
– Impresión tamaño A4, calidad media/alta, fondo blanco: $ 8 – 10 por impresión.
El software de algunas impresoras, entre ellas la Texjet, ofrece un cálculo bastante ajustado para cada dibujo, por lo que se puede disponer de esa información si hay que ajustar un presupuesto.
En cuanto al costo de mantenimiento, abarca el gasto de tinta debido a las limpiezas, los líquidos de limpieza y la parte proporcional de gasto de reposición de cabezales y otras piezas menores que forman parte del circuito de tinta. Es imposible valorarlo por impresión, ya que depende mucho del número de impresiones diarias. Resulta un poco mas fiable asociarlo al paso del tiempo: unos $ 1000 mensuales debería ser mas que suficiente para cubrir todas las posibles eventualidades. No obstante, este valor está muy condicionado al trato que reciba la máquina, refiriéndonos con ello al correcto mantenimiento.
En ambos casos no se ha cuantificado el costo de la mano de obra. Pero justamente es este costo el que marca la diferencia entre la impresión serigráfica y la digital.

En la impresión serigráfica hay que añadir el valor del tiempo necesario para todos estos procesos adicionales:
– Preparación de marcos: tensado, emulsionado, insolado, revelado
– Preparación de máquina: registro de los marcos, preparación de tinta.
– Limpieza de marcos.
En resumen en lo que se refiere a tiradas muy cortas, que son las que cada vez demanda mas el mercado, la batalla de los costos la ganan las IDPs por mucho.

No puede competir contra la serigrafía en tiros largos
Este es el primer error en el que se suele caer al comparar IDP e impresión serigráfica clásica: tratar ambos conceptos como si tuviesen que competir entre si. Lo correcto es considerarlos como complementarios, porque cada uno abarca pedidos de un tamaño completamente diferentes: las IDP se defienden muy bien para pedidos de dos cifras, como máximo 100 unidades, aunque mejor no mas de 50. Cuanto menores sean los pedidos, mas ventajoso es utilizar una IDP. Y cuanto más grandes sean a partir de esa cifra, mas conveniente es la impresión serigráfica. La única zona “confusa” sería la de pedidos entre 50 y 100 unidades, porque dependerán del número de colores. Conclusión: el concepto de competencia entre ambas técnicas está fuera de lugar.

La tela necesita un pre-tratamiento y el resultado no es tan duradero
Bueno aquí habría que preguntarnos a que nos referimos a duradero, la mayoría de los vendedores de IDP, nos dice que duran en promedio unas 70- 80 lavadas, es decir que a la larga nuestros diseños van a sufrir el paso del tiempo en función al uso que le demos. El sistema IDP no consigue “teñir” propiamente el tejido, el pretratamiento en prendas oscuras y posterior planchado consigue “adherir” el pigmento a la tela, pero no la tiñe, por lo que al paso de las lavadas terminará cayéndose.

Permite personalizar impresiones
Aquí es sin duda dónde las IDP ganan por mucho a la serigrafía y es que al hacer el proceso digitalmente permiten cambiar elementos de un mismo diseño a voluntad, algo que con serigrafía seria muy laborioso y costoso. Por tanto, nuestra recomendación sería diferente para cada caso. Aquí planteamos algunos casos ejemplo:
Para las empresas de serigrafía: una IDP le permitiría hacer muestras rápidamente y aceptar pedidos pequeños a los que actualmente están renunciando.

– Tienda on-line de personalización / Tienda de fotografía: es mejor empezar por la IDP.
– En el caso que los pedidos grandes sean frecuentes podría pensar en una segunda IDP o en la impresión por serigrafía.
– Empresa de anuncios publicitarios: el historial de pedidos dirá qué técnica es la que mas conviene según las cantidades antes recomendadas.

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