La cadena de sustentabilidad: del diseño al deshecho

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consorcio-de-sustentabilidadUna producción industrial siempre surge en cadena. Aunque el desempeño en cada área de su empresa le genere óptimos resultados, es posible que su impacto social y ambiental no sea del todo deseable. Descubra cómo transitar de ser una mera cadena productiva, a una cadena verdaderamente sustentable.

Diseño, manufactura de sustratos, proceso de impresión, empaquetado, transporte y desecho de materiales. Seguramente identificará todos estos procesos como su pan de cada día. Cada uno de ellos cumple un rol indispensable en la cadena productiva de la industria gráfica. Los avances tecnológicos y los programas de capacitación permiten optimizar los recursos humanos, materiales y
económicos.
Sin embargo, las crecientes preocupaciones medioambientales han requerido que se modifiquen prácticas y acciones a pequeña y gran escala. Hoy en día, todo el mundo habla de sustentabilidad y la importancia de acreditarse como empresas “socialmente responsables”. Pero, ¿de qué estamos hablando cuando hablamos de “prácticas sostenibles”? ¿Quiénes conforman esa sociedad que se beneficia con las acreditaciones que respaldan esta supuesta responsabilidad?
En sentido estricto, la sustentabilidad o sostenibilidad es la cualidad de poderse mantener por si mismo sin ayuda exterior y sin agotar los recursos disponibles. Adoptar estas nociones en los procesos de producción dan cuenta del valor de todos los oficios dentro de la industria gráfica. De este modo, la manufactura sustentable aparece como una manera de aproximarse a los procesos de producción de forma responsable desde los ámbitos sociales, ambientales y de recursos.
La sustentabilidad va más allá de reciclar insumos y sustratos como la tinta y el papel. Parte del objetivo de un desarrollo sustentable implica pensar necesariamente en el equilibrio entre la sociedad, la economía y el medio ambiente. La manufactura sustentable en la industria gráfica engloba tres momentos fundamentales:

El producto.- Incluye el diseño, los insumos requeridos para su fabricación y el uso final de los bienes producidos.

El proceso.- Se refiere a todos los pasos de la producción.

La cobertura.- Cubre cada actividad de soporte en este procedimiento, desde los edificios, el mantenimiento, el transporte, los empleados, etc.

En otras palabras, la sustentabilidad es la preocupación de cada uno de los actores de la cadena productiva en la fabricación de un producto.

Actores en cadena
Una cadena de valor no se limita a lo que ocurre dentro de la imprenta. Toda cadena empieza con una idea. Los responsables de las ideas suelen ser, por regla casi general, los diseñadores. Por ende, una empresa no puede llamarse totalmente verde si ignora el impacto que tendrá el boceto del producto en escalones posteriores en la cadena productiva por decisiones que se tomaron desde el equipo creativo.
Ya hemos hablado de la importancia del diseñador en números anteriores. Alguien dijo una vez que estos profesionales son la amenaza más grande para el mundo. Siendo que en ellos reside la responsabilidad de crear los bocetos para cualquier producto que encontramos en cada ámbito de la vida comercial, su labor debe contemplar desde la vida útil del bien manufacturado, hasta las condiciones requeridas para su desecho.
Si el producto final incluye papel o lona, éste debe estar diseñado de tal forma que pueda ser desmantelado y dispuesto de él de la mejor manera. Estas directrices optimizan tareas posteriores como el transporte y el almacenamiento.
Por otra parte, la comunicación es un factor vital a lo largo de la cadena. Compartir información y conocimiento debe formar parte esencial de la estrategia de producción. Aunque el diseñador se empeñe en tomar decisiones conscientes y precisas, su trabajo no servirá de nada si el jefe de taller opta por descartar los materiales designados por otros más baratos.

El papel de la empresa
La empresa tiene un rol fundamental dentro de este esquema. La ecoeficiencia empresarial tiene que ser entendida y lograda para poder alcanzar un desarrollo sustentable con competitividad. La cadena productiva tiene que entrañar una conciencia del ciclo de vida de sus productos desarrollando estrategias donde todos los involucrados tomen conciencia y asuman la parte de responsabilidad que les corresponda.
En primera instancia, hay que diseñar y producir para cubrir necesidades reales, no creadas. Para ello, no está de más aprender a decir que no. Si un cliente se le aproxima diciendo que quiere una lona de tantas dimensiones y tal hechura, ¿realmente la necesitará? Pondere esto un minuto y después siéntese a platicar con él, busque la necesidad real detrás de la compra y trabaja en pro de ella. Tal vez lo que su cliente necesita no es un lona, sino un display, unos rótulos o señalización digital. Tal vez sólo necesita una mejor estrategia para su punto de venta. No se limite a procesar pedidos cuando tiene el potencial de hacerle ver a su cliente que está verdaderamente interesado en ayudarlo a encontrar una mejor solución.
Hecho esto, cada área debe optimizar sus tareas eliminando desperdicios, controlando el almacenaje e inventarios exagerados, evitando desgastes innecesarios de energía y buscando los mejores espacios para producir. ¿Dónde están los insumos y materiales qué necesita? ¿Cuál es el lugar correcto para instalar su planta? Busque siempre la manera de aprovechar todas las bondades locales.

¿Responsabilidad social?
Las empresas socialmente responsables no tienen qué ver con etiquetas ni con certificaciones, sino con las acciones e impacto que generan hacia los demás, tanto dentro, como fuera de la empresa. Parte de la esencia de la ingeniería industrial es cuidar al empleado, de ahí la necesidad de observar, medir y limpiar los procesos. Se deben generar tareas equilibradas y congruentes desde la estrategia empresarial. Procure involucrarse con la vida de sus empleados, conozca su situación personal porque al final del día, si no nos vemos como equipo y no creamos una conciencia colectiva donde el hombre es parte de, terminaremos por estancarnos. Así como hablamos de respeto a los bosques y mantos acuíferos, el respeto por el ser humano aparece de forma preponderante. Recuerde que, por sobre todas las cosas, cada integrante en una cadena productiva, desde el obrero, hasta el gerente, es –por el mero hecho de llamarse persona- un valioso recurso no-renovable.
La responsabilidad social y el desarrollo sustentable empiezan desde el taller, el cubículo y el escritorio. Cada parte de la cadena productiva tiene un rol importante en hacer de su lugar de trabajo un sitio más sostenible. De hacerlo correctamente y a diario, desembocará en una cadena de producción con una visión holística que, con suerte, contagiará este ánimo a la empresa y, posteriormente, a la industria entera.

Agradecemos a la Ing. María Inés Machain, Jared Jiménez y Adriana Camarena por su colaboración en la elaboración de este artículo.

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