Luz natural vs luz artificial

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fotoIgual que en muchas otras dimensiones de la esfera humana, en la fotografía también existen radicalismos. Y tal vez uno de los más fuertes tiene que ver con el uso de la iluminación natural y la luz artificial. Las opiniones y consejos van por todos lados: algunos argumentan que la luz natural es mejor porque no hay nada tan bello como la luz del sol, o que las fotografías logradas con luz natural son mucho más honestas, o que el flash “aplasta” la imagen y hace que los rostros brillen más de lo debido, o que si no fuera por él habría escenas prácticamente imposibles de retratar o que con éste se logran tomas mucho más profesionales… y una larga lista de “o ques” a la que se aferran muchos aficionados y profesionales de la fotografía para tratar de desbancar una u otra preferencia.

Pero, bien dice el dicho: ¿Pa’qué tanto brinco estando el suelo tan parejo? Todos sabemos que la luz es la principal herramienta para practicar la fotografía. Sin una iluminación, por mínima que sea, es imposible trabajar con nuestra cámara, y la verdad es que del extremo de la luz natural al extremo del flash hay muchísimos matices y posibilidades para lograr las mejores imágenes, y como lo hemos recalcado muchísimas veces, todo es cuestión de practicar cuanto sea necesario para dominar cada técnica.

Exploremos un poquito acerca de qué hablamos cuando decimos “luz natural” o “luz artificial”.

Natural
La luz natural es la luz solar, e incluso la luz de luna, que tenemos disponible y que varía de acuerdo con la hora, la dirección, la temperatura de color y la intensidad.

Cuando el sol está en su punto más alto, la luz tiene aproximadamente 5500 ºK. Una manera de modificarla o controlar sus efectos en tus fotografías es ubicarte estratégicamente, recuerda que ponerte en un lugar u otro para tomar la fotografía es una decisión muy importante si quieres tener una buena iluminación natural.

Otro modo de manejarla es con el uso de rebotadores de luz o difusores, para iluminar más fácilmente los lugares oscuros y controlar el contraste.

Para muchos fotógrafos, los mejores momentos del día para aprovechar la luz natural son las horas mágicas: la hora dorada, en la que la luz tiene a los tonos más cálidos y se da al amanecer o atardecer, cuando el Sol está muy cerca del horizonte, y la hora azul, que produce colores muy saturados y que se da también al amanecer o al anochecer, cuando el cielo se vuelve de un azul muy intenso que posteriormente va difuminándose hacia el naranja, justo antes de la hora dorada.

Ventajas de la luz natural
• Evitas gastos mayores en equipo de iluminación.

• Tus tomas lucen más naturales.

• Es económica, abundante y (a ciertas horas) muy fácil de conseguir.

• El único equipo que requieres es tu cámara, tal vez un tripié, pero sobre todo, tu buen ojo y tu creatividad.

• Cada día hay un montón de momentos con buena luz natural, adecuada para distintos objetivos, esperándote para que hagas fotografías fantásticas.

Desventajas de la luz natural
• Es muy cambiante. Debes atenerte a un tiempo limitado, ya que las condiciones de iluminación mutan en muy poco tiempo a causa de la hora, la posición del sol, la cantidad de nubes, las condiciones climatológicas, el lugar…

• No puedes manipular la fuente de luz.

• Tienes menos control y flexibilidad sobre la iluminación.

• Al ser tan cambiante, debes planear tu sesión con más detenimiento.

• Puede cambiar en cuestión de minutos, por lo que deberás estar verificando constantemente los valores de exposición de tu cámara.

Artificial
Es todo lo que no sea la luz solar o lunar; aquella que proviene de cualquier fuente que se puede controlar (iluminación de estudio, flashes, lámparas, etc.).

Ventajas de la luz artificial
• Si la sabes manejar, te da el control absoluto. Puedes manipular su dirección, potencia o ubicación.

• Corrige los contraluces indeseados.

• No dependes de la hora ni de las condiciones climatológicas, así que puedes obtener una buena exposición a cualquier hora del día y la planeación de tu sesión se vuelve mucho más flexible.

• Puedes crear ambientes, ya que te da la posibilidad de imitar a la luz natural y recrear escenarios diurnos o nocturnos sin dificultad.

Desventajas de la luz artificial
• Es muy costosa y representa una fuerte inversión, sobre todo si no te dedicas profesionalmente a la fotografía.

• Requiere un mayor dominio del equipo, lo que implica mayor tiempo de estudio y, sobre todo, de práctica.

• Montar la iluminación y probarla puede llevar mucho tiempo, dependiendo de la complejidad del proyecto.

¿Cuál usar y en qué momento?
Bien dijo Aaron Rose: “En la luz adecuada, en el momento correcto, todo es extraordinario”. En realidad, ningún tipo de luz es mejor que el otro, simplemente debe ser “la luz adecuada”. Y para ello, hay que aprender a reconocer cuándo debemos usar una u otra, ¡o simplemente, combinarlas! Todo esto también va de acuerdo con tu estilo como fotógrafo y el impacto que desees lograr con tus tomas.

En general, podemos decir que la luz natural funciona mejor en las situaciones en que no tienes tiempo para montar una buena iluminación, y la luz artificial se usa más para la fotografía de moda o de productos con cualquier fin comercial. Sin embargo, esto no es una norma inamovible, ninguna de las dos es la “ganadora”. Todo depende de cuál es el contexto específico, tus posibilidades y tus preferencias.

Aprender a manejar ambos tipos de iluminación abre tu práctica como fotógrafo a muchísimas más posibilidades a que si te casas con un solo recurso, y es que para lograr hacerlo bien, deberás saber manejar perfectamente ambos tipos de iluminación y conocer perfectamente tu equipo. Pero, ante todo, recuerda que tu recurso máximo es tu creatividad, y esa también debe ejercitarse, así que prepara tu equipo y lánzate a experimentar cuanto puedas con ambos tipos de iluminación.

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