La luz natural y el reflector, tus grandes amigos

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A veces, cuando comenzamos a adentrarnos en este mundito de los que desean tomar mejores fotografías, nos agobiamos al ver la gran cantidad de equipos y complementos que utilizan los profesionales: tripiés, flashes, lámparas, cajas de luz, reflectores, difusores, paraguas, cicloramas, fondos, exposímetros, disparadores remotos, modificadores de luz y un largo etcétera de cosas que hacen temblar a nuestro bolsillo.

La buena noticia es que también puedes lograr grandes fotografías solamente con tu cámara y, si acaso, algún otro complemento profesional o improvisado. Bien dice el dicho que “menos es más”, y es importante saber trabajar con lo básico y sacar el mejor provecho de lo simple.

Por eso y aprovechando que otra vez están de moda los natural light photographers, hablaremos de cómo hacer retratos a partir de la luz natural.

Tu mayor aliada: una ventana

Si te paseas por la casa encontrarás que la luz que entra por las ventanas es distinta de acuerdo con su ubicación. Y ya sea un huequito en la pared o un ventanal gigante, puedes obtener grandes resultados si sabes leer e interpretar la luz que pasa por ahí para aprovecharla toda su dimensión.

Al principio, olvídate de los modificadores de luz (flashes, reflectores, paraguas, etc.), y simplemente juega con el contraste acercando y alejando a tu modelo de la ventana. Verás cómo puedes lograr reflejar cosas totalmente distintas.

La suavidad de la iluminación en tu fotografía será consecuencia de la relación de tamaños entre la fuente de luz y el modelo iluminado. Mientras más grande sea la ventana, la luz envolverá más al sujeto y por lo tanto el contraste será menor (la luz que se proyecte sobre él será menos dura).

Alto contraste

Si te gustan las fotos de alto contraste, haz que tu modelo se coloque muy cerca de la ventana y asegúrate de que la habitación sea muy amplia, para que las paredes (sobre todo si son blancas) no reflejen la luz de regreso hacia el sujeto.

Bajo contraste

Pero si lo que deseas es obtener el efecto contrario, obtendrás un bajo contraste si lo alejas de la ventana. De este modo disminuirá la intensidad de la luz que recibe el perfil que da hacia afuera. Deberás disminuir la velocidad, o mejor aún, abrir el diafragma, lo cual reducirá la profundidad de campo de la toma y te permitirá dirigir más la atención hacia el sujeto y no hacia los elementos que haya en el encuadre.

Luz frontal

Es el esquema de iluminación más sencillo: colócate de espaldas a la ventana y ubica al sujeto frente a la cámara (sin que le tapes la luz, ésta le debe llegar directamente). Así obtendrás una iluminación uniforme y no batallarás con el enfoque y la exposición.

Luz lateral

Coloca al sujeto al lado de la ventana para que se le ilumine directamente solo un lado de la cara, y tú colócate frente a él (es decir, pegado a la pared o a la ventana). Esto dará una mayor sensación de volumen en el rostro. También puedes colocarlo mirando de frente, pero tú siempre permanecerás de lado.

Este esquema resalta las texturas y da dimensión a las cosas. Expón a las partes más iluminadas o juega un poco con la medición puntual para lograr distintos efectos con las luces y las sombras.

Luz trasera

El sujeto quedará ubicado entre la fuente de luz y la cámara. El contraluz es un motivo difícil de dominar porque a veces no es fácil exponer correctamente y el enfoque automático no funciona como debería, lo que te obligará a hacerlo en modo manual. La exposición dependerá del efecto que desees lograr: despegar al sujeto del fondo, mostrar texturas, delinear el perfil con luz, mostrar solamente siluetas, traslucidez…

Utiliza la medición puntual en un lugar u otro, en función de lo que quieras. Olvídate de la medición matricial o evaluativa, y cuida mucho la composición. Finalmente, trata de contar una historia.

Ahora sí, prueba con un reflector

Si no tienes un reflector (o rebotador) profesional, no hay problema, ya que un reflector es cualquier objeto que te sirva para eso, reflejar la luz, y rellenar las sombras; también puede funcionar como una segunda luz cuando no tienes una lámpara o flash que te ayude a iluminar al sujeto del lado contrario y como fondo o para bloquear la acción de cualquier otra fuente de iluminación.

Existen rebotadores comerciales, pero también puedes improvisar con cosas como una placa de unicel (puede ser de 1 X 1 m) blanca o forrada de papel aluminio, una cartulina blanca, tela, el parasol de tu auto, una pared clara o, si lo que vas a fotografiar es un objeto pequeño, hasta un espejo o un tetrabrik abierto para usar la parte plateada como reflector.

Y si quieres tener más opciones, también venden reflectores 5 en 1 que te serán de mucha utilidad, y que de igual manera puedes emular si es necesario. Con ellos puedes lograr resultados como:

– Una iluminación más contrastada al usar la cara negra del lado opuesto de la ventana.

– Una transición más suave entre luces y sombras, si utilizas la cara blanca o plateada como segunda fuente de luz (al reflejar los rayos solares a ¾ del sujeto del lado opuesto de la ventana).

– Una fotografía en clave baja si situamos al sujeto junto a la ventana y ponemos entre él y la cámara (que estará junto a la ventana o la pared) la cara negra del reflector.

– Una fotografía en clave alta si utilizas la ventana como fondo y la cara plateada del reflector como fuente de luz opuesta a la ventana para rellenar la iluminación. Apertura grande, ISO 100 y velocidad lo más lenta posible (sin que salga movida).

Recuerda

• Apaga las luces de la habitación.

• Para lograr una ambientación más íntima y no “quemar” el rostro del modelo, usa la medición puntual y expón para las altas luces de su cara.

• La luz directa del sol da resultados más contrastados; este es un pretexto ideal para jugar con máscaras que creen patrones sobre tu modelo.

• Utiliza una gran apertura y velocidades rápidas para que tus fotos salgan más nítidas.

• Juega con el diafragma para obtener distintas profundidades de campo.

• Aprovecha las luces de la hora azul y la hora dorada.

• Juega con distintos rebotadores.

¡Manos a la obra!

El equipo fotográfico no hace al fotógrafo, y este artículo es muestra de ello. Si realmente deseas mejorar es necesario que aprendas a aprovechar todo lo que está a tu alcance para logar las mejores tomas, es importante si tienes cinco flashes profesionales o ninguno, la luz natural siempre será tu aliada si sabes leerla e interpretarla.

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