La impresión en telas no ha dejado de ganar terreno desde su aparición y hoy en día representa una verdadera oportunidad de negocio y expansión empresarial.
De un tiempo a la fecha, hemos sido testigos del vertiginoso crecimiento de las aplicaciones textiles en industrias tan importantes como la gráfica y la decorativa. Aunque su aplicación en la industria de la moda y la confección resulta lógica, las telas están captando nuevos nichos de mercado y sus posibilidades parecen ilimitadas. Tal es el caso de la impresión de gran formato, que hasta ahora ha pertenecido a materiales tan tradicionales como la lona, derivados plásticos y algunos materiales rígidos.
En algunos países de Europa y Estados Unidos, la impresión textil de gran formato tiene ya unos años en el mercado, y no ha dejado de crecer desde entonces. En el caso particular de México, el proceso ha sido más lento y son pocas las empresas que se han enfocado en cubrir esta tendencia. Las complicaciones en el proceso de aprendizaje y la gran resistencia al cambio en el mercado han provocado que aún no se haya visto una gran demanda de esta aplicación.
Sin embargo, en México ya existen empresas que han identificado este sector como una oportunidad de negocio y están ofertando la impresión en gran formato de telas.
Técnicas de impresión textil
Mucho se ha hablado de las técnicas para imprimir en tela, y la discusión respecto a cuál es mejor que otra, continúa. Específicamente hablando de impresión textil de gran formato, podemos considerar a la sublimación, y a la llamada “impresión directa”, pero no es fácil determinar cuál es mejor y por qué. Para ello, es necesario considerar los pros y contras de cada una y la aplicación final de la impresión.
La sublimación consta de tres pasos productivos básicos: la impresión en papel transfer, el proceso de sublimación para pasar el gráfico a la tela, y el acabado. Para esta técnica es necesario contar con equipo específico, como una calandra que active las tintas en el textil y les permita penetrar hasta cierto grado en las fibras de la tela.
La impresión directa, por el contrario, se “ahorra” el paso de la impresión en papel transfer e imprime directamente sobre la tela, además se puede hacer con los equipos que el impresor ya tiene. Es clara la reducción en los tiempos de producción. En ciertos casos es necesario que la tela pase posteriormente por un horno de secado que permite la activación de las tintas; mientras que algunos equipos de Epson o HP, no requieren de este proceso, pues trabajan con tintas base agua, solvente o UV, que se adhieren directamente en el textil.
Aunque este tipo de impresión es más rápido y no usa papel, las telas requieren de un tratamiento especial que admita las tintas y eso las encarece.
Respecto a la impresión digital directa, hay discusiones acerca de la calidad que alcanzan. Es bien sabido, además, que su introducción al país ha sido lenta, aunque en exposiciones internacionales ya es común ver equipos con estas características. En México son pocos los que logran buenos resultados, como la máquina Kappa 320 de Durst o la Latex 280 de HP.
Para elegir una técnica u otra, los impresores deben considerar lo que su público les está solicitando, priorizando sus necesidades de precio, calidad o de tiempos de producción más ágiles. Como usuario final, es básico pensar en el uso que se le dará a cada aplicación para tener en cuenta sus necesidades y la técnica de impresión que se adapte mejor a ellas.
Grandes alcances: telas imprimibles
Para ambas técnicas de impresión existe una amplia variedad de telas que pueden trabajarse, el único requerimiento es que estén constituidas en su mayoría por poliéster (hasta en un 60%) o que tengan un recubrimiento de este material. Es posible usar telas como el algodón, siempre y cuando tengan un tratamiento previo a la impresión que consiste en una cubierta de resina de poliéster. Si las telas tendrán contacto directo con la piel de las personas, es necesario un proceso de vaporizado y lavado que sustituya al calandrado tradicional posterior a la impresión. Esto en la impresión de colchas, sábanas, tapicería y manteles.
La constitución del poliéster permite una buena adhesión de las tintas a la tela, y le da más vida al color. Aunque se han hecho pruebas en otros tipos de telas, este material sigue siendo el ideal. Algunas fibras naturales como el algodón no son adecuados para la sublimación porque el resultado final es opaco, y las temperaturas que se aplican le pueden dar un tinte amarillento.
Telas para sublimación
Algunas de las telas más comunes para sublimación de gran formato son:
• Sarga: es una de las telas más solicitadas por el público por su flexibilidad a la hora de almacenarse o transportarse. Se emplea sobre todo en stands y aplicaciones como displays. Es mate y ligera.
• Raso: es una tela lisa que se puede usar tanto en la industria de la moda como en anuncios publicitarios. Está disponible en mate o brillante.
• Satín: suele usarse en banners y paredes gráficas, es delgada, de entramando muy cerrado y elegante.
