La televisión más curva del mercado mide 65 pulgadas y está equipada con una pantalla H Triluminos, una resolución de 1080p. Gracias a los ocho altavoces que la complementan, la TV es capaz de simular un sonido redondeado. Un tipo de tecnología inspirada en la de las pantallas de las salas de cine. No obstante, su curvatura es lo suficientemente ligera como para que colgarla de la pared no sea un impedimento.
La televisión cuenta con todas las conexiones propias de cualquier televisor de alta gama, y permite reproducir contenido en 3D. Tiene un motor de procesamiento X-Reallity Pro y retroiluminación.
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