Fotografía callejera

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Lo dicen los maestros, lo fundamental para hacer buenas fotografías es nuestra forma de mirar el mundo y de captarlo en el encuadre, claro está, respaldados por el dominio de la técnica. “Lo más importante no es la cámara, sino el ojo”, diría Alfred Eisenstaedt, quien retrató el beso más famoso de la fotografía, titulado V-J Day in Times Square, en 1945.

Cuando hacemos fotografía mostramos nuestra manera de mirar, que al igual que nuestra manera de correr, debe entrenarse; y no hay mejor cancha de entrenamiento para la mirada que la calle, que nos ofrece infinidad de posibilidades para hacer un trabajo creativo, inteligente y honesto.

La fotografía callejera
Definir a la fotografía callejera es una tarea compleja, ya que varía dependiendo de los sujetos, objetos o situaciones a registrar, el estilo, los modos de aproxima-ción y abordaje, la técnica, la objetividad, el sentido del humor, etc., y en cualquie-ra de estas características puede radicar la esencia de cada autor. De forma sim-ple, la definiremos como el registro de un suceso, situación, ambiente, persona o cosa excepcional en un lugar público. Son fotografías donde debemos narrar algo fuera de lo común, y por ello necesitamos aprender a distinguir dónde hay un tema para una foto. Adquirir esta sensibilidad puede tomar años de práctica, hasta que logremos disparar de manera natural, sin mucha premeditación.

Un género complicado
El hecho de que este género se desarrolle en la calle, no lo hace sencillo. Al contrario, muchos fotógrafos lo consideran como el más complicado, ya que lograr una compilación de, diga os, cinco o diez fotografías realmente valiosas puede ser trabajo de un año o más. “Tus primeras 10,000 fotos serán tus peores fotos”, decía Decía Henri Cartier-Bresson. Empero, cuando empezamos a lograr resultados brillantes, la fotografía callejera se vuelve adictiva y en entonces será difícil dejar de practicar.
Como en cualquier rama de la fotografía, busca siempre mejorar tu técnica. Carl Mydans decía que “uno se convierte en fotógrafo cuando ha superado las preocupaciones del aprendizaje y en sus manos la cámara se convierte en una extensión de uno mismo. Entonces comienza la creatividad.”

¿Pedir permiso?
Fotografiar a desconocidos no es fácil. Lo primero que tienes que hacer es relajarte para comenzar a interactuar en el entorno y tratar de no llamar demasiado la atención.
De entrada, pedir permiso no es buena idea porque le resta naturalidad y espontaneidad a tus fotos, lo que se traduce en perder la esencia de este estilo, ya que cuando hacemos notar nuestra presencia, muchas personas no pueden continuar con sus actividades como si no pasara nada. Pero, si el sujeto se percata de tu presencia o si te pide explicaciones, dáselas en ese momento.
Un truco muy útil es fingir que estás fotografiando otra cosa o aprender a disparar desde la cintura.

Sé respetuoso
Si alguna vez alguien te pide que no lo fotografíes o que borres sus fotos, hazlo sin vacilar, tienes muchísimas más opciones por delante.
Lleva contigo algunas tarjetas personales por si tienes que identificarte como fotógrafo profesional o aficionado, y de ser necesario, ofrécele a la persona mandarle sus fotos por mail.
Y, algo muy importante, resístete a caer en el estereotipo de tomar fotos de personas sin hogar o en extrema pobreza. Enfocarse en este tipo de temáticas sin una justificación bien sustentada o un objetivo claro más allá de que los pobres son pintorescos es poco profesional y denota falta de imaginación, además de que en algunos casos, las fotos sobre este tema pueden considerarse un modo de explotación.

El equipo fotográfico no es tan importante
De hecho, cuando llevamos un equipo grande o sofisticado, la gente suele intimidarse, así que si lo que tienes a la mano es un smartphone o una cámara compacta, no dudes en usarlos, a veces es lo más cómodo, ágil, rápido y versátil.
En caso de que decidas comprar una cámara para este fin, recuerda que debe ser ligera y pequeña, ergonómica, tener visor, enfoque veloz, y contar con botones bien colocados para una operación fácil y rápida.

Usa angulares
Lograrás mejores resultados si te acercas físicamente al tema a fotografiar que con un teleobjetivo. Un lente de 50 milímetros es lo ideal, ya que nos permite introducirnos e involucrarnos más en la escena.
Evita los teleobjetivos o los objetivos zoom, que le añaden mucho peso a tu cámara, hacen más complicado pasar inadvertido, es difícil lograr la misma calidad de imagen que con las focales fijas, dejan pasar menos luz al sensor, captan un espacio más reducido, y no te permiten controlar lo que es verdaderamente importante en la imagen.

Los ajustes de la cámara
Mantén la cámara lista en todo momento y define sus parámetros desde antes de empezar, así no perderás oportunidades irrepetibles por tratar de ajustar la velocidad de obturación, ISO, diafragma. Recuerda que tomar una buena foto puede ser cuestión de uno o dos segundos.
Procura usar diafragmas cerrados porque nos permiten tener una profundidad de campo mucho mayor y controlar mejor el enfoque.

Fotografía callejera nocturna
En el ámbito de la fotografía callejera, la noche tiene particularidades muy interesantes y un reto extra: la escasez de luz.

En primer lugar, aunque sea de noche, busca la luz. En la calle hay gran cantidad de fuentes de iluminación que nos darán sombras, contrastes y colores interesantes que ayudarán a tu fotografía a adquirir una emotividad especial.

Lo anterior no quiere decir que tus fotos deben tener la mayor luz posible. Recuerda, es de noche, vas a retratar la oscuridad y los detalles que sobresalen en ésta.
Sube el ISO y abre el diafragma (aunque sacrifiques la profundidad de campo) para que puedas aumentar la velocidad de obturación.

Si hay objetos luminosos en movimiento, ¡aprovéchalos! Para ello es muy útil usar un tripié, que te ayudará a mantener la cámara inmóvil.

Visita los lugares que frecuentas o que has fotografiado de día. Verás que la noche te brinda escenas totalmente distintas en los mismos espacios.

Ahora sí, toma tu cámara y sal a caminar para ejercitar la visión y la sensibilidad, y para fotografiar las cosas que no cualquiera tiene la capacidad de ver.

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