• Lycra, o expandex: es una de las telas más flexibles que se puede ajustar perfectamente a una superficie por su capacidad de estiramiento, es mate.
• Canasta: es una tela muy gruesa y resistente ideal para anuncios de larga vida, mochilas o maletas.
• Polar: es una tela suave que se utiliza sobre todo para la impresión de colchas, es de acabado mate.
• Magali: tiene una caída muy suave, es lisa y se usa sobre todo en la industria de la moda y decoración
• Tiburón: debido a su grosor y resistencia, se usa en carpas, no permite el paso del agua y es muy resistente.
• Tampa: es una tela gruesa más flexible que la tela tiburón, se usa en la elaboración de carpas y permite el paso del agua.
• Wimbledon: la suavidad y resistencia de esta tela la hacen ideal para la decoración de interiores y tapicería.
• Tergalina: es muy ligera y semitransparente, permite el paso del aire y es fácil de transportar.
Antes de comenzar el proceso de impresión, es muy importante considerar que todas las telas tienen un determinado porcentaje de encogimiento y cada una reacciona de manera diferente a la temperatura y a las tintas.
Nichos de mercado
La impresión de telas para gran formato es un mercado emergente en nuestro país, pero a comparación de materiales como la lona o el vinil, sigue siendo muy costosa. No solo la tela en sí, sino los procesos de impresión, que siguen siendo lentos y casi artesanales. La sublimación requiere de un complejo trabajo previo que involucra pruebas de color y estiramiento o encogimiento de las telas, lo que permite crear perfiles específicos para cada una.
Por ahora, el principal objetivo de la impresión textil es la estética. Las telas crean un ambiente de lujo y exclusividad, son mucho más elegantes que otros materiales plastificados y alcanzan muy buena calidad de imagen. Por eso, las telas impresas con fines publicitarios han tenido principal cabida en las marcas de lujo y artículos Premium.
Decoración y diseño
Con los equipos actuales es posible imprimir telas en grandes cantidades para tapicería de muebles, muros, ropa de cama, mantelería y cortinas.
Si se usa la tela más recomendada para cada caso, los resultados pueden ser asombrosos. Una aplicación novedosa muy atractiva entre empresas como Sublima es la impresión de alfombras. Es posible generar todo un concepto si cuidamos detalles como el suelo donde pisamos.
El arte no puede quedar fuera si hablamos de decoración y diseño. Ya que el costo de una pintura es muy elevado, algunas personas optan por imprimir obras de arte en alguna tela que sea recomendable por su acabado. Algunos artistas incluso han recurrido a la sublimación para hacer impresiones de su trabajo y venderlas a precios más accesibles.
Arquitectura textil
Llamamos así a la tendencia de usar telas en el montaje de stands, como si de materiales de construcción se tratara. La calidad de imagen de la sublimación permite aplicaciones que antes no hubiéramos creído posibles. Texturas como metal, madera, piedra, entre muchas más, pueden imprimirse en tela y colocarse sobre una estructura para crear muros y construcciones complejas que se asemejan de manera impresionante a dichos materiales.
La diferencia es que es mucho más fácil de colocar y transportar. La tela se dobla y almacena fácilmente, ocupando poco espacio.
Esta es sin duda una de las aplicaciones más novedosas del textil, y parece que el límite es la imaginación. La elegancia y el fácil manejo de las telas se combina a la perfección con la calidad de imagen que se logra con la sublimación, y el resultado es realmente asombroso.
A la hora de imprimir…
Por ahora, son pocas las empresas que ofrecen impresión textil de gran formato, principalmente por una razón: la poca demanda. Para los usuarios de materiales como la lona ha resultado difícil emigrar a esta nueva tendencia, pues la diferencia de precios es muy considerable, y en nuestro país todavía no hemos sido testigos de los alcances de esta aplicación.
Por esta misma razón, en México existen muy pocos fabricantes de tela en formatos tan grandes, así como de papel transfer para la sublimación. Esto aumenta los costos de producción para quien se dedica a esta tendencia. Debido a la dificultad para encontrar telas grandes, los impresores han tenido que generar sus propias técnicas de trabajo. Algunas empresas de sublimación en México, como Sublima y Acción Empresarial, ya ofrecen telas de hasta 3.20m de ancho, pero en el caso de aplicaciones más amplias, la única opción es unir las telas mediante costura o pegamento.
La desinformación del usuario final también resulta problemática. Algunos clientes esperan que el precio de la sublimación sea proporcional al de la tela, que se cobra por metro lineal, pero no consideran que el papel transfer se vende por metro cuadrado.
Poderosos equipos
Por supuesto, la principal característica de los equipos con los que podemos lograr aplicaciones como las antes mencionadas, es que son robustos. Marcas tan reconocidas como Mutoh, Durst, Mimaki, Epson, Agfa, Roland, HP y Fuji han lanzado al mercado equipos de sublimación e impresión directa, cada uno con cualidades específicas que se adaptan a las necesidades de cada impresor.
