El fotobook, un recurso para proteger nuestra memoria

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Los fotógrafos de la vieja escuela afirman que una fotografía no es una buena fotografía hasta que está impresa. Los fotobooks evitarán que tus recuerdos se borren por accidente

fotoCuando el ingeniero eléctrico Steve Sasson construyó la primera cámara digital en 1975 por encargo de Garteth A. Lloyd, su jefe en la compañía Eastman Kodak, no se imaginaba los alcances que su invento iba a tener.
Sasson, quien entonces tenía 25 años de edad, logró su primera imagen con el prototipo completo (un aparato de 3,6 kg y del tamaño de una tostadora) en diciembre de 1975, cuando él y su jefe técnico persuadieron a una asistente de laboratorio para que posara para ellos. Obtuvieron una imagen en blanco y negro con una resolución de 0,01 megapíxeles (10.000 píxeles), que tardó 23 segundos en grabarse en un casete digital y otros 23 en reproducirse desde una unidad de lectura en un televisor. Según Sasson, “podías ver la silueta de su pelo, pero su cara era un borrón estático”.
Sasson y Lloyd siguieron trabajando y obtuvieron la patente del invento en el año de 1978; no obstante, la Kodak espero hasta 1991 para comenzar a comercializar esta tecnología. Desde entonces el mundo de la fotografía digital ha evolucionado sorprendentemente, tanto así que muchos quienes de niños disfrutábamos de sentarnos en el piso a observar las fotos que nuestros padres y abuelos atesoraban en álbumes y cajas, ahora guardamos gran parte de nuestros recuerdos en soportes digitales y en la nube. Nos sentimos muy orgullosos de ahorrar espacio físico en nuestras casa y oficinas, y nos ufanamos de poder transportar cientos, miles, millones de fotografías en dispositivos tan pequeños como una almendra.
De algunos años a la fecha, el hecho de imprimir las fotos ya no es relevante para muchos. Sobre todo porque priorizamos la practicidad sobre el romanticismo, vemos las fotos en el teléfono y leemos libros electrónicos, sin embargo, otras evidencias nos alertan que pongamos atención en la importancia de seguir imprimiendo aquellas imágenes y documentos importantes.

Oscurantismo digital
Vinton Gray Cerf, uno de los padres de Internet, quien fue uno de los fundadores de la Internet Society en 1992 y su primer presidente, hoy vicepresidente mundial de Google, advirtió en febrero pasado en una conferencia en San José, California, que nos estamos acercando a una “edad oscura digital” en la que todos los datos que hoy creemos que están seguros podrían perderse de manera definitiva, y el problema va más allá de las simples fotos, engloba todos los datos que hoy se encuentran en internet. “Si no encontramos una solución, nuestro siglo XXI será un agujero negro de información. […] Las generaciones futuras querrán saber sobre nosotros, pero tendrán una gran dificultad para saber quiénes fuimos porque gran parte de lo que dejemos serán bits imposibles de interpretar para ellos “.
Otro ejemplo de este problema ocurrió en enero de 2012, cuando el servicio de almacenamiento en línea Mega-upload cerró sorpresivamente y millones de archivos se perdieron para siempre.

La solución: imprimir
Cada día se suben a Internet millones de documentos e imágenes, o se guardan en discos duros o en memorias USB. Pero ¿toda esta información estará disponible dentro de un siglo? Para Vint Cerf, la respuesta es “no”, y por ello recomienda imprimir, ya que la continua innovación en hardware y software puede dejarnos sin herramientas para leer esos archivos. “Ya no podemos abrir los documentos o presentaciones creados en formatos viejos con la versión más reciente de nuestro software, porque la compatibilidad con sistemas y aplicaciones anticuados no está garantizada”, y menciona el caso de los viejos disquetes, cuyo contenido es difícil de extraer porque ya casi no hay ordenadores que los puedan leer.

Tecnologías de impresión
Es por razones como ésta que las tecnologías de impresión siguen innovándose. Desde el siglo XV, cuando Gutenberg comenzó con el negocio, el mundo de la impresión ha ido hacia delante, y hoy en día contamos con equipos con los que ni siquiera soñábamos hace 50 años: desde sustratos, tintas, formatos y resoluciones impresionantes, hasta la impresión en 3D.

El fotobook al rescate de la memoria
El soporte físico de nuestros recuerdos y documentos importantes seguirá siendo una necesidad ineludible durante muchos años, y una opción que actualmente está muy en boga es el fotobook o fotolibro, que es un libro compuesto por fotos digitales que pueden ir acompañadas de texto. Ahí podemos organizar, disfrutar y compartir con familiares y amigos las fotografías de nuestros mejores momentos, almacenadas de manera creativa y original.
El fotobook tiene un carácter específico cuyo resultado final puede ser un fino trabajo de arte, todo depende de su diseño y, por supuesto, del equipo en que se imprima.
En muchos casos, el mismo usuario puede editar y hacer diseños personalizados o con algún tema en particular, usar fondos, rotar el contenido, ponerle bordes, stickers o textos para que el terminado sea como él desee, y finalmente mandarlo a imprimir vía Internet.

Fujifilm, a la vanguardia en fotobooks
En mayo pasado, durante la Expográfica 2015, Fujifilm de México mostró en su stand algunos de sus lanzamientos más recientes, entre los que se incluye su nuevo equipo para la impresión de este tipo de trabajos.
Los equipos Fujifilm pueden imprimir fotobooks en prensa digital en papel couché (tipo revista) con impresión por ambos lados (frente y vuelta), con una apariencia final similar a la de un libro bellamente encuadernado, o también, en papel fotográfico, el cual proporciona imágenes impresas de altísima calidad y definición con gran colorido y riqueza tonal, además de que el papel fotográfico tiene mucha más resistencia al envejecimiento y no requiere laminado.
Gracias al sistema de encuadernado Lay Flat de Fujifilm, el fotobook en papel fotográfico permite una apertura plana de 180°, lo que nos da la posibilidad de imprimir y disfrutar hermosas fotografías panorámicas a doble página sin corte alguno en el lomo.
Fujifilm también integra a su portafolio el nuevo Photobook Builder, que permite obtener álbumes fotográficos a partir de su Minilab Frontier, además de que es compatible con todos los equipos Frontier del mercado.
El Photobook Builder puede convertir las impresiones en papel fotográfico en tarjetas o álbumes fotográficos. El sistema dobla, pega y recorta los libros, es decir, se encarga del proceso completo y ofrece el producto listo para su entrega final al cliente, sin necesidad de un operador. Éste es un equipo de cuarta generación que incorpora tecnología de punta en un proceso de pegamento adhesivo acrílico, cuya adherencia aumenta con el paso del tiempo y es resistente a la humedad, altas temperaturas y rayos UV.
Fujifilm cuenta con diversos equipos para la producción y armado de fotolibros de distinto grosor, tamaño, y con una capacidad que va desde los 10 hasta los 100 fotolibros por hora.

Fujifilm, así como algunas otras empresas que se dedican a la impresión y encuadernado de fotobooks, nos da la oportunidad de diseñar los nuestros fácil y rápidamente, y sin necesidad de bajar un software adicional a nuestra computadora, ya que el usuario puede armar su libro en línea.
Tal vez el oscurantismo digital del que nos habla Vinton Gray Cerf no suceda en el futuro… o tal vez sí. Pero entre la incertidumbre y la posibilidad de que nuestros nietos y las generaciones futuras no tengan suficiente información sobre sus antecesores y el mundo de esta época, lo más acertado sería respaldar lo que más nos interese tanto en soportes digitales como en papel.

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