Hay fotografías muy buenas que funcionan por sí mismas, porque captan un momento o por su calidad, pero en la mayoría de las ocasiones, todas tienen algún aspecto mejorable. Descubre cómo destacarlas.
En la era digital que vivimos, muchos fotógrafos ya no se contentan con tomar una buena instantánea con la técnica, encuadre y oportunidad ideales; ahora la postproducción se ha convertido para muchos en parte esencial de su arte, y la fotografía se sigue “haciendo” incluso después de descargarla en el ordenador mediante su manipulación en programas como PhotoShop y Lightroom.
Por otro lado, no es raro que al fotógrafo novato le sucedan algunas “tragedias” durante sus sesiones y, aunque ya conocemos a Mr. Murphy y solemos creer firmemente que en esta ocasión no nos lo vamos a topar, el caballero del infortunio siempre actuará de forma insospechada para hacer cumplir su famosa ley: “Si algo puede salir mal, saldrá mal”, sobre todo cuando no tendremos oportunidad de repetir nuestras fotos.
En ambos casos, saber un poco sobre retoque fotográfico digital no nos viene mal. Es por eso que a continuación hablaremos de dos simples trucos para mejorar una foto.
Viñetas
Algunos ven al viñeteado como un efecto no deseable consecuencia de un lente muy limitado, de filtros o parasoles utilizados incorrectamente o de una mala configuración de la cámara. Sin embargo, actualmente muchos fotógrafos aficionados y profesionales utilizan de manera creativa este recurso que consiste en agregar a las imágenes una capa que se va fundiendo desde el centro hacia afuera en algún color específico, en un desenfocado o algún otro efecto, para modificar la composición de la fotografía, concentrar la atención del espectador en la parte central de ésta, crear un mood romántico o antiguo, para distraer la atención de detalles innecesarios que sólo hacen ruido, o simplemente como un elemento creativo adicional a la toma.
Aplicar el viñeteado en Lightroom es sumamente sencillo, ya que sólo hay que tener un poquito de conocimiento del programa para saber que ya incluye una acción predeterminada para este efecto que podemos modificar a nuestra conveniencia. Así, podemos viñetear en blanco o negro y modificar el diámetro del efecto al centro de la imagen, o bien la dureza del degradado.
Sin embargo, para quienes no usan ese programa de edición y revelado digital, el asunto se traduce en “saber el caminito” que a final de cuentas es bastante sencillo pero, para muchos, difícil de adivinar.
Viñetas de modo rápido y seguro
Ya con la fotografía abierta, en primer lugar tendremos que duplicar la capa de fondo para trabajar el efecto del filtro. Para ello, presiona Ctrl + J (o cmd + J en Mac) y dale un nombre a la nueva capa, “viñeta”, por ejemplo.
Para crear un viñeteado sutil usaremos el filtro Corrección de Lente que encontraremos en el menú Filtro > Corrección de Lente. Ya dentro de esta opción asegúrate de no tener ningún cambio preestablecido en la pestaña de Corrección Automática y da clic en la pestaña A Medida.
Después, en la opción Viñeta ajusta la Cantidad a -70 y el Punto Medio a 100, aunque en realidad estos parámetros son arbitrarios, por lo que puedes jugar con los controles para oscurecer o aclarar los bordes hasta lograr el efecto que más te agrade.
Hacer colores más vivos
A veces nos encontramos con que nuestra imagen se ve como “lavada”, está sobreexpuesta o simplemente le falta un poco de vida. Enfrentar este problema es muy sencillo con PhotoShop y el ajuste de curvas es uno de los modos más característicos.
Un consejo que no deberás echar en saco roto es el trabajar por capas de ajustes y no aplicar los efectos directamente sobre la imagen, ya que así podrás realizar cambios de modo eficaz y nada destructivo. Dichas capas actúan como si fueran películas transparentes sobre la imagen en las que efectuamos los cambios y nos permiten modificar cada cambio o ajuste sin tener que regresar el estado de la fotografía hasta el inicio. Así podremos deshacer esos cambios de manera selectiva.
Para ello, en el menú Capa elige la opción Nueva Capa de Ajuste > Curvas para ajustar los canales rojo, azul y verde.
En primer lugar modifica la curva de los tres canales juntos, los valores de entrada y salida que utilices variarán de acuerdo con las características de tu fotografía, lo importante es que le pierdas el miedo a este tipo de controles y te atrevas a jugar con ellos.
A veces con ese ajuste es suficiente, pero otras, sobre todo cuando tenemos una dominante de color que no nos gusta, podemos ajustar cada canal por separado hasta lograr el tono perfecto.
Posteriormente ajustaremos el brillo y contraste, para lo que ahora crearemos una capa de Ajuste de Brillo/Contraste mediante el siguiente recorrido: Capa > Nueva Capa de Ajuste > Brillo/Contraste, y de igual forma ajusta los valores hasta que quedes satisfecho con lo que estás viendo.
Después, haz una nueva capa de ajuste, pero ahora de Tono/Saturación, pero en esta opción sólo ajusta los valores de la saturación.
Como ves, mejorar el aspecto de tus fotografías puede ser una labor sencilla cuyo secreto, la mayoría de las veces, está en conocer el camino correcto para lograrlo. Haz algunas copias de fotografías y practica con los programas que tienes a la mano, busca en Internet, consulta manuales, pregunta. Con el tiempo aumentarás el grado de complejidad de tus retoques y comprobarás que lograrlos es, más que nada, un asunto de práctica.