El ancho más grande por ahora disponible es de 3.20m. aproximadamente, aunque son pocas las empresas que lo ofrecen. Para sublimación, Mimaki Agfa, Epson y Roland proveen algunos de los equipos más potentes, mientras que la impresión directa está cubierta por modelos de HP, Durst, Mutoh, etc.
La mayoría de los equipos trabajan con el RIP Wasatch para garantizar una alta calidad en la impresión. Roland incluye el software VersaWorks RIP, Agfa trabaja con ErgoSoft RIP y Durst utiliza el servidor RIP Caldera externo con Software GrandRip+.
Tintas y Papel transfer
Es bien sabido que para asegurar el máximo funcionamiento de un equipo, y la mejor calidad posible de impresión, lo más recomendable es trabajar con las tintas que cada empresa certifica.
Por ejemplo, Mimaki usa su serie de tintas SB53 y garantiza una mayor expectativa de vida del equipo. Por su parte, Epson trabaja con UltraChrome DS, Agfa con tintas Ardeco CMYK, Roland con sus tintas de sublimación HeatWave y Durst con la serie de tintas que desarrolló recientemente: dispersas, ácidas y reactivas.
Las tintas dispersas de Durst están recomendadas para telas sintéticas, poliéster, y una mezcla superior al 50%, las reactivas se usan en algodón y mezcla superior al 60%; y, por último, las tintas ácidas se usan en seda y mezcla de seda. La tinta reactiva y la ácida se pueden combinar para estampar diferentes tejidos. Es importante mencionar además que la tinta reactiva cuenta con el certificado GOTS, de acuerdo al Estándar Orgánico Textil Greenpeace.
En sublimación, es importante considerar que existen tres tipos básicos de papel transfer: el regular (el más usado para imprimir sobre textil blanco), el papel transfer con base blanca, especial para imprimir sobre textil de color; y el de acabados creativos como fluorescencia, brillos y demás elementos decorativos.
Pros y contras que enfrenta el impresor
A la hora de trabajar, la realidad respecto a lo que las marcas promueven es diferente. Los retos técnicos más comunes que enfrenta un impresor son los siguientes:
-Tinta. Se recomienda usar la que el fabricante ha probado en sus equipos, aunque, con el fin de reducir los costos de producción, los impresores pueden llegar a cambiar de tintas. Esto no sólo puede ocasionar problemas como el bloqueo de los cabezales y una disminución a la calidad, sino que los colores varían de una marca a otra y probablemente sea imposible dar continuidad a un trabajo. Es importante que el impresor se informe y haga pruebas antes de elegir ser fiel a una marca de tintas y comprar un gran stock, pues la caducidad de éstas es otro tema. Verificar el material adquirido, así como el llevar un registro estricto de qué se compró dónde y cuándo, puede evitar estos problemas.
– Costos de producción. Sobre todo en la sublimación, los costos de producción siguen siendo muy, así que un impresor necesita una considerable inversión para entrar al mercado del gran formato textil.
– Telas. La fabricación de telas especializadas para este mercado es muy limitada, así que los impresores tienen que importar de otros países, consumir telas que no nacieron para la industria gráfica o unir diferentes tamaños para alcanzar el formato que el cliente demanda.
Toda aplicación tiene sus complicaciones, y la impresión textil no es la excepción. Los impresores han buscado aprovechar las ventajas de incursionar en este mercado:
– Poca competencia. Aunque hay muchas personas que se dedican a la impresión y sublimación textil, dar un paso al gran formato no ha sido sencillo, así que muy pocas empresas mexicanas están haciéndolo. Por ahora es un nicho de mercado con gran potencial.
– Ampliación de cartera de clientes. Al incluir cada vez más opciones de impresión, una empresa estará ampliando su mercado. Esto puede convertir a un negocio en el impresor de cabecera de grandes marcas que requieren altas y variadas producciones.
– Acceso a públicos más exclusivos. La impresión textil de gran formato está teniendo principal aceptación en las marcas de lujo y productos Premium. Al incluir este servicio, el impresor se acerca a mercados que generalmente tienen presupuestos altos y están dispuestos a invertir.
CASOS DE ÉXITO
La curva de aprendizaje que traza el camino hasta esta aplicación no es sencilla, ha representado un reto para las empresas que la han adoptado. Algunos casos de éxito, tales como la empresa mexicana Sublima, se consolidaron a través de los siguientes factores determinantes: la constante actualización respecto a tecnología y acabados, el compromiso de trabajar siempre con productos de alta calidad y una cercana comunicación con el cliente final.
Algunos de los equipos más recomendables para la impresión textil de gran formato son los siguientes: