Ante las constantes crisis económicas que han sacudido los mercados internacionales, regionales, nacionales y locales; en medio de la agitación económica y social que ocurre en intervalos cada vez más cortos de tiempo y con el reto cada vez menos prometedor de emprender o lograr crecer el negocio o las finanzas personales, surgen preguntas que son necesarios aclarar para jugar mejor nuestras piezas en el ajedrez económico internacional y nacional: ¿qué debemos modificar para lograr un crecimiento económico efectivo?
AHORRO es un concepto que no goza de buena aceptación entre los hombres de empresa que lo asocian con la desaceleración económica y con la erosión del mercado. Ahorro es todo lo contrario al consumo según la visión que comparte la mayoría. Ahorro es un concepto que vale la pena analizar nuevamente para considerarlo en el abanico de posibilidades que nos permitirá lograr el crecimiento económico efectivo.
Guillermo Barba, economista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y miembro de la Escuela Austríaca y Nueva Escuela Austríaca de Economía, apunta que “en las teorías económicas predominantes a nivel global el ahorro no juega un papel preponderante en lo absoluto. Lo que nos dicen es que lo que hay que estimular es el consumo, que la gente gaste dinero. Estas ideas están puestas sobre bases equivocadas. Si nosotros hacemos que la gente gaste su dinero, entonces los negocios tienen más ingresos, lo que permite mayor inversión y a su vez más empleo en un círculo virtuoso. El problema es que no funcionan así las cosas”.
El especialista propone la analogía de los náufragos para entender cómo funciona el ahorro y por qué es incorrecta la visión que lo coloca como enemigo de la productividad: “Imaginemos que tenemos dos náufragos que están en una isla desierta. Para poder vivir necesitan recolectar frutos todo el día porque de lo contrario se mueren de hambre. Imaginemos por un momento que a uno de ellos se le ocurre implementar una herramienta que le permitirá recolectar los frutos, pero de una manera más rápida. Entonces se da cuenta de que no tiene tiempo para construir esa herramienta. Necesita hacer un sacrificio para poder acumular algunos frutos y poder contar con el tiempo necesario para construir dicha herramienta. Uno de ellos se decide a hacerlo y el otro no, porque no está dispuesto a sacrificar nada. Quien optó por el ahorro consumía 10 frutos al día y de pronto comienza a consumir 8, con un poco de hambre, y al cabo de 5 días ya tiene el equivalente a un día ahorrado, el cual podrá utilizar para construir su herramienta”.
“Tras 25 días de comer 8 frutos diarios por fin logra obtener los 5 días que necesita para construir su herramienta y logra hacerla. Con la herramienta consigue obtener los frutos al doble de velocidad, lo que significa que si antes tenía que trabajar todo el día ahora sólo con medio día podrá recolectar la misma cantidad de frutos que necesita para vivir, mientras que el otro sigue sin tener tiempo más que para obtener lo necesario para vivir”.
En el ejemplo de los náufragos la herramienta es un BIEN DE CAPITAL, toda vez que permite contar con más posibilidades de obtener beneficios. Esta analogía nos permite entender que los países ricos son aquellos que están dispuestos a ahorrar y a acumular bienes de capital.
“China razonó de la siguiente manera en la década de 1960: si lo que hay que hacer es acumular bienes de capital, pues que el gobierno los cree. Esto dio como resultado la generación de una hambruna que representó la muerte de decenas de millones de personas, todo por errores de cálculo y eso es lo que le está pasando al mundo. Estamos lanzando grandes empresas para tratar de acumular grandes bienes de capital sin un ahorro de base que esté sustentando el progreso del país y del mundo, gracias a que estamos estimulando el consumo como el náufrago que se come diariamente todo lo que produce sin realizar ningún ahorro” afirmó Guillermo Barba.
Si la economía, lejos de estimular el ahorro, promueve el consumo es absurdo esperar que se logre un estado de prosperidad, ya que la prosperidad sólo puede provenir de la inversión y ésta sólo puede provenir -de manera sustentable- del AHORRO.
Los especialistas en economía a nivel internacional están hablando de una crisis económica que se avecina, muy similar a la gran depresión de 1929 en cuanto a su impacto en todos los sectores de la sociedad, esto debido al colapso del propio sistema.
Desde la revolución industrial el mundo ha tenido un desarrollo como nunca lo tuvo en la historia de la humanidad. La población humana ha crecido de manera increíble. El nivel de vida de la población mundial, en promedio, se ha elevado. Cada vez se producen más cosas que antes eran inaccesibles para la mayoría de la población. ¿Qué propició este crecimiento? La acumulación de ahorro manifestada en el sistema monetario a través del dinero real que era el oro y la plata.
Guillermo Barba lamentó que “en el siglo XIX se “desmonetizó” la plata y 100 años después se “desmonetizó” el oro. Cuando Estados Unidos cerró la ventanilla del oro pasamos de facto al PATRÓN DÓLAR, que se basa en la confianza de que el gobierno emisor de esa moneda pagará sus deudas. El problema es que esos fondos no existen. Es un sistema monetario basado en dinero de papel”.
El problema de tener un sistema monetario basado en dinero de papel es que podemos pensar que hay más ahorro del que realmente existe. Si antes necesitábamos un ahorro de 10 unidades monetarias para poder obtener un bien de capital, ahora podemos comprar dos bienes porque gracias al dinero de papel en lugar de imprimir un billete de 10, imprimimos dos que serán intercambiados por bienes y/o servicios en el mercado. El proveedor en realidad está obteniendo una promesa de pago y utilizará ese dinero para demandar otros bienes y es esa la razón por la cual los precios nunca dejan de subir.
“Lo que quiere el sistema es que la inflación corra, es decir; que el dinero que tenemos en la bolsa se vaya devaluando y los precios suban y esa es la teoría errónea que nos está gobernando”.
“Las medidas implementadas para salir de la crisis de 2008 fueron más gasto, más crédito, más consumo y la medida de estímulo fue la expansión monetaria. Los bancos centrales inyectaron dinero a raudales, bajaron las tasas de interés para que la gente se endeudara. Los gobiernos se endeudaron y cuando no había dinero en las reservas o también porque la gente no quería gastar o no podía, los gobiernos estimularon el mercado gastando a raudales. Esa es la misma receta que está implementando México y es por la cual estamos condenados a repetir una crisis en los próximos años” vaticinó Guillermo Barba.
El ahorro es un elemento clave en la construcción de una economía sólida que permita el desarrollo sustentable y lejos está de ser un enemigo de la prosperidad y fortalecimiento de los mercados locales, nacionales, regionales y globales.