Las afecciones del impresor

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Químicos, solventes y exposición a altas temperaturas: estos elementos pueden afectar la salud de quienes laboran en una imprenta. Proteja y cuide de usted mismo y de su personal tomando las medidas necesarias de seguridad y salubridad.

El contacto con solventes, thinner, altas temperaturas y vapores son el pan de cada día de cientos de impresores en todo el país. Ya sea a falta de recursos o de información, diversos talleres e imprentas no cuentan con las disposiciones de salud y seguridad necesarias, por lo cual no es poco común que sus trabajadores desarrollen complicaciones cutáneas o problemas respiratorios. Inclusive, aquellos negocios que procuran seguir al pie de la letra todas las recomendaciones y medidas de protección, no están exentos de percances.

¿Qué sucede con la piel del impresor?
De acuerdo a la Dra. Martha Maldonado, dermatóloga con más de veinte años de experiencia tratando padecimientos cutáneos, las enfermedades de la piel que con más frecuencia afligen a los impresores son las Dermatitis de Contacto, siendo las manos la zona que tiende a ser más afectada. En términos simples, una dermatitis es una inflamación de la piel provocada por el contacto directo con una sustancia, sea ésta irritante o alérgeno, que provoca una reacción que varía en el individuo con el tiempo.

Causas principales y formas de exposición
Los productos que originan las dermatitis van desde los productos de limpieza genéricos, hasta las sustancias propias de su profesión, tales como tintas, papel, herramientas utilizadas y disolventes como el thiner.
La industria de la imprenta utiliza cientos de sustancias para realizar formulaciones complejas. Tan solo en la elaboración de tintas intervienen hasta 2,800 químicos, tales como aglutinantes, pigmentos, solventes orgánicos, aditivos y plastificantes. Aunque la mayoría pueden ser irritantes simples, existen otras que causan daños graves a órganos vitales tras exposiciones prolongadas.
De acuerdo a la Dra. Maldonado, el contacto con disolventes del tipo de Thinner (soluciones limpiadoras con una proporción de solventes aromáticos como la acetona y el tolueno) afectará la piel por dos causas: el tiempo en que el trabajador está en contacto con la sustancia, es decir, cuántas horas está en contacto con el material, y por el grado de concentración de dicha sustancia. A más concentración, habrá más irritación. Idealmente, el impresor debería usar guantes cada vez que vaya a manipular cualquier tipo de líquido o producto irritante.
Además del contacto, la ingestión e inhalación de sustancias son otras dos formas de exposición. En la primera, el químico accidentalmente entra al cuerpo de forma oral. Por lo general, el mayor riesgo de ingestión de tinta ocurre durante la limpieza y recuperación de pantallas serigráficas. Esto se debe a que las lavadoras de alta presión pueden salpicar de manera impredecible. Por otro lado, los peligros de la inhalación son más sutiles. Básicamente, si lo puede oler, lo está inhalando. Náusea, dolor de cabeza e inclusive enfermedades son algunos efectos de la inhalación excesiva de vapores químicos.

Los métodos de la imprenta (impresión tipográfica, fotograbado, offset litográfico, retícula, digital, serigrafía, etc.) y la clase de trabajo configuran en gran medida el grado de exposición a ciertos alérgenos.

• Flexografía y Fotograbado.- La dermatitis ocasionada en estos casos es provocada por el contacto con cintas con alto contenido de solventes.

• Offset.- Las placas de los sistemas UV, tales como el dictrilo y el nailonprint, pueden provocar alergia por contacto debido a los polímeros acrílicos. Las placas no fraguadas o las soluciones que tienen polímeros sin fraguar representan un riesgo de sensibilización para la piel.

• Serigrafía e Impresión Digital (ink-jet).- El proceso de curado de tintas UV entraña un riesgo potencial de exposición por inhalación. Las unidades de curado UV pueden causar que el oxígeno alrededor de ellas forme moléculas de ozono (O3). Hemos escuchado que el ozono en la atmósfera terrestre es bueno dado que nos protege de los rayos del sol, pero cerca de nosotros puede causar dificultad para respirar, tos, respiración asmática, dolores de cabeza, náusea, e irritación de ojos y garganta. El ozono puede limitar severamente la respiración en las personas que sufren de enfisema, bronquitis, neumonía, asma o gripe.

Hoy en día, la medicina moderna ha logrado producir
“guantes invisibles”. Estos son en realidad productos
químicos que se aplican como crema y protegen la piel
por una cantidad limitada de horas.

¡No se arriesgue!
Una dermatitis irritante no tratada puede convertirse en una alérgica que puede llegar a extenderse a otras partes del cuerpo, tales como los antebrazos. La inflamación de la piel también puede complicarse con infecciones agregadas, desde Impétigo -una infección bacteriana superficial de la piel- hasta una celulitis, una clase de contaminación más profunda.

Medidas de protección
Es más sencillo prevenir la dermatitis que curarla. Por lo tanto, la empresa debe desarrollar e implementar acciones orientadas a la protección del personal. Entre ellas se encuentran las siguientes:

• Minimice la exposición a los solventes y a otros irritantes. Para ello, se deben portar cubre-bocas y guantes protectores cuya finalidad es reducir o eliminar la exposición de la piel a las sustancias químicas, creando una barrera física entre la piel y el ambiente potencialmente perjudicial.

• Instale buenos sistemas de ventilación. Puede utilizar un ventilador montado en la pared o en una ventana, de manera que pueda evitar que el aire “se estanque”.

• Promueva el cuidado de la piel. Recuérdele a sus empleados la importancia de mantener sus manos pulcras y en buenas condiciones. Jamás permita que utilicen solventes para limpiar la piel. Si se necesita emplear una solución limpiadora para remover la tinta de las manos, asegúrese que dicha solución sea removida a su vez tan pronto se hayan limpiado. De ser posible, asigne a una “supervisor” cuya responsabilidad consista en realizar chequeos periódicos de piel.

• Use sustitutos más seguros. En los últimos años se han introducido insumos sin solventes con el fin de eliminar el uso intenso de solventes para las tintas convencionales, tales como las tintas que fraguan rápidamente por acción ultravioleta (UV) y las solubles en agua. Sin embargo, han surgido otros problemas. En una instancia, las tintas UV contienen compuestos, tales como los polímeros acrilados y los agentes agluminantes, los cuales causan dermatitis por contacto.

• Facilite y autorice modificaciones en el trabajo, a fin de que las personas alérgicas o afectadas puedan evitar las exposiciones.

Como la labor del impresor puede llegar a ser sumamente minuciosa, la Dra. Maldonado advierte que, hoy en día, es posible hacer uso de “guantes invisibles”. Estos son en realidad productos químicos que se aplican como crema y protegen la piel por un cierto tiempo, es decir, por una cantidad limitada de horas. Dado que la limpieza, como el aseo personal, es esencial en su medio de trabajo, también recomienda el uso de sustitutos de jabones. En caso de ya contar con molestias por la irritación, puede aplicarse antiinflamatorios. Para consultar qué producto utilizar en cada caso, consulte a su médico especialista de confianza.

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