Innovación si, pero no para todo ni para todos

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En el año 2003, Ramu Yalamanchi, actual director general de hi5 Networks lanzó al mercado una plataforma que fuera capaz de interactuar y juntar personas de distintas partes del mundo por medio de un algoritmo el cual se encargaba de enlazar cuentas similares y gente con perfiles afines. Esta plataforma que después sería llamada Red Social se llamó HI5, y para el 2005 tenía alrededor de 70 millones de usuarios registrados, los cuales podían intercambiar fotografías, dejar mensajes, compartir álbumes y registrar como una especie de bitácora los distintos aspectos de su vida cotidiana. En aquellos años fue un boom y toda la gente que llegabas a conocer te hacía la pregunta ritual ¿tienes hi5? En ese 2005 la idea de una plataforma digital con la que a través de ella uno pudiera conocer gente de otras latitudes sin tener que salir de casa fue realmente innovadora.

Todo marchaba bien, hasta que un programador también estadounidense llamado Mark Zuckerberg, tuvo la idea de revolucionar las redes sociales con una plataforma en la que el usuario fuera capaz de crear un perfil, agregar contactos, compartir fotos, subir mensajes, agregar videos, crear círculos o grupos, interactuar en tiempo real con gente de otros lugares, hacer sesiones de streamming en tiempo real con video, etc. A esta idea también innovadora se le llamó Facebook, la cual hoy día cuenta con alrededor de 2200 millones de usuarios.

La idea inicial de este artículo es el por qué si existen ideas creativas e innovadoras, las cuales nos cambian completamente el paradigma de la vida algunas no despegan, otras no se concretan y otras, muchas, se quedan en su idea inicial y son superadas por ideas similares pero con algún punto central que es lo que genera esa diferencia.

¿QUÉ ES LA INNOVACIÓN?
La innovación no es más que un cambio que supone una mejora. Innovar nos remite a crear algo que haga la diferencia de lo ya establecido o de algo que no existe y se hace indispensable para la vida diaria.

Muchos pensarán que la telefonía celular es algo común, necesario e indispensable para la vida cotidiana, pero lo que no saben (sobre todo los pertenecientes a la generación Z) es que a principios de los años 90´s esta tecnología suponía una verdadera revolución. Es decir, no se concebía en su totalidad los alcances de esta nueva manera de comunicarse, sobre todo porque estábamos acostumbrados a recibir o realizar llamadas desde un teléfono de base, es decir, de casa u oficina y a utilizarlo para lo que era: para hablar y comunicarse.

Para los que nacimos a finales de los años 70´s, los primeros teléfonos celulares que salieron al mercado eran de una tecnología casi primitiva, pero para su época eran una verdadera innovación. Es decir, solamente en las series de ciencia ficción se pensaría en un teléfono portátil, el cual sirviera para estar localizable en todo
momento.

Esos primeros teléfonos no tenían más función que para hablar. Pero con el paso del tiempo, fueron incorporando ideas nuevas, y es así que a finales de los 90´s ya era posible enviar y recibir mensajes escritos. Es decir, el servicio se mejoró y los aparatos evolucionaron a tal velocidad que en menos de cinco años ya no solo se podían enviar mensajes de texto sino que además ya era posible tomar fotografías y escuchar música. Posteriormente fueron innovando todavía más, y evolucionaron a algo que hoy por hoy se le conoce como smartphone, con el cual ya era posible acceder a internet y tener información en tiempo real a través de las aplicaciones, acceder a nuestras redes sociales desde el mismo teléfono, checar el clima, realizar videoconferencias, ver una película, etc. ¿Se dan cuenta cuantas innovaciones fueron descritas y cuantas otras estarán en camino en los próximos años?.

Pero ¿qué es lo que da pie a que alguien innove?, por innovar me refiero a encontrar ese detalle que hace la diferencia entre un objeto u otro, entre un servicio y otro, en aquello que hace atractivo, eficaz, fácil de usar y por qué no: accesible para el mercado.

Lo curioso es que en ocasiones puede salir al mercado algún producto nuevo, innovador y atractivo, y por azares del destino este no tiene el impacto que se pensó.

Un ejemplo claro de esto: cuando en 2013 la empresa Google sacó al mercado un dispositivo llamado Google Glass (lentes de realidad aumentada) el cual era como su nombre lo indica, un lente con una pequeña pantalla, con la cual a través de ella uno podía tener acceso a diferentes opciones con sólo generar un gesto. Entre sus funciones estaban:

– Tomar fotografías y videos de manera sencilla

– Tener acceso rápido a internet

– Escuchar música, etc.

Era como accionar las funciones de un smartphone sin usar las manos, y todo controlado por medio de la vista. De principio se escuchaba novedoso e innovador,pero lo que la compañía Google no tuvo en cuenta fue que el dispositivo era demasiado caro y el acceso masivo jamás llegó. Aunque se trataba de un excelente gadget jamás tuvo la respuesta esperada. Tan es así, que dos años después la compañía anunció que dejaría de producir el prototipo Glass. Pero como era de esperarse, en los siguientes años, varias compañías se dedicaron a mejorar el prototipo de realidad aumentada y en los años siguientes salieron al mercado varios modelos con la idea original pero mejorada. Tal es el caso de los modelos: Magic Leap One, o los que la compañía Microsoft sacó al mercado con el nombre de Microsoft HoloLens, o los de la marca Lenovo bajo el nombre de Lenovo Explorer, o los Epson Moverio BT-35E, en fin.

