Grabado invisible: las posibilidades del acrílico

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Cuando hablamos de sustratos para artes gráficas, invariablemente el acrílico surge como una de las alternativas más populares y con mayor aceptación por parte del usuario final, gracias a sus cualidades de resistencia y, sobre todo, su apariencia similar al vidrio.

Tanto en el mundo de la publicidad como en la industria médica, automotriz, de embalaje, señalética, diseño de interiores, diseño industrial, construcción de stands, tecnología informática y muchísimas más, el acrílico también conocido como metacrilato es uno de los materiales más usados. Y aunque existen muchas alternativas para tratarlo, el grabado láser es una de las más recurrentes, ¿Por qué? La respuesta está principalmente en la calidad de los acabados. 

LA TÉCNICA IDEAL PARA EL MATERIAL IDEAL
El corte y grabado láser es una técnica de diseño muy popular en el mercado, y consiste básicamente en la gestión de sustratos mediante equipos de alta precisión que con un láser son capaces de cortar materiales de distinto grosor. Mediante la programación de estas máquinas, la intensidad y el tiempo de exposición del láser se regulan de tal forma que no llegue a cortar el material, sino a grabarlo. Esto significa que la técnica no es solamente una herramienta de trabajo que contribuye a agilizar grandes producciones (cuando de corte se trata), sino que es una alternativa de diseño.

El acrílico es sin duda uno de los materiales favoritos para trabajar con esta técnica, solamente comparable en popularidad con la madera, y se debe a su versatilidad. Hablamos de un sustrato disponible en el mercado en distintos colores, acabados, texturas y dimensiones; muy resistente a impactos e incluso a rasguños; con una alta duración en contacto con agentes de desgaste y, lo que es más importante: con grandes posibilidades de diseño. Su transparencia parcial o completa es similar a la del cristal y por eso suele usarse en diseños sobrios y elegantes, mientras que la brillantez de su color lo hace ideal para aplicaciones más eclécticas y llamativas.

Además, el acrílico es muy fácil de gestionar ya que el riesgo de romperlo es bajo, no es muy pesado y puede almacenarse durante mucho tiempo en condiciones regulares de cuidado sin temor a que se dañe
irreparablemente.

El grabado láser, por su parte, es de una precisión tan alta que puede plasmar imágenes o textos realmente pequeños y con un altísimo nivel de detalle en el acrílico. Todas estas cualidades, tanto de la técnica como del material, han hecho que las aplicaciones de grabado con acrílico crezcan como la espuma en distintas áreas de la industria gráfica.

ACRÍLICO EN TODAS PARTES
Aunque son muchísimas, entre las aplicaciones de acrílico grabado se destacan las siguientes:

Souvenirs y galardones: desde pequeños llaveros hasta premios deportivos o académicos representan uno de los mercados más importantes de esta técnica, gracias a la facilidad con que se pueden grabar textos perfectamente legibles, fundamental a la hora de promocionar una marca o conmemorar un evento.

Señalización retroiluminada: si bien la señalización es ya uno de los mercados más amplios de la industria gráfica, el acrílico ha traído a este sector muchas posibilidades creativas. Además del corte personalizado a cada espacio arquitectónico, el grabado de señalamientos, indicaciones o imagen corporativa sobre las placas se potencia con fuentes  de luz para hacerlo más llamativo, si a esto se agrega acrílico de colores o con texturas especiales, el impacto puede ser mucho mayor.

Lámparas y falsos vitrales: sin duda una de las tendencias más populares de esta técnica consiste en cortar piezas de acrílico para adaptarlas a un lugar específico (en el caso de los vitrales), o recortar siluetas (en el caso de las lámparas) y grabar sobre ellas algún patrón decorativo. Posteriormente se coloca una fuente de luz en la base, la cabeza o ambas partes de la pieza; por reflexión lumínica natural, la luz se dispersará por los cortes de la superficie como si de canales se tratara.

LA CLAVE ESTÁ EN LA VARIEDAD
Es importante tener en cuenta, a la hora de emprender un proyecto, que no existe un sólo tipo de acrílico, y la variedad no está solamente en los colores o los grosores del material, ni siquiera en las texturas, sino en la composición del mismo, y de esto depende el tipo de acabados que se pueden obtener.

El llamado acrílico colado o moldeado, es el más conocido en el mercado y tiene entre sus principales ventajas una alta durabilidad en la intemperie, haciéndolo ideal para aplicaciones exteriores o en continuo contacto con agentes de desgaste, ya que se resiste al envejecimiento natural producido por el sol y los rayos uv, que suelen volverlo amarillento. Además tiene una resistencia a los impactos hasta veinte veces superior a la del vidrio, pero es mucho más ligero que éste (aproximadamente en un 50 por ciento). Gracias a su nivel de transparencia, este material tiene una excelente capacidad de transmisión lumínica y calidad óptica, al tiempo que es aislante térmico y acústico. Este tipo de acrílico tiene una elevada calidad superficial que no se raya fácilmente, conservando durante más tiempo el brillo natural.

