La impresión textil digital se perfila como el futuro de la impresión publicitaria en exteriores e interiores. Aunque una tela no puede durar varios años a la intemperie, tiene ventajas ecológicas que la colocan como una atractiva solución al problema de la lona.
¿Cuántas veces no nos ha pasado que vamos de compras a nuestra plaza comercial favorita y observamos a nuestro alrededor una gama infinita de letreros, anuncios, colgantes y mil armas más de la mercadotecnia invadiendo el espacio visual de nuestras miradas? Hace algunos años este tipo de publicidad no era tan agresiva y podíamos ver sin obstrucción cualquier parte del edificio y su estructura, únicamente los escaparates de las tiendas nos invitaban a comprar aquel saco que tenían de moda o a aprovechar la promoción que indicaba “Rebajas”.
Hoy en día, al mirar los escaparates descubrimos una nueva tendencia que tal vez es más amable a nuestra vista: maniquíes posando frente a grandes trozos de tela colgando suavemente con alguna fotografía de un paisaje o de un auto deportivo. Observamos más a fondo y podemos ver que aquellas pesadas lonas con aspecto plástico han desaparecido para dar entrada a la tela impresa, más suave, más elegante y más ligera.
Así que nos preguntamos: ¿cómo podemos tener esos hermosos y coloridos paisajes o a los héroes favoritos de nuestros hijos impresos en grandes pedazos de tela que pueden servirnos de colchas, cobertores, cortinas o como simple decoración? La respuesta nos la brindan varios expertos en impresión textil: simplemente por la sublimación.
De acuerdo con Pedro Villaseñor, director general de Ultraflex México, la sublimación es la forma más tradicional y efectiva de imprimir este tipo de imágenes en tela y es que por sublimación la tinta se vuelve gas y penetra en la fibra del tejido donde queda de manera permanente. Por eso, las prendas impresas con esta técnica se pueden lavar sin que la tinta se caiga o pierda sus colores.
Dentro de la impresión digital, la impresión en tela -conocida en inglés como soft signage- es el segmento que más ha crecido con cifras de 15 por ciento anual. En el mundo de la publicidad está creciendo significativamente, donde podemos verla en stands, pendones, banderas, displays, banners y otras aplicaciones.
Las impresoras para sublimación usan cabezales de tecnología “fría” para proyectar la tinta sobre el papel. Como las tintas de sublimación se activan por calor, este sistema es ideal para evitar que éstas se vaporicen antes de tiempo.
La impresión directo en tela
Imprimir la tela con otra técnica es más complicado. En solvente, por ejemplo, para que la tinta pueda imprimirse en la tela se necesita poner un tratamiento que la haga plástica, ya que el solvente suele deshacer el material con el pigmento, quedando éste al secarse la tinta.
Con la lona y el vinil autoadhesivo sucede precisamente esto: el solvente deshace el PVC y cuando se evapora deja el pigmento adherido al sustrato. En el caso de la tela, esto no se puede hacer; para lograrlo hay que poner una capa o tratamiento sobre la tela, el cual es costoso y provoca que la tela pierda su suavidad, se vuelva tiesa o plastificada.
La impresión en tela en el mundo publicitario comenzó con la adaptación de ciertos tipos de tela a la impresión base solvente; después vino la tecnología UV donde si bien es más fácil imprimir la tela, ésta también pierde su suavidad, que es la cualidad principal del sustrato. El siguiente avance fue la sublimación por transfer, donde -como se sabe- se imprime un papel transfer que luego es pasado por una calandra que junta el papel con la tela y aplica calor para evaporar la tinta y fijarla en los tejidos. La evolución de este sistema permite ahora hacer una impresión por sublimación directa sin necesidad de imprimir el papel y luego calentarlo junto a la tela.
Existen máquinas que imprimen directamente sobre la tela y después ésta pasa por el horno donde se da el proceso de sublimación, lo que otorga una buena calidad en los productos.
La sublimación directa se da sólo en telas de poliéster o si son mezclas que tengan mínimo 70 por ciento de esta fibra sintética. Siempre se debe realizar sobre tela blanca o colores muy claros para utilizar el blanco como fondo.
En fibras naturales como el algodón se requiere hacer un proceso largo que incluye pre-tratamiento, impresión, lavado y otros pasos que lo hacen complicado y costoso; es más sencillo imprimir en algodón de manera digital, aunque si se quiere usar la sublimación hoy en día existen equipos compactos relativamente económicos que hacen más amigable el pre-tratamiento y post-tratamiento en fibras naturales.
¿A qué se debe su popularidad?
La sublimación textil directa goza de una creciente popularidad debido a varios factores, entre los que destacan:
– Fiabilidad. Es la opción ideal para transferir fotografías o imágenes de gran detalle.
– Permite que los gráficos de anuncios o señalización sean fácilmente intercambiables.
– Utiliza tintas base agua, lo que hace que los equipos de producción sean más amigables con los operadores.
– Mayor calidad de impresión y durabilidad.
– Facilidad de instalación.
– Ahorro de costos en transporte, cambios de gráficos, aplicación en punto de venta, etcétera.
– Es 100 por ciento ecológico tanto las telas como en las tintas utilizadas. Reduce energía y consumo de agua.
– Aumenta la capacidad de producción.
