Llegó el verano, y con él también vinieron las vacaciones y la oportunidad de disfrutar de unos días en alguna playa donde, además, podemos ejercitar nuestro músculo fotográfico y experimentar con la cámara en situaciones con las que no nos topamos el resto del año.
A continuación compartimos contigo algunos consejos para que tu experiencia fotográfica de verano sea muy productiva.
Equipo fotográfico
Playa, sol, arena, agua, aceite… a nosotros nos suena fantástico, sin embargo, esos elementos hacen temblar a nuestra cámara réflex. Entonces, a menos de que seas muy cuidadoso y cuentes con los aditamentos necesarios para protegerla de ellos, te recomendamos que la dejes descansando en casa.
Esta es la oportunidad perfecta para darle una oportunidad a algunas opciones de cámaras compactas cuya tecnología es más apropiada para la playa y situaciones extremas.
Para elegir alguna de estas cámaras, asegúrate de que sea pequeña y ligera, que sea resistente al agua (sumergible), a los golpes y al polvo.
Algunas opciones de cámaras que ofrecen este tipo de tecnología, además de algunas otras prestaciones muy interesantes, son: Nikon 1 AW1, Olimpus Stylus TG-3, Panasonic Lumix FT5, Fujifilm FinePix XP200, Sony Cyber-shot TX30, Sony Action Cam HDR-AS100, Canon PowerShot D30, Ricoh WG-4 GPS y la GoPro Hero3+ Black Edition.
No olvides llevar un pequeño tripié que te auxilie en situaciones en las que la luz sea escasa o cuando desees usar exposiciones largas.
Si tu cámara permite la adaptación de filtros, lleva un polarizador o, incluso, uno de densidad neutra para sacarle más jugo a tus vacaciones.
El cargador, las baterías de repuesto y varias tarjetas de memoria, son accesorios imprescindibles.
Sé creativo
Evita caer en lugares comunes como las clásicas fotos de pies o piernas mirando hacia el mar, figuras en la arena o la bebida y la botana. La playa te da muchísimas posibilidades. ¡Aprovéchalas!
Cuida el horizonte
A menos de que se trate de un plano holandés muy bien planeado (porque éste no es muy adaptable a cualquier situación), el horizonte de tus fotos debe estar completamente horizontal.
Un defecto muy común es sacar la línea del horizonte torcida, y cuando el mar está de por medio es muy notorio. Aunque existe la posibilidad de arreglar el encuadre en la computadora, lo mejor es que no te veas obligado a hacer cortes no planeados de tus imágenes.
La regla de los tercios
La regla de los tercios es una simplificación de la sección áurea, que establece la división del rectángulo en nueve partes proporcionales (dos líneas horizontales y dos verticales). Los puntos de intersección de las líneas son conocidos como “centros de atención” y es ahí donde se debe colocar al sujeto u objeto principal y, si existe un sujeto secundario, éste debe colocarse en el punto opuesto diagonalmente.
Es importante no sacar el horizonte justo al medio de la imagen. La foto será mucho más atractiva si lo haces coincidir en una de las líneas horizontales imaginarias que dividen la foto en tres tercios. Si el cielo es más interesante, deja dos tercios de la foto con el cielo, manteniendo el mar y el suelo en el tercio inferior. Por el contrario, si el cielo no aporta mucho, otórgale solamente el tercio superior.
Las vacaciones son una excelente oportunidad para experimentar con los reflejos y transparencias generados por el sol y el agua.
Sumérgete
Cuando nos sumergimos en el mar nos internamos en un mundo muy distinto al que estamos acostumbrados, sin embargo, incluso en una alberca, a un centímetro debajo de la superficie del agua, nuestra percepción cambia completamente. Entonces, ¡aprovecha al máximo tu cámara acuática o la carcaza protectora de tu equipo y métete al agua!
La mejor hora para tomar fotos bajo el agua es alrededor de las doce del mediodía, cuando hay más luz. También es preferible si el mar está calmado, pues con oleaje la luz pasa con mayor dificultad. Y si está oscuro, no olvides subir el ISO.
Prueba con fotos en las que estés totalmente sumergido y con algunas en las que sólo una parte del lente se encuentre dentro del agua y otra a la intemperie.
Toma en cuenta que abajo del agua la luz se comporta distinta, y mientras más profundo llegues, menor será la iluminación y los colores pierden intensidad. Además, las imágenes se saturan de azul aunque no estemos a tanta profundidad y se dificulta captar los colores de la forma más real posible; para eso hay que calibrar nuestras cámaras mediante el balance de blancos.
Las cámaras digitales ya cuentan con balance de blancos automático, sin embargo, debajo del agua a veces es necesario ajustarlo manualmente. Para eso lleva contigo una plaquita de plástico blanca, luego, ubica la función de balance de blancos manual, enfoca tu cámara a la plaquita blanca, pulsa “ok”, y comienza a fotografiar.
Si tu cámara permite el uso de filtros, también puedes usar uno color rojo en caso de que el agua sea muy azul, o uno rosa en caso de que el agua sea muy verde y turbia.
Procura no fotografiar de arriba hacia abajo, ya que así es más difícil que la cámara capte la luz. Lo ideal es que te encuentres a nivel del objeto. Y si hay poca luz, no dudes en usar el flash.
Al tratarse de un ambiente acuático, la luz siempre disminuye mientras exista más agua entre tú y el objeto a fotografiar, por lo que será mejor que te acerques lo suficiente para capturar una imagen clara.
Finalmente, aprovecha los modos automáticos de la cámara: para peces utiliza el modo de deportes; para arrecifes, el de paisajes, y para detalles y objetos pequeños, el macro (icono de una flor).
Aprovecha la hora azul
El momento más recomendable para tomar imágenes panorámicas o de paisajes es durante la hora dorada (u hora azul), que es la hora después del amanecer y antes del atardecer, cuando el sol está bajo en el cielo, dando una cálida y suave iluminación lateral que acentuará la textura y forma en el paisaje.
Cuando la hora dorada empieza, lo hace sorprendentemente rápido, y no dura mucho, por lo que tienes que planear con anticipación el lugar de la toma, y el tiempo que te llevará llegar hasta allí, para que cuando llegues puedas estar tranquilo para lograr mejores tomas.
Acércate
A veces nos obsesionamos en sacar demasiada información en una única foto. Frente a esto hay una buena regla: la simplicidad. Acércate a los objetos. En una playa hay muchos elementos que la caracterizan y que serán por sí mismos lo suficientemente descriptivos como para no tener que sacar nada más: un cangrejo en la orilla, una concha, un cubo y una pala…
Dispara hacia la luz
Un efecto muy dramático de iluminación se obtiene al disparar hacia la luz. Con la luz detrás del sujeto puedes obtener dos apariencias completamente diferentes si alternas la exposición: si expones hacia lo que hay detrás del sujeto, éste quedará oscuro y producirás una silueta a contraluz; mientras que si exponemos al sujeto, el fondo quedará sobreexpuesto y dará un resultado mucho más brillante.
Existen muchísimas posibilidades para lograr fotos impresionantes en el verano. Simplemente aplica estos consejos o consulta otros en ediciones pasadas de la revista, donde seguro encontrarás más tips que también te serán muy útiles. Así que prepara tu equipo fotográfico, alista tu maleta, y ¡lánzate a retratar el verano!.