Por su parte, el acrílico extrusado es reconocido por su fácil manipulación a la hora de cortarlo o moldearlo, ya que tiene un calibre uniforme y estable. Posee también un alto grado de transparencia y es posible fabricar tamaños especiales y personalizados para cada proyecto, por lo que es popular en aplicaciones de diseño de interiores o señalización. Además de su resistencia al impacto y a la intemperie, este material es popular por su naturaleza reciclable.

También es muy recomendable el acrílico blanco o verde escarchado, disponible en distintos grosores de 3, 5, 8 y 10 milímetros. Su acabado esmerilado es perceptible al tacto y permite una difusión lumínica muy especial, sin embargo, esta característica es la que no lo hace muy adecuado para el grabado, ya que en la textura podrían perderse detalles muy pequeños del diseño. Al contrario, este material es perfecto para el corte láser de caracteres para señalización transparente con o sin pintura, ya que es resistente a las marcas de dedos y otros agentes grasos, garantizando que las señales serán siempre claras.

¿CÓMO OBTENER LO MEJOR DEL ACRÍLICO?
Aunque se habla de un material fácil de gestionar, un buen grabado requiere ciertos cuidados durante el proceso. Estos son algunos de los errores más comunes que debemos evitar:

El material incorrecto. Si el acrílico no produce un grabado blanco escarchado lo más probable es que no se esté usando el correcto para la aplicación. Regularmente se utiliza para grabar el acrílico moldeado y el extruido. El primero se fabrica con acrílico líquido que se vierte en moldes para solidificarlo y es el ideal para hacer grabados escarchados, pero el corte no produce bordes pulidos. Por su parte, el acrílico extruido suele ser más económico porque se produce en masa, pero reacciona de forma diferente al láser. Aunque se corta de forma muy limpia y uniforme sin necesidad de pulido, no es posible crear escarchados, sino que el grabado es totalmente transparente. De modo que antes de elegir el material que usaremos, es fundamental tener claro lo que esperamos obtener. 

Equipo en malas condiciones. Aunque puede parecer esencial, lo cierto es que la mayoría de los problemas que surgen durante el grabado del acrílico son provocados por deficiencias en las máquinas. Antes de comenzar un proyecto es importante verificar algunas características como la calidad del lente del láser, que debe ser muy alta para obtener buena resolución en el corte y un bajo porcentaje de ahumado en los bordes del material. También es recomendable mantener la boquilla del aire totalmente abierta para asegurarnos de que ni el cabezal ni el acrílico sufran quemaduras; esto permite además que el acrílico no se selle y se seque de inmediato.

El plástico protector. Lo mejor será siempre retirar la película de plástico al final del corte y grabado, pues esto protege al material del ahumado natural del corte y de los rayones que tan fácilmente pueden provocarse durante el proceso.

Limpieza. En un afán por mantener la transparencia del material, es común que lo limpiemos con agentes agresivos como el alcohol u otros químicos parecidos al thinner, lo cual es contraproducente ya que puede volver opaca la superficie. Lo cierto es que el acrílico puede limpiarse fácilmente con agua y jabón suave de manos o trastes.

CASOS DE ÉXITO
Como ya mencionamos, no es que el grabado láser sea una técnica nueva, o el acrílico un 01material de última generación, pero su calidad y alcance ha mejorado tanto que, de la mano de propuestas creativas, surgen nuevas aplicaciones que llegan para quedarse. Este es el caso de las lámparas acrílicas. Aunque es en esencia un concepto muy sencillo, se trata de un artículo decorativo que puede ser personalizado o de diseño muy complejo y con alto detalle, llegando incluso a crear efectos tridimensionales.

La versión más sencilla de este tipo de lámparas es muy fácil de hacer, pero cada vez podemos encontrar versiones más sofisticadas en el mercado, con luces más resistentes y grabados muy detallados, incluso como piezas únicas de reconocidos diseñadores. Un ejemplo de éxito es la empresa israelí Sturlesi, que distribuye en todo el mundo sus famosas lámparas con la silueta de una bombilla. Otras alternativas muy recomendables para adquirir este tipo de creativas luminarias es Studio Cheha, Guayaba corte y grabado láser, Hlfymx, por ejemplo.

Por otro lado, el Alex Hammonds Studio está llamando la atención de la industria gracias a su diseño de muebles en acrílico. Se trata de una línea que no teme combinar materiales como el vidrio y el acero con acrílico grabado y los diseños más audaces. Esto ocasiona que la resistencia de los mismos sea alta, y su atractivo visual también, pues el grabado permite que la luz natural de los espacios se filtre de forma muy especial sobre los muebles.

Para demostrar que la versatilidad de esta aplicación no tiene límites, vale la pena mencionar a la diseñadora Chau Har Lee, que se ha ganado una gran reputación por el diseño de sus zapatos de acrílico. Se trata de piezas únicas con una calidad altísima y un grado de pulido en los bordes que conlleva un proceso cuidadoso y detallado, así como piezas de corte láser.

Frente a proyectos como estos sólo queda por decir que cuando se trata de acrílico, la creatividad es el límite.

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