De amateur a profesional

0
1941

La fotografía, una afición que puede ser profesión pero a la que todo el mundo llega iniciándose como amateur, como una pasión. En ocasiones, la principal diferencia entre la calidad de una foto profesional y otra que no lo es no suele ser mucha.

foto2¿Te estás iniciando en el mundo de la fotografía y estás emocionado por salir con tu cámara a captar los mejores momentos? En esta ocasión nos relajamos un poco y en vez de profundizar en una técnica fotográfica específica, decidimos darte una serie de consejos puntuales para que comiences a lograr fotos espectaculares y sin tanto esfuerzo.

Rellena el encuadre
Procura que tu protagonista ocupe la mayor parte del encuadre y elimina todo lo que estorbe a la imagen. Trata de que no queden espacios vacíos, a menos de que ese sea el objetivo que persigas (la técnica del “espacio negativo”, muy utilizada para transmitir soledad, calma, aislamiento…). Si embargo, si vas a rellenar tanto el encuadre que deberás cortar al sujeto, mira bien dónde cortas y procura no hacerlo nunca a la altura del cuello o las articulaciones (codos, rodillas, tobillos, muñecas).

Atención al fondo
Antes de disparar, asegúrate de que el fondo no contenga elementos que puedan distraer la atención del observador. Es preferible que muevas al sujeto a un lugar donde no existan tantos distractores.

La regla de los tercios
Lo más básico que tienes que aprender en composición fotográfica es la regla de los tercios, que se deriva de la famosa proporción áurea y es muy fácil de aplicar: simplemente divide la imagen en tres tercios horizontales y tres verticales lo cual te dará como resultado cuatro puntos de intersección entre las líneas. Éstos se conocen como “puntos fuertes” y es donde debemos ubicar el objeto de interés para que la foto tenga más impacto.

Ley del horizonte
Esta ley está muy relacionada con la de los tercios. Traza dos líneas imaginarias que dividan la imagen en tres partes iguales y coloca el horizonte en el tercio superior o inferior, según lo que consideres más importante, es decir, si tienes unas nubes maravillosas, entonces colocarás el horizonte sobre el tercio inferior para que haya más cielo en tu foto, pero si tienes un paisaje natural impresionante, entonces el horizonte quedará mejor en el tercio superior. Cuida que la línea del horizonte quede completamente horizontal, ya que un horizonte chueco debe bastar para arruinar una foto.

Analiza a tu modelo
Cuando haces retratos, analiza bien a tu modelo. A veces lo que queremos reflejar en una fotografía se va por la borda cuando no cuidamos pequeños detalles como cuando el sujeto trae un reloj demasiado grande, le brilla la cara, se ve sucio o despeinado…

Ojo a los ojos
Es importante que sepas a dónde enfocar, y en el caso de los retratos, lo mejor que puedes hacer es enfocar a los ojos. No importa si lo demás tiene algún ligero desenfoque, siempre y cuando los ojos de tu modelo estén perfectamente nítidos.

Cuidado con el enfoque
Aunque los sistemas de enfoque automático ya han mejorado mucho, no podemos fiarnos de ellos al 100 por ciento. Además, para desarrollar tu propio estilo, también tienes que buscar tu enfoque, y eso es algo que sólo las cámaras réflex y algunas compactas te permiten. Juega con él y con la profundidad de campo, recuerda que mientras más cerrado esté el diafragma de tu objetivo, tendrás mayor profundidad de campo, y mientras más abierto esté, ésta será menor y conseguirás planos más difusos.

Que tu zoom sean tus piernas
A veces, por timidez o comodidad (por no decir flojera), preferimos permanecer en nuestro sitio y dejar que el zoom se encargue de acercar el encuadre. De verdad, no lo hagas. Siempre que puedas, evita usar el zoom y acércate a tu sujeto, esto reducirá significativamente las posibilidades de que las fotos salgan movidas y captarás mejor el detalle. Y si tu cámara cuenta con zoom digital, ni lo toques, a menos de que quieras perder gran parte de la información de la imagen, porque este zoom de relleno hará que tus fotos pierdan mucha calidad.

Cuida el ISO
Cuida la sensibilidad, sobre todo cuando usas una cámara compacta, ya que en éstas es más fácil que a más sensibilidad, la imagen salga con más ruido. Por lo regular, cuando disparas a un ISO 800 o mayor, la foto comienza a verse poco nítida, como “arenosa”. Sin embargo, los ISO altos también tienen ventajas, por ejemplo, cuando tienes una escena muy oscura en la que no quieres usar el flash y tampoco cuentas con un tripié, o cuando el sujeto está en movimiento y hay condiciones de luz desfavorables, o cuando los objetos están tan distantes que no les llega bien la luz del flash.

Domina la velocidad
Si quieres evitar las fotos movidas, deberás aprender a usar correctamente el obturador. Si el sujeto a fotografiar no se mueve o lo hace muy lentamente, entonces puedes usar velocidades lentas, sobre todo si la escena no está muy bien iluminada y quieres evitar el flash. También puedes usar velocidades lentas cuando quieras lograr ciertos efectos de movimiento. Y si el sujeto se mueve rápido, entonces deberás usar velocidades de obturación altas. La obturación influye directamente en la cantidad de luz que entra hasta el sensor de la cámara: mientras más rápido sea el disparo, menos luz deja entrar. Entonces, si vas a usar velocidades más altas, probablemente tendrás que abrir más el diafragma o usar flash o aumentar el ISO o buscar escenarios bien iluminados… o todo junto.

Flash a pleno día
Tomar fotografías con flash, aunque estemos a pleno sol, ayuda a la cámara a compensar la luz natural indeseada proveniente de direcciones que no ayudan a nuestra toma, principalmente cuando nos vemos obligados a tomar las fotos a contraluz pero deseamos capturar los rasgos de nuestros modelos.

Invierte en un tripié
Si eres de los que aman salir ligeros, tal vez la idea de cargar con un tripié no te parezca emocionante. Sin embargo, estos accesorios tienen un montón de ventajas para lograr fotografías fascinantes, por ejemplo, de amaneceres, atardeceres, nocturnas, larga exposición, HDR, rastros de luz, light painting, star trails, para lograr el efecto de seda en corrientes de agua, y muchas más situaciones en las que agradecerás tener donde fijar tu cámara sin tener a atenerte a tu pulso de maraquero para conseguir imágenes nítidas.

Sostén la cámara cerca
Muchos tienden a sostener la cámara con los brazos estirados mientras toman la foto y observan la imagen por la pantalla de visualización. Esto puede hacer que la imagen pierda nitidez, debido a que este modo de sacar fotografías puede desestabilizar la postura del fotógrafo. Sostén firmemente la cámara frente a tu cara y toma la fotografía observando por el visor.
¡Qué esperas! Con estos tips sólo debes salir a la calle y disparar. Recuerda que lo principal para aprender a sacar buenas fotografías es experimentar exhaustivamente y ganar confianza mientras desarrollas tu estilo personal. La única manera de mejorar es usando tu cámara.

Previous articleEl futuro de la impresión textil
Next articleNoviembre – 2016