¿Cuál fue el problema de que los Google Glass no hayan tenido la respuesta adecuada?, ¿fue el precio?, ¿fueros sus funciones?, no, los expertos en gadgets afirman que lo que le faltó a la compañía Google fue un buen trabajo de mercadeo, es decir, no fueron lo suficientemente claros en sus mensajes hacia el consumidor y nuevamente, no idearon una campaña de marketing innovadora que fuera capaz de vender el producto de una manera eficaz.


INNOVACIÓN EN LA PUBLICIDAD
La innovación tiene muchas aristas, no sólo es visible en campos como los gadgets o softwares, donde vemos esa innovación en la palma de la mano de manera tangible, sino que puede ser visible en otros campos como el científico, el médico, incluso en otros más restringidos como el arte o la música.

El marketing y la publicidad también es una rama donde es visible la innovación. Según datos de la Nielsen (empresa dedicada a la investigación de mercados) indican que el 63 por ciento de los consumidores aprecian la aparición de nuevos productos, con lo que el 57 por ciento de los mismos reconoce que en sus compras habituales suelen adquirir algún producto de reciente aparición en el mercado. Eso significa que dicha exigencia no solo es constante en los productos o servicios con los que la marca participa de manera activa en el mercado, sino también en las estrategia de comunicación que los anunciantes desarrollan para estar más cerca de sus públicos meta. De esta manera, en el terreno de la publicidad y mercadotecnia, la innovación debe ser entendida como algo más que ejecutar alguna acción que involucre el uso de plataformas sociales o digitales. Hoy día para ser relevantes las marcas tienen que ir un paso adelante, siempre con una estrategia y un claro objetivo detrás.

Cuando se habla de buena estrategia se debe siempre pensar en el mensaje a emitir para el público a quien va dirigido el producto o servicio a publicitar, rango de edad, intereses, nivel socioeconómico, rango demográfico, etc. Y con esto elegir la campaña a utilizar. Es decir, si se va a transmitir por medios tradicionales, digitales o algún otro instrumento que sea eficaz y sobre todo que tenga la respuesta que esperamos tenga.

Pero a veces no basta con elegir una buena campaña o un buen mensaje. ¿Se han puesto a pensar cuantos mensajes publicitarios recibimos en el transcurso del día en todos los medios posibles?, cientos o quizás hasta miles. Si vamos en coche camino al trabajo cada espectacular sobre la avenida lleva un mensaje publicitario. Si vamos en metro cientos de carteles. Si entramos a Facebook otros cientos más. Si encendemos el radio otra misma cantidad, es decir, estamos inundados en publicidad. En el año 2017 la cadena de tiendas inglesas IKEA, pensó como idear una campaña para promocionar sus productos de dormitorio (camas, ropa de cama, colchones, etc.)  sin que fuera la ya tradicional campaña de radio o de carteles en la vía pública que incentivaran las compras y sobre todo que visitaran la tienda. Su departamento de marketing pensó en una idea genial: “¿A quién no le gusta que le lleven el desayuno a la cama?”, partiendo de la premisa de lo placentero de no separarse de su cama durante el desayuno, su campaña fue (literal) invitaban a la gente a meterse a la cama donde les llevarían el desayuno. La campaña y servicio que tenía 45 minutos de duración duró sólo un par de días, pero con esos días bastó para que su campaña resultara en un verdadero éxito.

Existen muchos ejemplos de campañas innovadoras y de gran impacto que utilizan el espacio físico para llamar la atención. El marketing de guerrilla por ejemplo, el cual es sólo el instrumento para introducir en una experiencia viva a quien lo mira. Quien no ha visto la ducha de Sprite de un dispensador gigante que se instaló originalmente en Tel Aviv y que ahora también se encuentra en playas de Río de Janeiro, o las campañas vivas de
McDonals, donde el espectador se enfrenta al vapor real de una taza de café o donde un paso peatonal se convierte en una caja de papas a la francesa.

A MANERA DE CONCLUSIÓN
Vivimos en un mundo acelerado donde lo que está presente es la inmediatez. Donde cada vez tenemos menos tiempo de hacer las cosas, donde las plataformas digitales son un vehículo ideal para crecer y satisfacer necesidades de primera mano. Y pensando en esa necesidad fue que en el año 2009 los socios Garrett Camp y Travis Kalanick tuvieron la innovadora idea de crear una plataforma para solicitar taxis por medio de una APP. Así nació UBER, y de la misma manera esa idea innovadora tuvo repercusión en otros ámbitos de servicios. Quizás alguien se preguntó: ya se puede solicitar taxis por medio de una APP, pero, ¿buscar alojamiento por la misma vía?, y entonces se crea la plataforma TRIVAGO o servicios más personales y directos como AIRBNB.

¿Se dan cuenta del potencial que existe en el mercado si una idea crece de tal forma que podemos darle un peso real?, si logramos que esa idea fructifique, crezca, y que además sirva como parteaguas o semilla de algo mejorable podemos decir que eso es innovación. No olvidemos que esa idea puede además cambiarle la vida a alguien o ser motor para una idea todavía más mayor. En este mundo de hoy, que avanza a ritmos agigantados y que no pierde la capacidad de asombro es que debemos adentrarnos a esta aventura. Pensemos en los grandes innovadores de la historia y en los aportes y legado que nos dejaron. Recuerden que la innovación está presente en todos lados y lo único que necesitamos es perder el miedo al fracaso, ustedes dirán si se pasman o avanzan.

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