– Estabilidad. Gracias a que la tinta se gasifica, penetra en la fibra y queda de manera permanente, la ropa se puede lavar y no se despinta ni se decolora, aunque en esto también influye la calidad de la tinta.
Los tejidos pueden presentarse tanto cortados como listos para montar en estructuras. Para ello, se confecciona un perfil de silicón al perímetro del tejido que posteriormente se montará en un perfil de aluminio. Opcionalmente, puede servirse con pies para autosujeción.
Perfilar colores
Al imprimir sobre tela es importante establecer los perfiles de color para cada material, esto permitirá asegurarnos que los colores a imprimir serán los adecuados.
Si bien la perfilación de colores puede no ser tan importante cuando se imprime en lona o vinil con base solvente, en la impresión en tela es elemental ya que, tomando en cuenta que el color es reflejo de la luz, hay telas más transparentes u opacas que reflejan o absorben de manera diferente la luz y el color varía de manera significativa.
Por ello, es importante tener una buena perfilación de color para cada material que se use, para lo cual se debe tomar en cuenta la tinta, la impresora, la calandra, el papel, cuánto tiempo y a qué velocidad se imprimirá, entre otros factores.
Marcela Estrada, gerente de proyectos especiales de Plastimundo, critica el hecho de que muchas veces se pretende usar una perfilación universal en un equipo para distintos sustratos, lo cual es un grave error porque la saturación en cada sustrato es diferente. “Recomiendo que cuando compren un equipo le exijan al proveedor los diferentes perfiles que la máquina requiere para todos los materiales que sea capaz de imprimir. Cuando se tiene un buen perfil que esté trabajando al 100 por ciento, cuatro pasadas es suficiente para lograr los colores óptimos”.
Asimismo, agrega que uno de los problemas más comunes es la variación de las caracteristicas de brillo u opacidad de la tela dentro de un mismo lote, lo cual genera mermas. “Si uno comienza a llenarse de mermas o repeticiones que generan muchos gastos, es momento de cambiar de proveedor”, aconsejó.
Preguntas que necesitamos hacernos
Actualmente, la tela, papel, tinta, tecnología, humedad y velocidad son factores que influyen para obtener un buen producto impreso en textil. Es importante entender cada uno de ellos, para lo cual es necesario hacernos preguntas como ¿el papel está húmedo?, ¿de qué proveedor es la tela?, ¿la tinta es la correcta para nuestro equipos?, etcétera.
La impresión digital textil en equipos comerciales, ya sea en fibras sintéticas o naturales, está orientada por el momento al mercado de tiro corto, aunque la calidad siempre va a ser superior a otros sustratos y es esta cualidad la que debemos aprovechar para encontrar nuevos nichos de mercado para nuestros productos.
Sobre las telas…
Existen una telas llamadas PFP (telas preparadas para imprimir) que en México aún no se venden Por lo regular, en nuestro país quienes imprimen en sublimación compran telas de poliéster disponibles en tiendas como Parisina. Esas telas traen un aderezo de fábrica y por eso cada tela reacciona de manera diferente, por el tipo de tejido y por este acabado.
Las telas de tejido plano son normalmente más fáciles de estampar que las de tejido de punto. Esto se debe a que las telas de tejido de punto son más estables dimensionalmente que los tejidos de punto.
La distorsión de la tela o “shift” es la mayor causa de los estampados fuera de registro o con errores en textiles estampados con muchos colores. Debido a que los tejidos planos son hilos entretejidos, mientras que los tejidos de punto son puntos entrelazados, hay una gran variedad de estructuras de telas de tejido de punto con variaciones en las propiedades de estabilidad dimensional. Sin embargo, las telas de tejido plano son generalmente más estables.
En el caso del algodón, el mercado ha ido madurando, pues pasamos del transfer a las máquinas que imprimen directamente sobre dicha fibra natural. Una tela de 1 00 por ciento algodón puede estamparse con colorantes reactivos.
Costo-beneficio
Andrea Negretti, gerente de negocios de D·gen, comenta que aunque el precio de la impresión en lona suele ser más económico que imprimir en tela, los costos derivados de los requerimientos para imprimir en solvente son más altos y los químicos muy dañinos para las personas. “La lona no se puede reciclar, lo que genera un costo extra en su manejo final. Debido a ello, en Europa ya no se permite imprimir en lona y en Estados Unidos está empezando a prohibirse su uso, por lo que en un futuro sería un proceso natural que en países como México, Argentina y Brasil pasara lo mismo debido a lo contaminante que resulta imprimir en dicho sustrato”, expuso.
Reveló que lo que sucede en Estados Unidos en materia ambiental se refleja en México 5 a 10 años después, y posteriormente la tendencia se extiende hacia los demás países de América Latina. “En Argentina y Brasil era común el uso del PVC, ahora los impresores de esos países están comenzando a usar tela. Nosotros en Europa creemos que la lona va a desaparecer por normas mundiales y será sustituida por nuevos textiles más modernos y con nuevas características. La publicidad actualmente tiende a ser más punto de venta, de ahí que las máquinas ofrecen cada vez mayor resolución. Los equipos son los que dan la pauta de las tendencias en la industria”.
Un ejemplo de este fenómeno es el acrílico, que regresa como una alternativa a la lona, cuyo tiempo de vida es más corto pues se destiñe y se hace amarilla.