Click a toda velocidad

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¿Fotos de deportes borrosas, movidas o desenfocadas? En VD le damos algunos consejos para mejorar la técnica y obtener fotos deportivas cada vez más profesionales.

No será el primero ni el último que, armado con su cámara y mucho entusiasmo, salga a fotografiar deportistas y regrese frustrado, con la memoria de la cámara llena de fotos que no sirven. Gran parte del problema se soluciona siguiendo estos consejos.

Use el equipo adecuado
Dicen que importa más el fotógrafo que la cámara, pero en fotografía deportiva esto no es del todo cierto: si tiene una cámara réflex capaz de disparar 40 fotogramas por segundo, con un teleobjetivo de 300 mm o más y una apertura de f1.4, el trabajo se sentirá mucho más dulce.
Lo primero que debe pensar es que más que el cuerpo de la cámara en sí, es necesario contar con una buena óptica, sobre todo cuando el fotógrafo se encuentra muy lejos del sujeto. Habrá que invertir un poco e indudablemente los resultados lo valen. Lo más indicado es conseguir un teleobjetivo de por lo menos 200 mm. Cuanto más alto, mejor, porque le permitirá seguir al sujeto desde lejos y hacer acercamientos que son imposibles con el objetivo 18-55.
Busque que su óptica, además de larga, sea lo más luminosa posible (recuerde que mientras menor sea el número f, mayor será su luminosidad). Las grandes aperturas darán más nitidez porque permiten una mayor entrada de luz y tiempos de exposición cortos.
¡Algo muy importante! Con las distancias focales largas las fotografías pueden salir movidas, por lo que es recomendable tener estabilizador de imagen.

El programa de su cámara
Si quiere tener más control de su equipo y tomar fotos más expresivas, deberá ejercitar la técnica y la creatividad con el modo manual de su cámara.
En foto deportiva lo mejor es utilizar velocidades altas y congelar el momento. Si al principio se le dificulta programar en manual, puede comenzar haciéndolo en modo semimanual con prioridad en la velocidad. Procure no disparar con velocidades por debajo de 1/200 s y recuerde que el disparo debe ser más rápido a la acción a fotografiar. Por ejemplo, para congelar una pelota tal vez sea necesario disparar a 1/500 s, o a 1/300 s para un corredor.
Si la iluminación del lugar es constante podrá fotografiar con el modo manual sin ningún problema. Sin embargo, las cosas se dificultan si se enfrenta a zonas de iluminación variable, como un lugar con muchas sombras o un día con nubes. Entonces, si el fotógrafo no tiene mucha experiencia suele tener complicaciones para ajustar todos los parámetros de la cámara y enfrentar las diferentes condiciones de luz. Si se encuentra en esta situación, deje que la cámara ponga el ISO de manera automática.

ISO alto
Al disparar a altas velocidades probablemente las fotos saldrán oscuras, por lo que en ocasiones habrá que utilizar sensibilidades ISO mayores. Hágalo con precaución, ya que a mayor sensibilidad, más ruido. Procure no exceder el ISO 800, aunque si es necesario no dude en hacerlo: es preferible una buena foto con ruido que una foto en la que no se ve nada.

Enfoque
Suele ser complicado enfocar manualmente sujetos que cambian rápidamente de lugar. El enfoque automático casi siempre lo hace correctamente, pero es recomendable conocer los modos de enfoque que ofrece su cámara; el modo AF¬-C para enfoque continuo es el que más se ajusta a sujetos en movimiento. También existe la posibilidad de integrar a la cámara algún software para enfocar movimientos rápidos.
Si los sujetos permanecen en el mismo lugar (lanzamiento de bala, por ejemplo), puede pre-enfocar en modo manual para que realice tomas continuas sin que la cámara esté buscando enfocar cada vez.
Los equipos digitales por lo regular no cuentan con un enfoque ni zoom lo suficientemente veloz, y el disparo se efectúa con cierto retardo. En ese caso hay que volverse astuto y anticiparse a los hechos; es decir, hacer el disparo un instante antes de que el corredor llegue a la meta, de que el atleta llegue a la parte más alta del salto, o de que el delantero meta un gol.

Modo de ráfaga
Si su cámara cuenta con modo de disparo en ráfaga, ¡aprovéchelo! De este modo podrá registrar una variedad de expresiones y posiciones de una misma escena que no lograría con el disparo simple. Luego podrá elegir aquella que mejor represente la situación. Altérnela con el disparo simple para que al final no tenga que elegir entre cientos de fotos.

Dispare en RAW
Si pretende hacer fotografía con profesionalismo, utilice este formato y aprenda a usar Lightroom o PhotoShop para sacarle todo el partido a la imagen, más aún si las condiciones de luz no son óptimas.
La única desventaja del formato RAW es que el tiempo de escritura en el disco es más largo que en jpg y probablemente el modo ráfaga no funcione. Para ello, consiga memorias lo más veloces posible.

Muévase y afine los sentidos
No todo es saber disparar con los parámetros precisos. Hay que hacerlo en el instante y desde los puntos de vista correctos.

Muévase de lugar. Usar un mismo punto de vista es muy aburrido; permanezca en un mismo sitio unos 10 minutos y después busque ángulos, perspectivas y expresiones distintas. Procure cazar los pequeños detalles.

Afine sus sentidos. Las actividades deportivas suelen durar suficiente tiempo como para permitirnos hacer pruebas, sin embargo, el instante perfecto sólo dura décimas de segundo.

Conozca bien el deporte. Si no lo hace, no podrá anticiparse a las jugadas ni distinguir los momentos más importantes.

Otra opción para acentuar el dinamismo y dar la sensación de velocidad es experimentar un poco con la técnica de panning, que consiste en lograr que el objeto principal esté enfocado y congelado, con el fondo barrido.
Finalmente y no menos importante, ¡diviértase! Está participando de un evento de lo más vivificante.

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